3. El problema reside en que el cerebro humano posee una
determinada capacidad de absorción de datos, y ésta se ve
superada por la sobreestimulación. El sentido de la vista es
el que tiene mayor incidencia en la percepción del entorno y
es fundamental en el manejo. Al producirse una especie de
"estrés visual" por un cambio o desequilibrio en el paisaje,
las reacciones psicofísicas del hombre se ven alteradas.
4. Cada uno de nosotros, en diferentes ámbitos, puede colaborar para
evitar este tipo de contaminación, conservando la limpieza visual del
entorno en que vivimos.
No ubiquemos desordenadamente carteles, afiches, o cualquier tipo
de publicidad, ya que esto afecta nuestra calidad de vida; debemos
respetar el uso de las carteleras que se instalan para pegar este tipo
de materiales.
Percibamos las diferencias entre un lugar limpio de publicidades y
otro repleto de carteles, pintadas, etc.
Debemos respetar la fisonomía del barrio en el que vivimos,
respetando las normas, sobre todo de arbolado público y el cuidado de
los mismos.
La limpieza es un síntoma de armonía visual, por lo tanto no
arrojemos papeles a la vía pública, ni basura.
En la ciudad, existen cestos para arrojar basura, si en su barrio no
existen, reclámelos, todos tenemos derecho a vivir en una ciudad
limpia.
No escribamos ni pintemos los árboles, paredes o cualquier lugar que
no esté destinado a tal fin.