1. AMOR PLAGADO DE IMPERFECCIONES
“Danos una caridad perfecta.” (F. de Asís)
Te pedimos
el amor perfecto
conociendo nuestra imperfección,
acumulando deseos
no dichos
y esperando que el corazón
escupa tanto vacío de amor,
tanta abundancia de nada,
y tan leve brizna
de caridad en calma
y batalla.
En ocasiones,
el hueco es inmenso,
la lucha sin tregua
y el amor está inmerso
en un abandono fugaz,
en un golpe
de graves contusiones.
Y sin embargo,
amamos,
o alguna vez
quisimos,
o al menos,
alguien
nos guarda en su corazón
y trata de ganarnos
por doquier
como la joven
a su secreto admirador
en igualdad de género
y de oportunidades.
2. “El amor no es amado”,
y aún así,
sigue latiendo
presente y abierto
en cualquier espacio humano,
en todo ser salido de sus manos.
Danos un cuidado
frágil y dispuesto,
vulnerable y atrevido,
razonable y consentido.
Y en el regazo
una voz:
“ánimo, soy yo,
no temáis, soy yo”,
no andéis solos
salvo lo imprescindible,
ni vaciéis las alforjas de ternura
en esta era hostil
tendente al odio,
porque vuestro nombre
habita en mis entrañas
y suena hondo
en mi corazón.
Amor plagado
de imperfecciones
buscando tu amor
carente de lo innecesario,
transido de reales ilusiones.
Tantas veces repetido
en estas palabras
como las “setenta veces siete”
del Evangelio caminando
por la playa.
(Antonio Martínez San Juan)