1. TLC MADE IN CHINA
Mario Alejandro Valencia, analista de Cedetrabajo y miembro de Recalca y Reclame.
Bogotá, 16 de mayo de 2012
El reciente debate sobre la posibilidad de negociar un tratado de libre comercio entre
Colombia y China, el número 17 que negociaría el gobierno nacional, brinda la opción de
analizar si las ideas del ‘Estado mínimo y mercado máximo’, en las que se enmarcan los
TLC, y que emprendió Colombia en 1990, han sido provechosas o lesivas para esta
sociedad.
En los numerosos análisis realizados durante 33 años por el Centro de Estudios del Trabajo,
nunca hemos planteado una posición contraria a que Colombia tenga relaciones comerciales,
sociales, políticas y culturales con el mundo en general y también con países desarrollados.
Incluso con aquellos que en términos de infraestructura, desarrollo y competitividad nos
llevan una ventaja evidente en un buen número de aspectos. Hemos repetido
persistentemente que sería un absurdo oponerse a que Colombia realice importaciones, por
ejemplo, de computadores que no produce. Sin embargo, ningún país dirigido seriamente, es
decir pensando en el futuro, cerraría con un acuerdo internacional la posibilidad de que un
día su industria y sus trabajadores fabriquen esos computadores. Opción agotada, como se
ha demostrado contundentemente, con los compromisos que en materia de protección a la
inversión extranjera contienen los tratados de libre comercio.
El pensamiento económico predominante durante los últimos 236 años, que surgió como
tesis sobre la “naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”, predica que los pueblos
debemos propiciar la mayor libertad de mercado posible. “No hacer en casa lo que cuesta
más caro que comprarlo”, rezaba Adam Smith, el padre de la economía. Más adelante, sin
mayor evidencia histórica, David Ricardo planteó que las naciones debían especializarse en
la producción de aquellos bienes en los que fueran más eficientes; es decir, en los que
usaran la menor cantidad de mano de obra. Así, por ejemplo, si Inglaterra es muy eficiente
produciendo paños y Portugal lo es en vinos, entonces ¿para qué rayos Inglaterra se va a
desgastar fabricando vinos si los puede importar de Portugal y viceversa? Parece obvio,
¿verdad?. Si seguíamos esto, según Ricardo, el mundo sería un lugar maravilloso donde
todos se beneficiarían del comercio.
Hoy ese mundo soñado por Ricardo tiene casi 1.300 millones de personas viviendo con
menos de 1,25 dólares al día1 y más de 1.200 millones en condición de hambre. Para el 2006
el 1% de la población concentraba el 40% de la riqueza total del planeta y la crisis actual no
ha mejorado esta condición.
Entonces, ¿qué salió mal? Unos países no hicieron caso a las doctrinas de Smith, Ricardo y
Friedman, y simplemente tomaron la decisión de producir no lo que fuera más eficiente, sino
lo que tuviera más valor de mercado. El resultado: 9 de esos ‘renegados’ controlan la mitad
del comercio mundial de mercancías, encabezados por China, Estados Unidos, Alemania y
Japón (Tabla 1). Además, 65 de cada 100 dólares en mercancías que exportaron los países
de la Unión Europea van a dar a otros países del mismo bloque. El 40% de las mercancías
que exporta Estados Unidos se vendieron a las otras 8 economías y el 52% de las
1
Global Poverty Indicators. Worldbank. Disponible EN: http://povertydata.worldbank.org/poverty/home
2. exportaciones manufactureras de Asia se dirigieron a esos mismos países. Finalmente, 3/4
partes de las ventas de los países con mayor comercio mundial consistieron en bienes
manufacturados con alto valor agregado2, que además compiten entre sí. Explico: buena
parte de ese comercio consiste en que Estados Unidos le vende carros a Europa y éste a su
vez le vende carros a Estados Unidos. Pero no para allí: para colmo, Estados Unidos
subsidia a su industria automotriz y Europa hace lo mismo. En definitiva, son unos
‘dinosaurios’ que no entendieron cómo funciona el mercado.
Tabla 1. Principales países en el comercio mundial de mercancías, 2010
Países % del Total
China 10,4
Estados
Unidos 8,4
Alemania 8,3
Japón 5,1
Holanda 3,8
Francia 3,4
Corea del Sur 3,1
Italia 2,9
Bélgica 2,7
Total 48,1
Fuente: Organización Mundial del Comercio
La mayoría de países que sí lo entendieron, no participan significativamente del comercio
mundial y como consecuencia de hacerle caso a Ricardo, no producen manufacturas con
valor. No obstante, paradójicamente estos países han dedicado una buena parte de su
economía al comercio internacional. Es el ejemplo de Angola, Maunitania, Guinea Ecuatorial,
entre otros, si se analizan sus exportaciones como porcentaje de la producción total (Tabla
2).
Tabla 2. Exportaciones de mercancías como porcentaje del Producto Interno Bruto
Países % del PIB
Angola 48
Maunitania 48
Guinea
Ecuatorial 48
Lesotho 44
Cambodia 42
Rep Dem.
Congo 37
2
International Trade Statistics 2011. World Trade Organization. Disponible EN: www.wto.org
3. Fuente: Organización Mundial del Comercio.
¿Cómo participan estas naciones en el comercio mundial? Venden petróleo, diamantes, oro,
café, cobre y otros minerales a países como China, Estados Unidos, Alemania, Francia, India
y otros. La mayoría de esos países obedientes hacen parte del club de los más pobres del
planeta.
Analicemos nuestro propio caso. Colombia siguió al pie de la letra las doctrinas del “libre
mercado” a partir de 1990. Se especializó en aquello en lo que es más eficiente, es decir, lo
que requiere menos mano de obra: monocultivos tropicales y recursos naturales no
renovables. El resultado: la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, es decir, aquella que
mide todos los ingresos y egresos, acumula un saldo negativo por 40.632 millones de dólares
entre 2001 y 2011. La del último año, como se observa en la Tabla 3, fue negativa en 9.980
millones de dólares3, la más alta en la historia del país, sólo comparable a la suma del
balance de esta cuenta entre 1970 y 1993. ¿Qué significa esto? Primero, que las cosas no
están mejorando. Segundo, que en los últimos 41 años, solo en 11 hemos tenido balance
positivo. En las 3 décadas restantes, el país no ha sido capaz de conseguir el dinero
suficiente para equilibrar sus gastos externos ¡30 años en rojo! Se preguntarán los lectores
¿cómo hemos hecho para financiar este desbalance? La respuesta es sencilla, como en
cualquier economía familiar: vendiendo todo, trabajando más por menos ingresos,
incrementando las ventas de nuestro factor más abundante: recursos naturales y, por
supuesto, aumentando la deuda externa. Hoy es de 76.519 millones de dólares4 cuando en
el año 2001 era de 33.000 millones, menos de la mitad5.
El resultado para Colombia en sus relaciones económicas internacionales no es la de los
discursos del presidente y sus ministros, ni los anuncios de los grandes medios de
comunicación, mucho menos los mitos sobre Colombia como potencia exportadora; son las
cifras y estas muestran al país como un perdedor neto del mercado global. En contabilidad
de 8° de bachillerato se enseña que no solo hay que mirar los ingresos, sino los egresos.
Tabla 3. Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos de Colombia, 2001-2011
Millones
Año
USD
2001 -1.077
2002 -1.296
2003 -979
2004 -911
2005 -1.886
2006 -2.988
3
Cuenta Corriente Balanza de Pagos. Banco de la República. Consulta: 10 de mayo de 2012. Disponible EN:
http://banrep.gov.co/series-estadisticas/see_s_externo.htm#pagos
4
Portafolio, 4 de mayo de 2012. Disponible EN: http://www.portafolio.co/economia/deuda-externa-llego-us-76519-
millones-enero
5
Viabilidad de la deuda externa colombiana. Sergio Clavijo, mayo de 2001. Disponible EN:
http://www.banrep.gov.co/docum/ftp/borra179.pdf
4. 2007 -1.096
2008 -6.699
2009 -4.960
2010 -8.760
2011 -9.980
Fuente: Banco de la República.
Con este escenario se implementará el TLC con Estados Unidos el 15 de mayo y se anuncia
la negociación de uno con China, la primera potencia exportadora del planeta. Sin “libre
mercado” con China ya estamos inundados de sus mercancías, que compiten con moneda
devaluada y salarios paupérrimos. China tiene 8 TLC firmados y 5 bajo negociación; el de
Costa Rica y Perú son muy similares en su estructura a los de EE.UU. y el capítulo de
inversiones del peruano es casi idéntico al del TLC Colombia-EE.UU. Obviamente lo que el
gobierno no dice del comercio con China es que de los 1.989 millones de dólares que les
vendimos en el año 2011, el 84% eran productos primarios: petróleo, ferroníquel, carbón y
café, en ese orden. Sólo 269 millones fueron industria básica6. Mientras tanto, las
importaciones fueron por 5.027 millones de dólares, de las cuales 4.977 millones, el 99%7,
corresponden a compras industriales, especialmente de maquinaria y equipo, estructura que
se mantendrá aún sin TLC. ¡Hagan sus apuestas!
Algunos piensan que el desarrollo de las naciones es un suceso fortuito sin ninguna
planeación o historia, resultado exclusivamente de lo que pueden ser ‘ideas brillantes’, sin
soporte material. Como pensar, aunque no exista un solo estudio que lo demuestre, que un
TLC beneficia a la economía del país pobre. Lo grave es que estas posiciones se vuelven
discursos políticos muy bien elaborados, que calan en la población y se repiten sin que las
personas lleguen a controvertir su validez. Hoy cuestionar el “libre comercio” más que una
herejía es una bobería, así quienes lo defiendan no tengan una sola prueba de su éxito.
China es un buen ejemplo de ello. La propaganda ha hecho creer que su ‘milagro’ es el de
las exportaciones, camino que deberá seguir Colombia sin cuestionamientos. Esto se repite
aún cuando el 83% de lo que China produce se vende en su mercado interno8.
Entonces, ¿qué debe hacer Colombia? Frecuentemente me hacen esta pregunta en
conferencias y eventos académicos. Como profesor cito a los economistas de las más
destacadas universidades del planeta, cuestionándose permanentemente las verdades
incontrovertibles del “libre comercio”. Replico la carta de los estudiantes de Harvard al
profesor Gregory Mankiw, quienes se retiraron de su clase objetando que se enseñen las
mismas teorías que hoy tienen sumido al mundo en la peor crisis económica de la historia.
Ellos han demostrado el fracaso teórico y práctico del fundamentalismo de mercado. Como
ciudadano les digo que la única salida es movilizarse, como lo hicieron los Ocuppy, los
Indignados y la Mane.
6
Fuente: Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia. Disponible EN:
https://www.mincomercio.gov.co/publicaciones.php?id=10438
7
Ibid.
8
The World Factbook. Central Intelligence Agency. Disponible EN: https://www.cia.gov/library/publications/the-world-
factbook/geos/ch.html