Prueba libre de Geografía para obtención título Bachillerato - 2024
Días de radio
1.
2. Década del 60: La radio pelea contra la tv
Las claves de esta década fueron los avances tecnológicos y la
competencia con la televisión privada. La radio tuvo dos pilares principales:
música e información.
La principal crisis que atravesaron las emisoras fue cuando el peronismo se
apoderó de ellas, porque ya no existía la competencia y todo pertenecía al Estado.
A este contexto, se le sumó la fuerte presencia y popularidad de la televisión, que
ganaba por ser dinámica, descriptiva y con un relato en movimiento. Esta pelea,
también se dio en el plano económico: el televisor llevó a la radiofonía a cifras
mínimas en los presupuestos publicitarios. La radio, solo pudo avanzar cuando
empezó a ser producida.
Así se consolidó el reinado del disco y la música en radio, para ellos hubo
dos factores importantes: la pérdida de las actuaciones en vivo y el crecimiento de
las industrias discográficas. Se comenzó por traer música popular norteamericana,
idea que funcionó muy bien durante un lapso, ya que se empezó a facturarle a las
compañías para suplir las publicidades en los meses trágicos. Sumado a esto, se
hicieron populares las coimas, donde los profesionales recibían bonificaciones por
promocionar a determinados artistas.
Otro gran avance, fue el primer programa grabado ("La Cabalgata musical
Gillette") con comerciales ambientados. La Sociedad Argentina de Locutores
impedían hasta entonces que se grabaran los comerciales, para preservar la
fuente de trabajo de los profesionales de la voz.
En 1966, se transmitió el último mundial por radio. Se hacía difícil captar la
atención de la gente con el avance de la tv. A raíz de esto, se optó por buscar un
lenguaje más creativo y moderno, incorporando el sonido, la música, la
compaginación, los efectos y los textos. Un buen ejemplo de esto fue Rapidísimo,
programa de Héctor Larrea que abrió la participación de los oyentes a través de
los mensajes telefónicos.
Ya en 1969, la radio volvió a decaer: no había un buen caudal publicitario.
Jorge Cané recuerda esta época con una gran anécdota. Invita a los grandes
publicistas de Buenos Aires a dar un paseo en barco y de un momento a otro,
cortan la luz y una voz en off dice: "Señores, esto es un secuestro. Tienen muy
descuidada a la radio, exigimos un rescate: que se comprometan a apoyarnos
publicitariamente, pero en particular a Radio Belgrano."
Década del 70: Un mensaje nuevo suena en la radio
Se superó el complejo de inferioridad con respecto a la televisión: se
3. comenzó a valorizar la mañana (hasta ese momento un espacio en desuso) con la
lectura de diarios, había opiniones y gente que iba a conversar frente al micrófono
y la noche se usaba como espacio para pensar y dialogar. Julio Lagos fue uno de
los grandes impulsores del "diario charlado", donde en dos bloques de 15' hacía
una lectura calma y con buena dicción de las noticias.
A través de una cadena Nacional, en 1974 se anuncia la muerte de Perón y
se participa del duelo por más de una semana, con silencios sonoros y
transmisiones en cadena.
Luego de Perón, crece la violencia política: los montoneros secuestraban y
asesinaban líderes políticos, ministros, comandantes, etc. A la par de esto, se
obliga a las radios a pasar 75% de música nacional y 25% internacional.
Magdalena Ruiz Guiñazú recuerda: "Si no demostrabas con claridad ser adictos al
gobierno podías llegar a sufrir represalias personales y profesionales."
Un 24 de marzo de 1976, por cadena de radio y televisión, los argentinos se
enteraban que una vez más, los militares se habían apropiado del poder. Se inició
una larga serie de censuras, cuidados en los mensajes, llamados de atención,
levantamiento de programas, clausura de emisoras, prohibiciones y una
importante cantidad de temas y personas de los que "por órdenes de superiores"
no se hablaba.
A falta de noticias políticas, la radio se hacía abundante eco de novedades
deportivas. Así fue que el 25 de junio de 1978, el seleccionado de fútbol logró por
primera vez un título mundial que tajeó en dos al año. Ninguna emisora disimuló la
victoria aun que los periodistas especializados tenían prohibido hablar mal de la
Selección desde el punto de vista técnico.
Para finalizar, Féliz Luna calificó la década del 70 como la peor de la
Argentina. A partir de esta etapa, las radios comienzan a perder identidad y
adoptan una inquietante uniformidad.