1. A propósito de nuestros hijos
Una madre oí que dijo: no quiero enseñarle religión alguna a mi hijo. No quiero influir
sobre el; quiero que cuando sea mayor sea el él que elija.
Ante semejante afirmación de una madre de los tiempos del "mariconio" y del
"torticonio" legalmente reconocidos como forma de "Matrimonio" transcribo una tajante
cita de Chesterton:
"...por supuesto que la madre siempre estará influyendo sobre su hijo.De la misma
manera, la madre podría haber dicho: espero que escogerá sus propios amigos cuando
crezca; por eso no quiero presentarles a niñas ni a niños.La persona adulta en ningún
caso puede escaparse a la responsabilidad de influir sobre el niño......La madre puede
educar al hijo sin elegirle una religión; pero no sin elegirle un medio ambiente.Si ella
opta por dejar a un lado la religión, está escogiendo ya el medio ambiente,
infernalmente funesto y contranatural".
Viene esto a propósito de la Ley de "Ordenación" de "Calidad" en la "Enseñanza", que
ni ordena, ni da calidad, ni deja enseñar y que entre otros disparates , se carga la
enseñanza de la religión y con ello la cultura.
Eugenio Álvarez Álvarez-Cascos