El documento describe las características principales del arte barroco del siglo XVII. Se caracteriza por el movimiento, el uso de la luz y el color en lugar del dibujo para crear claroscuro, y la búsqueda del realismo y las emociones en lugar de la belleza ideal. También se caracteriza por la exuberancia decorativa y la expresión dramática y teatral tanto en la arquitectura religiosa y civil como en la escultura y pintura religiosa y profana.