1. INTRODUCCION
La dinámica económica mundial y el proceso de globalización han llevado a que cada
vez con mayor frecuencia se negocien acuerdos comerciales entre países. Estos
acuerdos les permiten a los ciudadanos de un país adquirir bienes y servicios a
menores precios y venderlos en mejores condiciones. Así mismo, incrementan el
bienestar de la sociedad a través del disfrute de menores precios, mejor calidad y
mayor variedad de bienes y servicios en su propio mercado.
El TLC (Tratado de Libre Comercio), busca ampliar los mercados para promover el
crecimiento y el desarrollo del país mediante el aumento de las exportaciones y el
mejoramiento de la productividad.
2. TLC ENTRE COLOMBIA Y ESTADOS UNIDOS
1. ¿Cuál será el futuro del TLC y de que le sirve a Estados Unidos como socio
comercial a Colombia?
Luego de haber entrado en vigencia el TLC Colombia-Estados Unidos el 15 de mayo
de 2012, se prevee un nuevo y más grande impulso al fortalecimiento de la economía
para ambos países; siendo para Estados Unidos la oportunidad de duplicar sus
exportaciones atravéz de su gran economía, ya que es considerada una de las
mayores del mundo y una de las más poderosas en cuanto a tecnología se refiere,
aprovechando así Colombia estas importantes características para obtener una
ampliación de acceso a su mercado más importante.
Para Estados Unidos, Colombia es un nuevo mercado para la expansión de sus
Exportaciones y que este a su vez representa opciones de nuevos productos
importados a precios más competitivos que favorecen a sus consumidores, teniendo
en cuenta que este país es el mayor importador del mundo.
2. ¿Cuáles son los verdaderos beneficios del TLC, si los hay?
El TLC es un tema muy amplio y de mucha controversia ya que, para algunos
expertos en el tema traería verdaderos beneficios y para otros traería perjuicios.
Desde esta perspectiva se debe tener muy presente que los TLC no son solo
comercio, estos otorgan mayores garantías y reglas estables para la inversión que
es el factor común de los países que han crecido con exportaciones y que han dado
importantes saltos en materia de desarrollo económico y social.
También es importante resaltar que los TLC no generan cambios por sí mismos,
simplemente abren oportunidades que los países pueden o no aprovechar, es decir,
por si solos no transformarán al país, deben ser trabajados en forma conjunta entre
el sector público y privado para que el país asuma los compromisos y aproveche al
máximo sus beneficios. Estamos hablando de la ejecución de una verdadera
estrategia de competitividad.
Algunas de estas oportunidades generadas serian:
Permiten a los empresarios expandir el mercado nacional
3. Generar empleo e importantísimos ingresos para el país
Aumentar las exportaciones
Mejorar las relaciones con otros países
Ser más competitivos
Producir más a menores costos
Eliminación permanente de aranceles
En definitiva, el TLC implicará un aumento muy significativo del comercio y del grado de
apertura de la economía colombiana teniendo sólo en cuenta su impacto y sin
contabilizar todas las potencialidades en términos de surgimiento de nuevas
actividades. Incluso en un escenario conservador, también implicará un incremento en
el comercio de servicios y en los flujos de IED. El tratado también significará un cambio
del patrón del comercio del país, concentrándose aún más en el mercado
norteamericano a costa de otras naciones, e incrementando su grado de apertura frente
a esta nación.
Puesto que la dependencia excesiva del comercio en un solo mercado puede implicar
dificultades, como ha sucedido en el caso mexicano, lo más aconsejable es que una
vez terminado este acuerdo, el país busque realizar acuerdos similares con otras
naciones. Con ello, no solamente se evita la conformación de un patrón dependiente de
un solo mercado, sino que se elimina el efecto de desviación de comercio con Estados
Unidos.
Aún teniendo en cuenta estos aspectos no tan positivos, este acuerdo le permitirá a la
economía colombiana avanzar en el proceso de inserción en la economía mundial,
aumentar su grado de apertura, redefinir su estructura productiva en mayor
concordancia con sus ventajas comparativas, lograr ganancias de eficiencia y
productividad, y mejorar el bienestar de los colombianos a través de una ampliación de
sus opciones de escogencia como consumidores y de la adquisición de bienes y
servicios a menores costos.
3. ¿A qué atribuye usted las diferentes variables sobre la aprobación del TLC?
4. 4. ¿Tiene Colombia un verdadero liderazgo para la consolidación del TLC?
5. ¿Esta Colombia preparada para asumir los retos del TLC?
La preparación para afrontar el TLC con Estados Unidos es un proceso que no
termina. En los últimos años, el país ha hecho grandes esfuerzos por medirse a la
talla de este reto. Las empresas, por ejemplo, cada vez le están apostando más a la
innovación, y han realizado grandes inversiones para aumentar capacidad y ser más
competitivas en los mercados internacionales. A modo ilustrativo, encontramos que
la tasa de inversión en Colombia pasó de cerca de 15% del PIB en 2000 a casi 30%
el año pasado. Por su parte, el gobierno nacional también ha llevado a cabo
reformas e inversiones cruciales por mejorar la competitividad y preparar al país
para este gran desafío. Reformas en materia regulatoria, tecnológica, educativa,
social, de seguridad, entre otros. Ahora bien, es indiscutible que queda todavía
mucho por hacer.
Es claro que quedan todavía muchas tareas pendientes. Tenemos que mejorar la
eficiencia en las aduanas, y fortalecer instituciones como el Invima e ICA para
agilizar los procedimientos sanitarios y fitosanitarios. Todos los países
latinoamericanos que han suscrito Tratados con Estados Unidos han realizado un
importante esfuerzo en fortalecimiento institucional en estos frentes. Necesitamos
también ejecutar las obras críticas de infraestructura de carreteras y hacer las
adecuaciones necesarias en puertos, para así llevar nuestros productos más rápido
y a menores costos al mercado norteamericano. Así mismo, será clave avanzar en
cobertura, calidad y pertinencia educativa de manera que desarrollemos las
competencias y destrezas necesarias para los retos del futuro.
La preparación del país para aprovechar los acuerdos comerciales es un proceso
que no termina, y en el que Colombia ha venido progresando sustancialmente en los
últimos años. En este sentido, los esfuerzos de hoy para aprovechar el TLC con
Estados Unidos son también esfuerzos para aprovechar acuerdos comerciales con
otros países como los de la Unión Europea, Corea, Turquía y Japón.
6. ¿A su juicio que es lo que está pasando en este juego del TLC del Estados
Unidos con respecto a Colombia?
5. ……………………………………………………………………………………….
Ahora sí arrancó el TLC
Después de ocho años de que los gobiernos de Colombia y Estados Unidos emprendieran las negociaciones
para un acuerdo de libre comercio entre los dos países – el 18 de mayo de 2004- por fin se hará realidad
cuando este 15 de mayo se envíe el primer contenedor hacia el país del norte bajo las nuevas condiciones
comerciales.
El acuerdo tuvo que sortear múltiples obstáculos antes de que se convirtiera en una realidad por las posiciones
radicales de los principales opositores en las dos naciones. En el caso de los Estados Unidos las principales
críticas vinieron de los sindicatos que cuestionaban las deficientes condiciones en las que trabajaban millones
de colombianos así como la falta de garantías para los sindicalistas, muchos de los cuales habían sido
asesinados. En Colombia los principales cuestionamientos vinieron de los productores del sector agropecuario
que advirtieron sobre el grave impacto que tendría el acuerdo para sectores como el maíz, el arroz, la carne y
el pollo. La industria farmacéutica nacional también protestó por los beneficios otorgados a las multinacionales.
A pesar de que las negociaciones se cerraron en 2006 el TLC permaneció congelado casi cinco años en el
Congreso de Estados Unidos y varias veces estuvo a punto de hundirse. Pero el año pasado logró destrabarse
y finalmente el 13 de octubre el parlamento de esa nación le dio luz verde. Ahora, siete meses después es por
fin una realidad.
El acuerdo es importante para Colombia porque Estados Unidos es su principal socio comercial. A esa nación
se dirige más del 40 por ciento de las exportaciones colombianas – alrededor de 17.000 millones de dólares-.
Colombia, por su parte, le compra alrededor de 11.000 millones de dólares al año. Además, el país del norte
sigue siendo la principal potencia mundial con un mercado de 310 millones de consumidores con un gran
poder adquisitivo – El PIB per cápita es de 47.700 dólares-. Con la entrada en vigencia del TLC la mayoría de
productos nacionales podrán ingresar a ese mercado con cero arancel, es decir, no pagarán impuestos.
Diversos análisis sostienen que los sectores que podrían verse más beneficiados son textiles y confecciones,
azúcar, flores, frutas y hortalizas, biocombustibles, café, entre otros, en los que Colombia tiene ventajas
competitivas.
El gobierno espera que con el acuerdo se generen inicialmente 380.000 nuevos empleos, que la economía
crezca por año 0,5 por ciento adicional, que se mejore la competitividad de las empresas¬, que aumente la
inversión extranjera y que se tripliquen las exportaciones en los próximos cinco años. En Colombia, el acuerdo
llega en momentos en que la economía crece a tasas cercanas al 6 por ciento anual, en que las exportaciones
están en niveles récord con 56.000 millones de dólares y cuando la inversión extranjera va en aumento.
Pero no todo es color de rosa. También llegarán con cero arancel miles de productos de Estados Unidos que le
harán una gran competencia a la industria nacional. Uno de los sectores en donde hay mayor preocupación es
el agrícola ante el ingreso masivo de pollo, con 26.000 toneladas, productos lácteos, arroz, con 79.000
toneladas, carne, maíz, fríjol, entre otros productos. Varios de estos sectores le están pidiendo al Ministerio de
Agricultura adoptar medidas de protección que eviten su desaparición.
Algunos analistas sostienen que el problema es que el país no se preparó con anticipación para afrontar esta
competencia que se veía venir hace ocho años cuando despegó el proceso de negociación. Los sectores no se
modernizaron ni se diversificó la oferta exportadora. Sergio Clavijo, director de Anif, ha señalado que la
tardanza en la ratificación del TLC con Estados Unidos hizo perder un tiempo precioso en la consolidación de
un sector exportador mejor balanceado, mientras que el presidente de Analdex, Javier Díaz, dice que ahora
cuando llegó el momento de poner en marcha el acuerdo nos damos cuenta de que nos cogió la noche, que
nos demoramos demasiado, que nos faltan muchas cosas por adecuar internamente. Se refiere al gran atraso
en la modernización de las aduanas y, especialmente, en la infraestructura vial del país. Sin carreteras
6. adecuadas será muy difícil llevar una mayor oferta exportadora hacia los puertos y de allí a Estados Unidos y si
se hace será con mayores costos para los empresarios nacionales.
Pero otros aseguran que el TLC será un pretexto para que el país progrese y se desarrolle y para que por fin
se hagan las megaobras que han estado pendientes por décadas, para que se mejore la infraestructura, se
amplíe la capacidad de los puertos y aeropuertos y para que los empresarios sean más competitivos. En
general afirman que abre un potencial amplio para que Colombia se transforme. Es la mejor excusa para dar
un salto al siglo XXI, para elevar el nivel educativo de los colombianos; cerrar la brecha que el país mantiene
en invocación, ciencia y tecnología; ampliar la oferta exportable y generar empleo. Si se hacen bien las cosas,
paradójicamente también el sector agropecuario, que se siente amenazado, se puede convertir en un gran
motor de crecimiento, como ya está sucediendo en Perú, así no todo sea por efecto del TLC.
Desde el punto de vista político, los países que tienen TLC con Estados Unidos han fortalecido esta relación
bilateral, que para cualquier país es crucial. Incluso México, país que tuvo siempre una actitud de amor y odio
hacia el coloso del norte, se ha convertido en un estrecho socio. Colombia tiene sólidos lazos diplomáticos con
Washington, en especial desde la existencia del Plan Colombia desde hace una década. Con los intereses que
se fortalecerán entre los empresarios de cada país, el matrimonio tendrá una suerte de blindaje frente a los
sube y baja de otros tiempos.
El gobierno Santos tiene un gran desafío. Tendrá que mostrar su capacidad de ejecución y liderazgo para
coordinar la transformación de la estructura productiva en muchos sectores, implementar reformas y
modernizar las instituciones. Si el país aprovecha esta oportunidad que da el TLC, la espera habrá valido la
pena. De lo contrario, se podría convertir en una de las mayores frustraciones y una verdadera amenaza para
aquellos empresarios que no dieron el salto para ser más competitivos.
MODERNIZAR LAS ADUANAS, EL ICA Y EL INVIMA
Las aduanas tendrán que modernizarse. Ya no hay excusas para las demoras en el despacho de mercancías, que
se tardan varios días, ni para la puesta en marcha de nueva tecnología. Las aduanas colombianas tienen el inmenso
reto de movilizar de manera eficiente las millones de toneladas de mercancías que salen y ingresan al país sin
mayores traumatismos. Pero hasta el momento sólo la aduana de Cartagena está preparada para esta
responsabilidad. En las demás se necesitará una gran labor para ponerlas a tono y para que puedan controlar los
contingentes (cupos) de productos procedentes de Estados Unidos. Pero también están pendientes grandes
transformaciones en el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el Invima. El primero debe fortalecer los programas
sanitarios y fitosanitarios y el segundo tendrá que agilizar lo relacionado con patentes.