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Iso 3166
1. La norma ISO 3166 y los dominios:
Es conocido que los nombres de dominio de primer nivel presentan una
importante y principal división, entre los dominios internacionales genéricos de
tres letras (.com, .net, .org e .int; aunque es predecible que en breve se crearán
más), y los dominios territoriales de dos letras o, en inglés, Country Code Top
Level Domains (ccTLD's), correspondientes a los territorios geográficos
definidos en la norma ISO 3166.
Son numerosos los documentos explicativos del sistema de Nombres de
Dominio que, a la hora de abordar el tema de los ccTLD's, hacen referencia a
la indicada norma ISO 3166, señalando como los dominios territoriales están
formados por el código de dos letras de la norma ISO 3166, de conformidad
con lo dispuesto en el RFC 1591 (Request For Comments, documentos
informativos públicos utilizados en Internet con la intención de convertirse en
estándares o de reglamentar algún esquema de operación de redes,
informática o sistemas). Y en la mayoría de las ocasiones, ahí se termina la
explicación de la norma ISO 3166, sin especificar mayores detalles.
Su existencia se debe a la ISO, que le confiere la primera parte de su nombre,
y que es el nombre corto con el que se conoce universalmente a la
"International Organization for Standardization". En principio, podría pensarse
que ISO corresponde a las iniciales de la mencionada entidad, pero, obsérvese
que de verificarse esa correspondencia el nombre de la organización debería
ser "IOS", y no ISO.
Por tanto, ISO, en contra de lo que pudiera parecer, no son las iniciales de la
indicada organización, sino que es una palabra derivada del vocablo griego
"iso" (iso), que significa "igual", y constituye la raíz del prefijo "iso", incluido en
numerosos términos tales como "isotermo" (de igual temperatura) o "isofonía"
(igualdad de sonoridad). El nombre ISO es utilizado para designar a la
organización, evitando así la diversidad de abreviaturas a que darían lugar las
traducciones de "International Organization for Standardization" a los diferentes
idiomas oficiales de sus miembros (por ejemplo, IOS en inglés u OIN en
francés). Por ello, con independencia del país, la abreviatura o nombre corto de
la organización será siempre ISO. En español, suele traducirse domo la
Organización Internacional de Normalización o Estandarización. El Diccionario
de la Real Academia, en su edición de 1.992, no incluía el término
"normalización", si bien ha sido recientemente admitido por la RAE y la próxima
edición del diccionario contará con dicho término. En cambio el diccionario sí
contiene el de "estandarización", como derivado de estándar (anglicismo
incorporado a nuestro vocabulario ordinario). Siendo puristas con nuestra
tradición léxica, quizás el término "tradicional" más apropiado para el fenómeno
de la estandarización, de los incluidos en el diccionario comentado, sea el de
"tipificación", acción de tipificar (con raíz latina en el vocablo "tipicus", que a su
vez procede del griego "tup†kÕ$"); no en vano, la Real Academia define
tipificación como la acción y efecto de "ajustar varias cosas semejantes a un
tipo o norma común
2. Puede que sea ya demasiado tarde para despojar, en su acepción jurídica, los
matices penales o sancionadores que transmite el vocablo tipificación, con el
fin de utilizarlo para la actividad descrita, pero no pasaría nada por que la ISO
se nombrara en español como la Organización Internacional de Tipificación.
Esta entidad se fundó en 1.946, con la participación de 100 países, a fin de
establecer pautas de tipificación en infinidad de sectores, sobre todo industrial,
entre sus participantes. Muchos países tienen organizaciones nacionales de
normalización, como la "American National Standars Institute (ANSI), que
participan y contribuyen al trabajo que desarrolla la ISO. En España, la
organización análoga sería AENOR (Asociación Española de Normalización y
Certificación).
La ISO, desde su fundación, ha contribuido enormemente al desarrollo de
estándares que hacen la vida mucho más cómoda, sobre todo a los que se ven
obligados a cambiar de residencia de un entorno a otro. En palabras de Vicente
Alvarez García, "la normalización es un útil servicio de la sociedad que
pretende ayudar a simplificar o a facilitar las relaciones de sus miembros entre
sí y, de este modo, a obtener una mayor calidad de vida." Para los fabricantes
de productos, la normalización constituye un requisito imprescindible para
poder beneficiarse verdaderamente de la globalización y poder pasar de
distintas producciones locales a un planteamiento integral de la actividad de
fabricación; y el ciudadano de a pie, reconozcámoslo, también se beneficia, al
fijar unos mínimos de calidad y asegurar la adecuada interacción y
compatibilidad de los productos.
Pues bien, con el objeto principal de tipificar de forma universal los orígenes y
destinos de los medios de transporte internacionales se crea la norma ISO
3166. Básicamente, la norma consiste en un tabla que relaciona los territorios
geográficos definidos (que, aunque inspirados en la división por Estados, no se
corresponde exactamente con la misma, como prueba la existencia de algunos
códigos como el "gb" destinado a la colonia británica en España "Gibraltar"),
con unos determinados códigos de letras o números.
ISO 3166 es un estándar que codifica los nombres de países y áreas
dependientes y sus principales subdivisiones.
• ISO 3166-1, códigos para países y áreas dependientes, publicado por
primera vez en 1974.
o ISO 3166-1 alfa-2, códigos de países de 2 letras.
o ISO 3166-1 alfa-3, códigos de países de 3 letras.
o ISO 3166-1 numérico, códigos de países de 3 números.
• ISO 3166-2, códigos de las principales subdivisones de países o áreas
dependientes.
• ISO 3166-3, códigos sustitutos de los ISO 3166-1 alfa-2 que han
quedado obsoletos.