El documento habla sobre cómo las ciudades están cambiando sus sistemas productivos y el desafío de crear puestos de trabajo en el siglo XXI. Propone que la economía creativa y los distritos creativos como distritos tecnológicos, audiovisuales, de arte, farmacéuticos y de diseño pueden ser el futuro de las ciudades. Describe brevemente algunos ejemplos como el distrito tecnológico pionero y cómo aprovechar los clusters audiovisuales existentes. Concluye que debemos imaginar el futuro de la ciudad