1. El Tulipán
En el año 1554, el embajador austriaco, Busbecq
quería saber el nombre de una flor desconocida que le había dejado
asombrado. Un señor sobre su turbante llevaba esta flor. Él preguntó al
traductor "¿Cómo se llama esto?" y el traductor pensó que le preguntaba
por turbante, le respondió en lugar de "lale" como "tülbent". Así, fue puesto
el nombre de tulipán en Europa. Una flor que más tarde la gente de
Holanda se volvería loca por ella y tulipomanía ya había empezado en la
vida exótica de Estambul.
Tulipán, nombre común de las plantas de un género de herbáceos bulbosas
de floración primaveral. Es de la familia de las Liliáceas. La planta entera;
tallo, hojas y flores están comprimidos y encerrados dentro del bulbo,
esperando para salir en la primavera y sorprendernos con sus colores
preciosos.
El origen del tulipán es Asia Menor. Los turcos se encontraron con él en
Anatolia y en la época otomana empezaron adornar los jardines de
Estambul. Además, tuvo un sentido religioso porque el nombre turco "lale"
escribiendo con las letras árabes que utilizaron los turcos durante la época
otomana, se parecía "Allah".
2. Al empezar el siglo 18 con el sultanato de
Ahmet III, en el imperio otomano empezó la época de Tulipán (1703-
1730). Después de más de cuatro siglos de la guerra, de la conquista y de la
derrota, ya los otomanos habían decidido gozar de la dulce vida. Con la
colaboración del gran visir Ibrahim Pacha el yerno de Nevsehir, el Sultán
solo le había dedicado para las fiestas. Estambul tenía unas celebraciones
que la gran capital de los imperios nunca había vivido algo así. En
Kagithane del cuerno de oro construyeron unos palacios y áreas de recreo,
en los estanques del bosque los cisnes nadaban, las fuentes adornaban la
orilla del cuerno de oro. El primer embajador turco, el 28 Mehmet Pacha
(es curioso pero se llamaba así) en el año 1720 había vuelto de Paris con
nuevas inspiraciones y nuevas planes de jardines.
La perla azul, la luz del amanecer, la gota de rubíes, así se llamaban las
especies de los tulipanes. Mehmet Lalezar, cultivador oficial del palacio
había contado 1323 variedades. El tulipán era el símbolo de la sensualidad,
creatividad, y todo...
El gran pintor Levní pintaba unas escenas de los baños turcos y Nedim
escribía su poesía erótica y hedonística, especialmente en los versos
alegres. Todo acabó después de la sublevación de Patrona Halil. El nuevo
Sultán Mahmut I no pudo resistir a los rebeldes que destruyeron todo, pasó
el sinistro y el imperio, uno a uno, deshizo a los rebeldes. Unos veinte años
más tarde empezó otra vez las fiestas del cuerno de oro, pero ya la época de
tulipán se había acabado.
3. La "relación" entre Holanda y los tulipanes empezó en 1593, cuando el
botánico Carolus Clusius trasladó tulipanes desde Estambul a la
Universidad de Leiden, en Holanda, para realizar investigaciones médicas.
Era un hombre bastante avaro y nunca quiso compartirlos con nadie, hasta
que una noche un grupo de personas entró a la fuerza en su jardín y robó
varios bulbos. A partir del año 1634 se convirtió en una especie de locura
llamada tulipomanía, que dio lugar a una especulación disparatada de
plantas, por las que se pagaban precios muy altos. Como muchas personas
ya se habían arruinado, el gobierno decidió poner fin a la situación
regulando el comercio de tulipanes.
Un dato para entender el elevado valor que los holandeses le dieron a esta
flor en el siglo XVII quedó registrado para la posteridad por un escritor de
la época, de apellido Munting. En 1636, una tonelada de queso costaba 120
florines, y en una transacción entre dos comerciantes uno de ellos pagó
2500 por un tulipán; es decir, más de lo que había pagado por 20 toneladas
de queso.
Además, existe una historia curiosa sobre el tulipán, según dicen; los turcos
mandan a Holanda un barco lleno de tulipanes y ellos pensando que es la
cebolla, se los comen, luego plantan lo que sobran para tener el año que
viene y se dan cuenta de que se comieron una flor preciosa.