SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 6
Cuentos sobre los derechos
de los niños

Alumna: Ariana Fernandez
Maestra: Graciela Fernandez y Monica Pressa
Grado: 6º




Los Reyes
no se equivocan
Cuento Ariana

J ulieta terminó de lustrar los zapatos de ir a la escuela.
Cierto que ella hubiera preferido poner las zapatillas rosas
con estrellitas, las que le había regalado su madrina para el
cumpleaños número seis.
Pero la mamá dijo que esas zapatillas eran una pura
hilacha y que qué iban a pensar los Reyes Magos.
–Ya que estamos, Julieta –aprovechó la mamá–, dámelas
que te las tiro de una vez por todas a la basura.
Porque a la mamá de Julieta no le gustaban las cosas
gastadas o con agujeros. Tampoco le gustaban las cosas
sucias o desprolijas. Y siempre tenía la casa limpia,
reluciente y olorosa a pino. Debía de ser por eso que la
mamá de Julieta no podía ni oír hablar de perros.
–Perros en esta casa, jamás –decía–. Los perros ensucian,
rompen todo y traen pestes. Así que en la casa de Julieta no
había perros, había tortuga.
Y no es            que Julieta no le tuviera cariño a la Pancha. Pero la
                     Pancha era medio aburrida, y se la pasaba durmiendo en su
                      caja.
                       Lo que Julieta quería –y lo quería con toda el alma– era
                        un perro. Un perro que le lamiera la mano y la esperara
                          cuando ella volvía de la escuela. Un perro que le saltara
                           encima para robarle las galletitas. Por eso Julieta le
                             había
                             pedido un perro a los Reyes. Y los Reyes se lo iban a
                           traer,
                     porque siempre le habían traído lo que ella les pedía.


¿Y su mamá? ¿Qué diría su mamá del perro?, se
preguntó Julieta y el corazón le hizo tiquitiqui toc toc.
Pero enseguida pensó que su mamá no iba
a tener más remedio que aguantarse, porque
uno no puede andar despreciando los regalos
de los Reyes.
–¡Julieta! –dijo la mamá– Sacá la basura a
la calle y vení a comer...
A Julieta no le gustaba nada sacar la
basura, pero hoy tenía que portarse muy
bien porque era un día especial. Así que
agarró la bolsa de la basura –con sus
zapatillas adentro, claro– y, sin protestar,
atravesó el pasillo y la dejó en la vereda,
al lado del arbolito.
Mientras hacía esfuerzos por dormirse, Julieta pensó que
ella, a veces, no la entendía a su mamá. ¿No era, acaso,
que los Reyes Magos, tan poderosos y tan ricos, se habían
atravesado el mundo entero para ir a llevarle regalos a un
pobrecito bebé que ni cuna tenía? ¿Y esos Reyes se iban a
asustar de sus zapatillas gastadas? Pero bueno, mejor
pensar en el perro, que a ella le encantaría blanco y medio
petiso.
Y Julieta se quedó dormida.
A la mañana siguiente, Julieta se despertó tempranísimo.
Allí, junto a sus zapatos brillantes, estaba el perro.
–¿Viste, nena? –dijo la mamá–. ¡Un perro, como vos
querías! Mirá: si le tirás de acá, mueve la cola y las orejas...
¿Estás contenta?
No. Julieta no estaba contenta. El perrito que le habían
traído los Reyes era más aburrido que la Pancha. Porque la
Pancha, por lo menos, estaba viva, aunque a veces mucho
no se le notara.
Este perrito no le lamería la mano a Julieta, ni le robaría
las galletitas, ni nada de nada.... ¿Es que los Reyes se
habían equivocado?
Pero cuando, al rato nomás, Julieta salió a
comprar la leche, pensó que no, que los
Reyes Magos nunca se equivocan: al lado del
árbol, con una de sus zapatillas entre los
dientes y la otra entre las patas, había un
perrito blanco y medio petiso.
El                perrito la miró a Julieta y, sin soltar las
                   zapatillas, le movió la cola. Entonces
                    Julieta lo agarró en brazos y corrió a su
                     casa gritando:
                      –¡¡Mamaaaá!! ¡¡Mamaaaá!! ¡¡Los reyes
                      me pusieron uno de verdad en las zapa!!
                       3La mamá salió al pasillo y lo único que dijo fue:
                        –¡Ay, mi Dios querido!
                        Pero se ve que no se animó a despreciar un regalo hecho
                        por los mismísimos Reyes, porque después de un rato de
                mirarla a la hija y al perrito, agregó por lo bajo:
–Entren nomás, que este perrito necesita un baño de
padre y señor mío...
32




Donde los derechos
del niño Pirulo chocan
con los de la rana
Aurelia
cuento ariana

A Pirulo le gusta ir a la casa de su abuela porque en el
jardín hay un estanque y el estanque está lleno de ranas.
Además le gusta ir por otras razones.
Porque su abuela nunca le pone pasas de uva a la comida.
Y para él, que lo obliguen a comer pasas de uva es una
violación al artículo 37 de los Derechos del Niño que prohíbe
los tratos inhumanos.
Porque su abuela no le impide juntarse con los chicos de la
ferretería para reventar petardos, de modo que goza de
libertad para celebrar reuniones pacíficas, como estipula el
artículo 15.
Porque su abuela no le hace cortar el pasto del jardín, lo
que sería una forma de explotación, prohibida por el artículo
32.
Porque su abuela jamás lo lleva de visita a la casa de
su prima. Según Pirulo, que lo lleven de prepo a la casa de su
prima viola el artículo 11, que prohíbe la retención ilícita de un
niño fuera de su domicilio.
Porque su abuela nunca limpia la pieza donde él duerme,
así que no invade ilegalmente su vida privada. Artículo 16.
Porque su abuela jamás atenta contra su libertad de
expresión oral o escrita –artículo 13–, de manera que puede
decir todo lo que piensa sobre su maestra Silvina sin que su
abuela se enoje.
9Para hacerla corta: en casa de su abuela él es una persona
respetada.
Pero lo que más le gusta es el estanque de ranas del jardín.
Ahora mismo, amparado por el artículo 31, se dispone a
gozar de una actividad recreativa apropiada para su edad: va a
cazar ranas.
Prepara la carnada de salchicha, agarra la linterna y la bolsa
de arpillera. Es de noche. En verano las ranas se cazan de
noche. Su abuela duerme.
Con mucha mala suerte, la primera rana que saca del
estanque es Aurelia.
–¡Un momento! –le dice Aurelia– ¿Qué estás
haciendo?
–Cazo ranas.
–Lo siento, pero los animales tenemos
derecho a la existencia.
–¿Eso quién lo dice?
–El artículo 1 de la Declaración Universal
de Derechos del Animal proclamada en
París en 1978.
–¿Eso vale en la Argentina?
–Sí, vale.




10
–Pero yo tengo derecho a las actividades recreativas
apropiadas para mi edad y en este instante mi actividad
recreativa consiste en cazar ranas.
Aurelia se impacienta.
–Y yo te recuerdo que tenés que respetar
nuestra longevidad natural. Así que te vas a
quedar sin comer ranas.
Pirulo levanta la voz.
–¡Yo no las como! ¡No me gustan! ¡Se las
va a comer mi abuela!
–¡Entonces peor! ¡Vos las cazás sólo para
divertirte! ¿Con qué derecho? ¿Te gustaría
que te cazaran por diversión?
–¡No es lo mismo! ¡Yo soy una persona!
–¡Vos sos un animal de otra especie, y
punto!
En el estanque se armó una batahola. Todas las ranas
croaban y saltaban. Pirulo reculó un poco, pero su indignación
era grande.
–¡No me voy de acá sin ranas!
–¡Antes pasarás sobre mi cadáver!
En ese momento se abrió la ventana del dormitorio de la
abuela. Era ella, asomada, con los pelos parados y una batería
de chancletas en la mano.




11
–¿SE VAN A DEJAR DE ROMPER DE UNA BUENA VEZ? ¿SABEN QUÉ
HORA ES? ¿CONOCEN EL ARTÍCULO 11 DE LOS PRINCIPIOS EN FAVOR
DE LAS PERSONAS DE EDAD? ¿SABEN QUE TENGO DERECHO AL
BIENESTAR FÍSICO, MENTAL Y EMOCIONAL? ¿Y QUE PARA ESO
NECESITO DORMIR? ¿LES ENTRA EN LA CABEZA? ¡DORMIIIIIIIIR!
¡DORMIIIIIIIR!
Con la primera chancleta no acertó. Con las
otras sí.
Pirulo estaba muy confundido. Aurelia
también. Se miraron.
–Eso fue una agresión por parte de la
abuela.
–Injusta me parece a mí.
–Pará, ¿dónde podemos aclarar todo
esto?
–En las Naciones Unidas.
–Vamos.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (19)

Bautista y Tobías
Bautista y TobíasBautista y Tobías
Bautista y Tobías
 
Ricitos de oro
Ricitos de oroRicitos de oro
Ricitos de oro
 
Cuento "Bigotes y Fransuá" (ONGd Ecos do Sur/ ONG Mestura))
Cuento "Bigotes y Fransuá" (ONGd Ecos do Sur/ ONG Mestura))Cuento "Bigotes y Fransuá" (ONGd Ecos do Sur/ ONG Mestura))
Cuento "Bigotes y Fransuá" (ONGd Ecos do Sur/ ONG Mestura))
 
Cuentos cortos
Cuentos cortosCuentos cortos
Cuentos cortos
 
Las aventuras de bigote
Las aventuras de bigoteLas aventuras de bigote
Las aventuras de bigote
 
Libro de lecturas para 1°
Libro de lecturas para 1°Libro de lecturas para 1°
Libro de lecturas para 1°
 
Giuliana y Lorenza
Giuliana y Lorenza Giuliana y Lorenza
Giuliana y Lorenza
 
Trabajo de lengua
Trabajo de lenguaTrabajo de lengua
Trabajo de lengua
 
Cantaclaro
CantaclaroCantaclaro
Cantaclaro
 
Obras teatro2
Obras teatro2Obras teatro2
Obras teatro2
 
Zoo loco 7°a
Zoo loco 7°a Zoo loco 7°a
Zoo loco 7°a
 
La caperucita roja
La caperucita rojaLa caperucita roja
La caperucita roja
 
Guión literario
Guión literarioGuión literario
Guión literario
 
Cuento Infantil
Cuento InfantilCuento Infantil
Cuento Infantil
 
Libro de cuentos de la escuela llano grande abajo
Libro de cuentos de la escuela llano grande abajoLibro de cuentos de la escuela llano grande abajo
Libro de cuentos de la escuela llano grande abajo
 
El Leon Y Sus Amigos
El Leon Y Sus AmigosEl Leon Y Sus Amigos
El Leon Y Sus Amigos
 
Comprensión lectora cuento el miedo de poldo
Comprensión lectora cuento   el miedo de poldoComprensión lectora cuento   el miedo de poldo
Comprensión lectora cuento el miedo de poldo
 
Caperucita roja
Caperucita rojaCaperucita roja
Caperucita roja
 
Lecturas de acuerdo al abecedario
Lecturas de acuerdo al abecedarioLecturas de acuerdo al abecedario
Lecturas de acuerdo al abecedario
 

Similar a Cuento ariana

Versiones de caperucita roja
Versiones de caperucita rojaVersiones de caperucita roja
Versiones de caperucita rojaanalasllamas
 
La caperucita
La caperucita La caperucita
La caperucita HIKOO
 
Cuidado-Con-El-Perro- Liliana-Cinetto (1).pdf
Cuidado-Con-El-Perro-  Liliana-Cinetto (1).pdfCuidado-Con-El-Perro-  Liliana-Cinetto (1).pdf
Cuidado-Con-El-Perro- Liliana-Cinetto (1).pdfPaulinaGarcia630290
 
Cuidado-Con-El-Perro- Liliana-Cinetto (1).pdf
Cuidado-Con-El-Perro-  Liliana-Cinetto (1).pdfCuidado-Con-El-Perro-  Liliana-Cinetto (1).pdf
Cuidado-Con-El-Perro- Liliana-Cinetto (1).pdfPaulinaGarcia630290
 
50.-Cuidado-Con-El-Perro-Liliana-Cinetto.pdf
50.-Cuidado-Con-El-Perro-Liliana-Cinetto.pdf50.-Cuidado-Con-El-Perro-Liliana-Cinetto.pdf
50.-Cuidado-Con-El-Perro-Liliana-Cinetto.pdfAlexandra528703
 
!Cuidado con el perro! liliana cinetto
!Cuidado con el perro!   liliana cinetto!Cuidado con el perro!   liliana cinetto
!Cuidado con el perro! liliana cinettoLizDextrejamanca
 
El patito feo Bonito**
El patito feo Bonito**El patito feo Bonito**
El patito feo Bonito**MelanyMaryMar
 
libro_caperucita.pdf
libro_caperucita.pdflibro_caperucita.pdf
libro_caperucita.pdfLaanCano
 
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdfJuan Jose Moreno Martinez
 
Alicia en el pais de las maravillas.pdf
Alicia en el pais de las maravillas.pdfAlicia en el pais de las maravillas.pdf
Alicia en el pais de las maravillas.pdfLUIS232152
 
Alicia en el pais de las maravillas.pdf
Alicia en el pais de las maravillas.pdfAlicia en el pais de las maravillas.pdf
Alicia en el pais de las maravillas.pdfLUIS232152
 

Similar a Cuento ariana (20)

Cuent
CuentCuent
Cuent
 
Cuent
CuentCuent
Cuent
 
Versiones de caperucita roja
Versiones de caperucita rojaVersiones de caperucita roja
Versiones de caperucita roja
 
Textos primer ciclo
Textos primer cicloTextos primer ciclo
Textos primer ciclo
 
La caperucita
La caperucita La caperucita
La caperucita
 
Cuentos clasicos
Cuentos clasicosCuentos clasicos
Cuentos clasicos
 
Cuidado-Con-El-Perro- Liliana-Cinetto (1).pdf
Cuidado-Con-El-Perro-  Liliana-Cinetto (1).pdfCuidado-Con-El-Perro-  Liliana-Cinetto (1).pdf
Cuidado-Con-El-Perro- Liliana-Cinetto (1).pdf
 
Cuidado-Con-El-Perro- Liliana-Cinetto (1).pdf
Cuidado-Con-El-Perro-  Liliana-Cinetto (1).pdfCuidado-Con-El-Perro-  Liliana-Cinetto (1).pdf
Cuidado-Con-El-Perro- Liliana-Cinetto (1).pdf
 
50.-Cuidado-Con-El-Perro-Liliana-Cinetto.pdf
50.-Cuidado-Con-El-Perro-Liliana-Cinetto.pdf50.-Cuidado-Con-El-Perro-Liliana-Cinetto.pdf
50.-Cuidado-Con-El-Perro-Liliana-Cinetto.pdf
 
!Cuidado con el perro! liliana cinetto
!Cuidado con el perro!   liliana cinetto!Cuidado con el perro!   liliana cinetto
!Cuidado con el perro! liliana cinetto
 
El patito feo Bonito**
El patito feo Bonito**El patito feo Bonito**
El patito feo Bonito**
 
Caperucita Feroz y el Lobito Bueno
Caperucita Feroz y el Lobito BuenoCaperucita Feroz y el Lobito Bueno
Caperucita Feroz y el Lobito Bueno
 
CUENTO CAPERUCITA FEROZ Y EL LOBITO BUENO
CUENTO CAPERUCITA FEROZ Y EL LOBITO BUENOCUENTO CAPERUCITA FEROZ Y EL LOBITO BUENO
CUENTO CAPERUCITA FEROZ Y EL LOBITO BUENO
 
Caperucita Feroz y el Lobito Bueno
Caperucita Feroz y el Lobito BuenoCaperucita Feroz y el Lobito Bueno
Caperucita Feroz y el Lobito Bueno
 
Rana estela grita_muy_fuerte_cuento
Rana estela grita_muy_fuerte_cuentoRana estela grita_muy_fuerte_cuento
Rana estela grita_muy_fuerte_cuento
 
libro_caperucita.pdf
libro_caperucita.pdflibro_caperucita.pdf
libro_caperucita.pdf
 
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
 
Alicia en el pais de las maravillas.pdf
Alicia en el pais de las maravillas.pdfAlicia en el pais de las maravillas.pdf
Alicia en el pais de las maravillas.pdf
 
Alicia en el pais de las maravillas.pdf
Alicia en el pais de las maravillas.pdfAlicia en el pais de las maravillas.pdf
Alicia en el pais de las maravillas.pdf
 
Ova blanca jérez
Ova blanca jérezOva blanca jérez
Ova blanca jérez
 

Más de Graciela Fernandez (20)

Y termino en pascua y resurreccion
Y termino en pascua y resurreccionY termino en pascua y resurreccion
Y termino en pascua y resurreccion
 
Invitacion ceremonia
Invitacion ceremoniaInvitacion ceremonia
Invitacion ceremonia
 
Trabajo practico lengua Poesías
Trabajo practico lengua PoesíasTrabajo practico lengua Poesías
Trabajo practico lengua Poesías
 
Tp poesías
Tp poesíasTp poesías
Tp poesías
 
Voces argentinas en la poesía
Voces argentinas en la poesíaVoces argentinas en la poesía
Voces argentinas en la poesía
 
Las energías
Las energíasLas energías
Las energías
 
Energías kei & maru.
Energías kei & maru.Energías kei & maru.
Energías kei & maru.
 
las energías
las energíaslas energías
las energías
 
25 de mayo de 1810. candela y anabella
25 de mayo de 1810. candela y anabella25 de mayo de 1810. candela y anabella
25 de mayo de 1810. candela y anabella
 
Dylan y Gonzalo
Dylan y GonzaloDylan y Gonzalo
Dylan y Gonzalo
 
25 de mayo de 1810.pptx candela y anabella
25 de mayo de 1810.pptx candela y anabella25 de mayo de 1810.pptx candela y anabella
25 de mayo de 1810.pptx candela y anabella
 
Las energías
Las energíasLas energías
Las energías
 
Las energías
Las energíasLas energías
Las energías
 
Cuando sea grande
Cuando sea grandeCuando sea grande
Cuando sea grande
 
Sistema digestivo agustin lenkiewicz
Sistema digestivo agustin lenkiewiczSistema digestivo agustin lenkiewicz
Sistema digestivo agustin lenkiewicz
 
Sistema circulatorio 2 agustin y july diiaz
Sistema circulatorio 2 agustin y july diiazSistema circulatorio 2 agustin y july diiaz
Sistema circulatorio 2 agustin y july diiaz
 
9 de julio
9 de julio9 de julio
9 de julio
 
Día de la declaración de la independencia
Día de la declaración de la independenciaDía de la declaración de la independencia
Día de la declaración de la independencia
 
Aparato digestivo
Aparato digestivoAparato digestivo
Aparato digestivo
 
La constitución de nicolas y kevin
La constitución de nicolas y kevinLa constitución de nicolas y kevin
La constitución de nicolas y kevin
 

Cuento ariana

  • 1. Cuentos sobre los derechos de los niños Alumna: Ariana Fernandez Maestra: Graciela Fernandez y Monica Pressa Grado: 6º Los Reyes no se equivocan Cuento Ariana J ulieta terminó de lustrar los zapatos de ir a la escuela. Cierto que ella hubiera preferido poner las zapatillas rosas con estrellitas, las que le había regalado su madrina para el cumpleaños número seis. Pero la mamá dijo que esas zapatillas eran una pura hilacha y que qué iban a pensar los Reyes Magos. –Ya que estamos, Julieta –aprovechó la mamá–, dámelas que te las tiro de una vez por todas a la basura.
  • 2. Porque a la mamá de Julieta no le gustaban las cosas gastadas o con agujeros. Tampoco le gustaban las cosas sucias o desprolijas. Y siempre tenía la casa limpia, reluciente y olorosa a pino. Debía de ser por eso que la mamá de Julieta no podía ni oír hablar de perros. –Perros en esta casa, jamás –decía–. Los perros ensucian, rompen todo y traen pestes. Así que en la casa de Julieta no había perros, había tortuga. Y no es que Julieta no le tuviera cariño a la Pancha. Pero la Pancha era medio aburrida, y se la pasaba durmiendo en su caja. Lo que Julieta quería –y lo quería con toda el alma– era un perro. Un perro que le lamiera la mano y la esperara cuando ella volvía de la escuela. Un perro que le saltara encima para robarle las galletitas. Por eso Julieta le había pedido un perro a los Reyes. Y los Reyes se lo iban a traer, porque siempre le habían traído lo que ella les pedía. ¿Y su mamá? ¿Qué diría su mamá del perro?, se preguntó Julieta y el corazón le hizo tiquitiqui toc toc. Pero enseguida pensó que su mamá no iba a tener más remedio que aguantarse, porque uno no puede andar despreciando los regalos de los Reyes. –¡Julieta! –dijo la mamá– Sacá la basura a la calle y vení a comer... A Julieta no le gustaba nada sacar la basura, pero hoy tenía que portarse muy bien porque era un día especial. Así que agarró la bolsa de la basura –con sus zapatillas adentro, claro– y, sin protestar, atravesó el pasillo y la dejó en la vereda, al lado del arbolito. Mientras hacía esfuerzos por dormirse, Julieta pensó que ella, a veces, no la entendía a su mamá. ¿No era, acaso, que los Reyes Magos, tan poderosos y tan ricos, se habían atravesado el mundo entero para ir a llevarle regalos a un pobrecito bebé que ni cuna tenía? ¿Y esos Reyes se iban a asustar de sus zapatillas gastadas? Pero bueno, mejor pensar en el perro, que a ella le encantaría blanco y medio petiso. Y Julieta se quedó dormida.
  • 3. A la mañana siguiente, Julieta se despertó tempranísimo. Allí, junto a sus zapatos brillantes, estaba el perro. –¿Viste, nena? –dijo la mamá–. ¡Un perro, como vos querías! Mirá: si le tirás de acá, mueve la cola y las orejas... ¿Estás contenta? No. Julieta no estaba contenta. El perrito que le habían traído los Reyes era más aburrido que la Pancha. Porque la Pancha, por lo menos, estaba viva, aunque a veces mucho no se le notara. Este perrito no le lamería la mano a Julieta, ni le robaría las galletitas, ni nada de nada.... ¿Es que los Reyes se habían equivocado? Pero cuando, al rato nomás, Julieta salió a comprar la leche, pensó que no, que los Reyes Magos nunca se equivocan: al lado del árbol, con una de sus zapatillas entre los dientes y la otra entre las patas, había un perrito blanco y medio petiso. El perrito la miró a Julieta y, sin soltar las zapatillas, le movió la cola. Entonces Julieta lo agarró en brazos y corrió a su casa gritando: –¡¡Mamaaaá!! ¡¡Mamaaaá!! ¡¡Los reyes me pusieron uno de verdad en las zapa!! 3La mamá salió al pasillo y lo único que dijo fue: –¡Ay, mi Dios querido! Pero se ve que no se animó a despreciar un regalo hecho por los mismísimos Reyes, porque después de un rato de mirarla a la hija y al perrito, agregó por lo bajo: –Entren nomás, que este perrito necesita un baño de padre y señor mío... 32 Donde los derechos
  • 4. del niño Pirulo chocan con los de la rana Aurelia cuento ariana A Pirulo le gusta ir a la casa de su abuela porque en el jardín hay un estanque y el estanque está lleno de ranas. Además le gusta ir por otras razones. Porque su abuela nunca le pone pasas de uva a la comida. Y para él, que lo obliguen a comer pasas de uva es una violación al artículo 37 de los Derechos del Niño que prohíbe los tratos inhumanos. Porque su abuela no le impide juntarse con los chicos de la ferretería para reventar petardos, de modo que goza de libertad para celebrar reuniones pacíficas, como estipula el artículo 15. Porque su abuela no le hace cortar el pasto del jardín, lo que sería una forma de explotación, prohibida por el artículo 32. Porque su abuela jamás lo lleva de visita a la casa de su prima. Según Pirulo, que lo lleven de prepo a la casa de su prima viola el artículo 11, que prohíbe la retención ilícita de un niño fuera de su domicilio. Porque su abuela nunca limpia la pieza donde él duerme, así que no invade ilegalmente su vida privada. Artículo 16. Porque su abuela jamás atenta contra su libertad de expresión oral o escrita –artículo 13–, de manera que puede decir todo lo que piensa sobre su maestra Silvina sin que su abuela se enoje. 9Para hacerla corta: en casa de su abuela él es una persona respetada. Pero lo que más le gusta es el estanque de ranas del jardín. Ahora mismo, amparado por el artículo 31, se dispone a gozar de una actividad recreativa apropiada para su edad: va a cazar ranas. Prepara la carnada de salchicha, agarra la linterna y la bolsa de arpillera. Es de noche. En verano las ranas se cazan de noche. Su abuela duerme. Con mucha mala suerte, la primera rana que saca del estanque es Aurelia.
  • 5. –¡Un momento! –le dice Aurelia– ¿Qué estás haciendo? –Cazo ranas. –Lo siento, pero los animales tenemos derecho a la existencia. –¿Eso quién lo dice? –El artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos del Animal proclamada en París en 1978. –¿Eso vale en la Argentina? –Sí, vale. 10 –Pero yo tengo derecho a las actividades recreativas apropiadas para mi edad y en este instante mi actividad recreativa consiste en cazar ranas. Aurelia se impacienta. –Y yo te recuerdo que tenés que respetar nuestra longevidad natural. Así que te vas a quedar sin comer ranas. Pirulo levanta la voz. –¡Yo no las como! ¡No me gustan! ¡Se las va a comer mi abuela! –¡Entonces peor! ¡Vos las cazás sólo para divertirte! ¿Con qué derecho? ¿Te gustaría que te cazaran por diversión? –¡No es lo mismo! ¡Yo soy una persona! –¡Vos sos un animal de otra especie, y punto! En el estanque se armó una batahola. Todas las ranas croaban y saltaban. Pirulo reculó un poco, pero su indignación era grande. –¡No me voy de acá sin ranas! –¡Antes pasarás sobre mi cadáver! En ese momento se abrió la ventana del dormitorio de la abuela. Era ella, asomada, con los pelos parados y una batería
  • 6. de chancletas en la mano. 11 –¿SE VAN A DEJAR DE ROMPER DE UNA BUENA VEZ? ¿SABEN QUÉ HORA ES? ¿CONOCEN EL ARTÍCULO 11 DE LOS PRINCIPIOS EN FAVOR DE LAS PERSONAS DE EDAD? ¿SABEN QUE TENGO DERECHO AL BIENESTAR FÍSICO, MENTAL Y EMOCIONAL? ¿Y QUE PARA ESO NECESITO DORMIR? ¿LES ENTRA EN LA CABEZA? ¡DORMIIIIIIIIR! ¡DORMIIIIIIIR! Con la primera chancleta no acertó. Con las otras sí. Pirulo estaba muy confundido. Aurelia también. Se miraron. –Eso fue una agresión por parte de la abuela. –Injusta me parece a mí. –Pará, ¿dónde podemos aclarar todo esto? –En las Naciones Unidas. –Vamos.