La Corona está baqueteada, la política está en sus horas más bajas, y, sin embargo, el príncipe está aquí -y levantaba las manos hacia arriba- Esto hay que hacerlo ya. Créeme, dijo, ha llegado el momento de dar un impulso, porque lo que hagamos nosotros va a contribuir a la renovación de España en muchos aspectos. Si se renueva la cúpula, se renovarán otras cosas después. Si nosotros damos un escopetazo... ayudaremos al país
1. «El rey no se chupa el dedo, no se lo ha
chupado nunca, y él sabe que la
credibilidad de esta Casa está muy
dañada».
«La Corona está baqueteada, la política
está en sus horas más bajas, y, sin
embargo, el príncipe está aquí -y
levantaba las manos hacia arriba- Esto
hay que hacerlo ya. Créeme, dijo, ha
llegado el momento de dar un impulso,
porque lo que hagamos nosotros va a
contribuir a la renovación de España en
muchos aspectos. Si se renueva la
cúpula, se renovarán otras cosas
después. Si nosotros damos un
escopetazo... ayudaremos al país
4. El Rey asumió meses atrás los problemas de la Corona: «Si se renueva la
cúpula, se renovarán otras cosas después. La política está en sus
horas más bajas y el Príncipe está aquí», comentó a alguien de su
confianza.
Y en enero dio el paso definitivo, al encargar al jefe de su Casa, Rafael
Spottorno, que estudiara «qué hay que hacer» si decidía irse. En febrero y
con un primer informe, Don Juan Carlos lo habla con su hijo. A Rajoy
se lo comunicó el día del funeral de Suárez. A Rubalcaba, dos o tres
días después. Y las elecciones europeas influyeron, pero sólo en las fechas.
Así han sido los últimos meses del Rey /Victoria PREGO
DOUCE