1. EL MUNDO / AÑO XXV / MARTES 8 DE JULIO DE 2014 INNOVADORES 3
N
uevos modelos de econo-
mía verde para combatir
el desempleo juvenil. És-
ta es la divisa del último
proyecto conjunto de la Obra Social
La Caixa, el Departament de Terri-
tori i Sostenibilidat de la Generali-
tat de Catalunya y el Servei d’Ocu-
pació de Catalunya para combatir
una problemática que afecta ya a
un 55% de los jóvenes españoles de
entre 18 y 30 años. Instituciones,
empresas y el tercer sector comien-
zan a advertir, según los impulsores
del proyecto Innovaciones para
crear ocupación juvenil a la econo-
mía verde, que éste es un nicho con
un gran potencial para combatir el
paro. «Por cada empresa tradicional
se crean tres dedicadas a la econo-
mía verde», precisa Josep Ollé, di-
rector del Área Social de la Funda-
ció La Caixa.
Con el propósito de encontrar
ejemplos exitosos de innovación so-
cial importables a Cataluña, la agru-
pación de emprendedores Upsocial
ha estudiado 198 iniciativas de todo
el mundo y ha seleccionado 21 –en
su mayoría de Europa y Estados
Unidos, pero también algunas de
Latinoamérica y una de Australia–
que ha presentado a un jurado com-
puesto por representantes del mun-
do de la empresa, de las institucio-
nes públicas y del tercer sector. El
CEO de Upsocial, Miquel de Palade-
lla, describe los tres criterios clave
de selección: «Buscamos iniciativas
que cubran la dimensión social y
ayuden a combatir el paro juvenil; la
medioambiental, para mitigar el im-
pacto del cambio climático; y la eco-
nómica, que dé a las innovaciones
ingresos que hagan el modelo soste-
nible y escalable para crecer más rá-
pido que los problemas».
Los tres proyectos seleccionados
por el jurado, que fueron presenta-
dos el pasado miércoles en el Palau
Macaya de Barcelona, son La Ruche
qui dit Oui!, Bould y Regionalwert
AG, tres iniciativas enfocadas al sec-
tor agrícola y al de la construcción.
Bould aborda la cuestión de la efi-
ciencia energética de los edificios y
se dirige, según De Paladella, «a
aquellas personas que abandonaron
el sistema educativo porque vieron
muchas oportunidades en el mundo
de la construcción». Shane Gring,
impulsor del proyecto, explica que a
pesar de graduarse el primero de su
clase en 2009 y contar con buenas
recomendaciones, no atrajo la aten-
ción de las principales firmas arqui-
tectónicas de EEUU, su país de ori-
gen. «Carecía de lo que la industria
necesitaba: experiencia en proyec-
tos reales», concluye. Por ello creó
Bould, que siguiendo el modelo de
hackathon, ofrece formación prácti-
ca a estudiantes y profesionales pa-
ra trabajar en el diseño de edificios
eficientes.
La Ruche qui dit Oui! –la Colmena
que dice sí, en español– es un siste-
ma de intercam-
bio directo entre
pequeños agricul-
tores ecológicos y
comunidades de
consumidores ba-
sado en una plata-
forma web y en
encuentros físicos
en lugares llama-
dos «colmenas»,
parecidos a mer-
cadillos. Su crea-
dor, el diseñador
industrial francés
Guilhem Chéron,
resume así su pro-
pósito: «cambiar
la agricultura y el
modelo agrario a
través de Inter-
net». Muchos
agricultores no
pueden subsistir
económicamente
a causa de los pre-
cios que dictan los
grandes minoris-
tas. La Colmena que dice sí aprove-
cha la red para crear comunidades y
poner en contacto al pequeño agri-
cultor con el consumidor que busca
productos de calidad. «Comer bien y
crear vínculos sociales amplios», re-
sume Chéron. O «comunidad, agri-
cultura y encuentros», como dice
Shaina Machlus, cofundadora de la
primera colmena de España.
Regionalwert AG, al igual que la
iniciativa de Chéron, afronta un pro-
blema que afecta a la agricultura
tradicional. Christian Hiss, fundador
y CEO de la empresa, explica que
en los últimos años la mitad de las
granjas del estado alemán de Ba-
den-Württemberg, de donde proce-
de, han cerrado sus puertas porque
requieren grandes inversiones y
ofrecen pocos beneficios. Su receta
para cambiar la tendencia pasa por
Regionalwert AG, una empresa que
capta inversores particulares para
las granjas y facilita que los agricul-
tores accedan a la financiación, el
material y los terrenos que necesi-
tan para llevar a cabo su trabajo. La
clave: «Los accionistas y las peque-
ñas empresas comparten los benefi-
cios y los riesgos», explica Hiss, que
es miembro de Ashoka, una entidad
sin ánimo de lucro que se dedica a
fomentar la emprendeduría social.
Durante los seis próximos meses,
las tres iniciativas buscarán socios
locales con la ayuda de Upsocial y
tratarán de adaptarse al mercado
catalán. «Copiar y pegar no funcio-
na. Tenemos que buscar nuestra
propia réplica», dice De Paladella.Christian Hiss, Guilhem Chéron y Shane Gring en el patio del Palau Macaya. / ANTONIO MORENO
> EMPLEO
Iniciativas verdes
para transformar
mercados y frenar
el paro juvenil
Tres empresas sociales con éxito llegan a
Barcelona desde Alemania, Francia y EEUU
en busca de socios locales para cambiar
el modelo productivo. PorÀlexClaramunt
rciaGarcia.Prohibidasureproducción.