Este ensayo discute el papel de la sociología en el mundo actual. Explica que la sociología estudia el estado real de la sociedad y cómo las personas son afectadas por su entorno social y los cambios constantes. Argumenta que la sociología debe dar respuesta a preguntas sobre las diferencias entre sociedades pasadas y presentes, y los tipos de cambios que ocurrirán en el futuro. Concluye que la sociología provee críticas constructivas a los gobiernos y debe mejorar las políticas públicas para abordar problemas sociales.
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
SAIA GUARENAS
ESCUELA: RELACIONES INDUSTRIALES
ENSAYO “LA SOCIOLOGÍA Y EL MUNDO ACTUAL”
AUTOR: Marlin C. Cabrera Díaz
C.I.: 19.354.183
PROFESORA: Estefanía Ortega
Guarenas, enero 2015
2. “LA SOCIOLOGÍA Y EL MUNDO ACTUAL”
Como bien hemos visto a lo largo de las unidades de esta asignatura,
podemos decir un concepto básico de la Sociología: es una ciencia que
estudia el estado real de la sociedad.
El hombre como ser social recibe en el transcurso de la vida un conjunto de
conocimientos (creencias, arte, leyes, moral, valores, costumbres,
habilidades y destrezas) que nos ayudan a formar una conducta propia de
acuerdo a nuestro entorno (sociedad) y se ve afectada por el día a día y las
ganas de transformación y cambio para lograr el progreso.
Es por ello, que hoy en día no se puede definir en concreto a que se refiere
la sociología, porque como ciencia al fin no deja de estar en una búsqueda
de información, de aplicar a diario el método científico como se dice. Todo
esto ocurre desde la revolución industrial, que es donde comienza a darle
firmeza e importancia al trabajo, la mano de obra, la evolución, la
acumulación de la riqueza para mejorar el estilo de vida de cada época.
Hoy en día, el mundo es preocupante y lleno de incógnitas, donde los
cambios se producen cada vez con más rapidez, somos un mundo lleno de
tensiones, conflictos y desigualdades sociales… la gente se hace preguntas
como ¿por qué nuestras sociedades son tan diferentes a la de nuestros
padres o abuelos?, ¿qué tipo de cambios se producirán en el futuro?, ¿ante
estos cambios, vivirán nuestros hijos mejor o peor en las sociedades del
futuro?… Precisamente éstas son las principales cuestiones a las que la
Sociología debe dar respuesta, una disciplina que, en palabra de Anthony
Giddens, «tiene que desempeñar un papel fundamental en la cultura
intelectual moderna». Por tanto, la Sociología no sólo deber ser explicada,
sino que además debe atender a las demandas de cuestiones como las
anteriores, y debe ofrecer resultados valiosos para realizar diagnósticos que
permitan la intervención, es decir, mejorar las políticas públicas y sociales,
entre otras cosas.
Es decir la sociología, viene siendo las críticas constructivas a los gobiernos,
como quien dice, porque determina la problemática o la mala práctica de las
políticas o estrategias económicas de los países por ejemplo.
Para concluir, tomamos una gran reflexión en torno a un chiste sobre
políticas de futuro con la que Salustiano del Campo terminó su conferencia el
día de su homenaje con motivo de su jubilación en el Paraninfo de la antigua
Universidad Central, en Madrid, 8 de abril de 2012. Al parecer, el chiste
sobre políticas de futuro se le atribuye a Anthony Giddens.
3. Un hombre va al sastre y, mientras se prueba su nuevo traje ante el espejo,
se queja de que la manga derecha es demasiado larga. El sastre le aconseja
que alce el hombro. A continuación, el cliente repara en que la pernera
izquierda es corta. El sastre le sugiere que arquee la pierna. Y así
sucesivamente. Días después, el cliente sale de la sastrería vistiendo su
nuevo traje, que le hace caminar como un contrahecho. Dos peatones
comentan: “Qué bueno debe de ser el sastre capaz de hacerle un traje que le
siente tan bien a un tipo tan deforme”.
Con este chiste, Salustiano del Campo viene a explicar la malograda relación
entre políticos y sociólogos. Una sociedad que ha cambiado tanto, como la
española, para la que mucha gente tenía sus propias recetas, se la ha
acabado vistiendo con un nuevo traje, un traje mal hecho que desfigura a la
sociedad. Según Salustiano, hoy es frecuente que los políticos vayan de
omniscientes y que los comunicadores lo hagan de intelectuales, pero ni los
unos ni los otros están dotados por su oficio de los conocimientos y de la
neutralidad necesarios para cortar buenos trajes a medida para la sociedad
actual, y, sobre todo, para que no impidan artificialmente su capacidad de
crecer y desarrollarse.