La basílica de San Ambrosio en Milán data de los siglos IV al XII. Alberga importantes obras de arte bizantino como mosaicos en el ábside de los siglos IV-VIII que representan a Cristo entre santos, y una serpiente de Moisés del siglo X. También contiene capiteles del siglo VI, un altar dorado del siglo IX, y un púlpito del siglo XII situado sobre el sarcófago de Stilicio.