La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva que recubre el ojo y puede ser causada por bacterias, virus u otros factores. Los síntomas incluyen enrojecimiento, secreción, picazón y lagrimeo. Aunque suele ser leve, en raras ocasiones puede causar daño ocular permanente. Se recomienda visitar al médico para determinar el tratamiento adecuado, que puede incluir antibióticos, gotas antiinflamatorias o nada para las causadas por virus. Es importante completar el tratamiento y evitar contagiar a
1. Tal vez creas que eres demasiado mayor para contraer una infección del ojo denominada conjuntivitis, que se
presenta con el síntoma característico del enrojecimiento del ojo. La conjuntivitis se suele relacionar con los
niños pequeños, probablemente porque es contagiosa y tiende a propagarse en centros de preescolar,
ludotecas y similares. Pero incluso los adultos pueden contraer una conjuntivitis.
La buena noticia es que la conjuntivitis generalmente suele ser debida a una infección de poca importancia y,
aunque su aspecto puede ser un poco alarmante, no suele ser grave.
¿Qué es?
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, el tejido que recubre el ojo y la superficie interna de los
párpados. Puede ser de origen infeccioso (provocada principalmente por bacterias o virus) o no infeccioso.
Los tipos más frecuentes de conjuntivitis no infecciosa son la conjuntivitis alérgica (causada por una reacción
alérgica) y la conjuntivitis irritativa (provocada por cualquier cosa que pueda irritar los ojos, como la
contaminación o el cloro de las piscinas).
Cuando la gente habla de conjuntivitis, se suele referir a la de tipo infeccioso, que generalmente está
provocada por las mismas bacterias y virus que provocan los resfriados y otras infecciones, como las de oído
(otitis), senos paranasales y garganta (faringitis).
La conjuntivitis también puede estar provocada por los mismos tipos de bacterias que provocan algunas
enfermedades de transmisión sexual, como la clamidiasis y la gonorrea. Si una persona toca los genitales de
alguien afectado por una de esas enfermedades de transmisión sexual y luego se frota los ojos o coge una
lentilla y se la pone, la infección se le podría extender al ojo.
En la mayoría de casos, la conjuntivitis infecciosa solamente provoca síntomas menores sin riesgo de dejar
secuelas en los ojos o la vista. De todos modos, en contadas ocasiones, la conjuntivitis puede provocar
lesiones oculares y dejar secuelas permanentes, incluyendo la ceguera. Por lo tanto, si crees que puedes
tener conjuntivitis, deberías ir al médico.
¿Cuáles son los signos y síntomas?
El período de incubación de la conjuntivitis (el tiempo transcurrido entre el momento en que una persona
contrae la infección y la aparición de los síntomas) depende de su causa, pero suele oscilar entre un par de
días y un par de semanas.
La conjuntivitis puede afectar a uno o ambos ojos. El principal síntoma son las molestias oculares, que pueden
adoptar la forma de picor, escozor y/o la sensación de que se tienen arenillas dentro del ojo. Suelen ir
2. acompañadas de secreción ocular y/o lagrimeo, así como de dolor, enrojecimiento ocular e inflamación de la
conjuntiva (de ahí el término “conjuntivitis”, que significa inflamación de la conjuntiva).
Puede ser difícil determinar si la infección está provocada por virus o por bacterias. Generalmente, en la
conjuntivitis vírica la secreción ocular es más acuosa que en la conjuntivitis bacteriana, en la que tiende a ser
más densa y purulenta. Es posible que, cuando te levantes por la mañana, tengas los párpados pegados (no
te asustes —limpiándote los párpados con un paño o manopla suave que esté húmedo y caliente podrás
ablandar las secreciones resecas y volver a abrir los ojos sin problemas).
El picor y el lagrimeo son frecuentes en la conjuntivitis alérgica.
¿Durante cuánto tiempo es contagiosa la conjuntivitis?
La conjuntivitis bacteriana es contagiosa desde que aparecen los síntomas y lo seguirá siendo mientras
continúe habiendo secreción ocular o hasta que hayan transcurrido 24 horas desde el inicio del tratamiento
antibiótico. La conjuntivitis vírica suele ser contagiosa desde antes de que aparezcan los síntomas y puede
seguir siéndolo mientras estos sigan estando presentes.
La conjuntivitis alérgica y la irritativa no son contagiosas.
¿Se puede prevenir?
Puesto que la conjuntivitis infecciosa es muy contagiosa, lávate las manos después de entrar en contacto con
amigos, familiares o compañeros de trabajo que tengan conjuntivitis. (¡En cualquier caso, es una buena idea
lavarse las manos regularmente!) No compartas artículos que podrían estar infectados, como manoplas,
toallas, gasas o bolitas de algodón. Esto puede resultar difícil entre los miembros de una familia, de modo que
hazlo lo mejor que puedas.
Si tienes conjuntivitis, es importante que te laves las manos a menudo, sobre todo después de tocarte los
ojos. La infección puede pasar fácilmente de un ojo a otro a través de las manos o de pañuelos contaminados.
También es recomendable no compartir productos cosméticos, sobre todo los lápices y sombras de ojos. Las
bacterias que provocan la conjuntivitis pueden adherirse a los cosméticos y productos de belleza, o sea que
evita aplicarte en los ojos cosméticos o cualquier otro producto de belleza de prueba que pueda haber
utilizado más gente. Si ya has tenido un episodio de conjuntivitis, tira a la basura tus lápices y sombras de ojos
y cómprate otros nuevos (pero no los empieces a utilizar hasta que te hayan remitido los síntomas y hayas
completado el tratamiento).
3. Si usas lentillas y te diagnostican una conjuntivitis infecciosa, es posible que el médico u oculista te
recomiende que dejes de llevar lentillas mientras dure la infección. Cuando esta haya remitido, limpia las
lentillas a conciencia. Asegúrate de desinfectar por lo menos dos veces las lentillas y el estuche donde las
guardas antes de volvértelas a poner. Si usas lentillas desechables, tira a la basura el par que llevabas
cuando contrajiste la conjuntivitis y utiliza un nuevo par.
Si sabes que tiendes a contraer conjuntivitis alérgicas, mantén cerradas las puertas y ventanas de tu casa
cuando haya mucho polen en el ambiente y reduce al mínimo los niveles de polvo para limitar los alergenos
(los desencadenantes de las alergias) en tu casa. La conjuntivitis irritativa solamente se puede prevenir
evitando los irritantes que la provocan.
¿Debería ir al médico?
Puesto que puede ser difícil saber qué tipo de conjuntivitis tiene una persona, es una buena idea ir al médico
si tienes los ojos rojos e irritados.
¿Cómo se trata?
La conjuntivitis bacteriana se suele tratar con pomadas o colirios antibióticos de venta con receta médica. Los
colirios, el tipo de tratamiento que más se receta a los adolescentes, se administran hasta cuatro veces al día.
No duelen, aunque pueden escocer un poco. A pesar de que es posible que notes una mejoría al cabo de un
par de días, es importante que completes el tratamiento siguiendo las indicaciones del médico. Si dejas de
ponerte gotas demasiado pronto, es probable que se te reactive la infección.
En la conjuntivitis vírica, los antibióticos no sirven de nada. La infección irá remitiendo y tu ojo (u ojos)
mejorarán a medida que tu cuerpo vaya luchando contra el virus.
Si tienes una conjuntivitis alérgica, el médico te recetará un medicamento antialérgico en forma de colirios o
comprimidos.
¿Qué puedo hacer para encontrarme mejor?
Colocarte una manopla o un paño caliente o frío sobre el ojo (u ojos) afectados te puede ayudar. En caso
necesario, también puedes tomar paracetamol para aliviarte el dolor. Te puede ayudar lavarte el ojo u ojos
afectados con cuidado utilizando agua caliente y una gasa estéril o un trocito de algodón limpio.
Vigila tus síntomas y su evolución, lleva las manos limpias, ve al médico en caso necesario y sigue
atentamente las instrucciones que este te dé. Dentro de una semana, tus ojos deberían haber mejorado
mucho.