4. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN EUROPA PUEDE SER CONSIDERADA
UNA CONTINUACIÓN DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, YA QUE ESTA
DEJÓ MUCHAS DISPUTAS SIN RESOLVER. SIN EMBARGO, EL NAZISMONO
SÓLO SE LIMITÓ A RECUPERAR LOS TERRITORIOS PERDIDOS POR
EL IMPERIO ALEMÁN EN 1918, SINO QUE TAMBIÉN PLANEÓ ANEXAR
GRANDES EXTENSIONES DE TERRITORIO EN EL ESTE, DESTRUYENDO
EL BOLCHEVISMO EN EL PROCESO; E IMPULSÓ OPERACIONES DE
LIMPIEZA RACIAL, DENTRO DE LOS TERRITORIOS OCUPADOS POR
LA ALEMANIA NAZI. LA ITALIA FASCISTA SE SUMÓ AL ESFUERZO ALEMÁN
AL INICIO DE LA GUERRA, AL CONSIDERARLA UNA OPORTUNIDAD DE
FORMAR SU PROPIO IMPERIO COLONIAL.
causas
5. CAUSAS (ASIA)
Desde 1641Japón había estado casi totalmente aislada del
mundo, período conocido como Sakoku; esto cambió en1853, cuando
el Comodoro estadounidense Matthew Perry llegó al archipiélago asiático
al mando de una flota armada y forzó a los japoneses a abrir algunos
puertos al comercio extranjero. Pronto llegaron las potencias coloniales
europeas, quienes también firmaron tratados comerciales con
Japón, generando inestabilidad económica y política en la pequeña
nación. Esta inestabilidad ocasionaría la caída del Shogunato
Tokugawa, que había gobernado Japón por más de 260 años, y dio inicio
a un nuevo período conocido como la Restauración Meiji. En los
siguientes años, el Emperador Meijiencabezaría un período de acelerada
modernización y occidentalización del Japón, reformando la sociedad
nipona y construyendo unas modernas fuerzas armadas.
Pronto, Japón se unió al juego expansionista de la potencias europeas, y
en 1876 forzó a Corea, entonces estado tributario chino, a que firmara
un desventajoso acuerdo comercial, utilizando su armada como fuerza de
presión, tal como el Comodoro Perry había hecho hace tres décadas. El
choque de las esferas de influencia china y japonesa en Corea
desembocó en la Primera Guerra Sino-Japonesa, que terminó con la
derrota del gigante asiático en 1895. De esta manera, Japón ganó el pulso
en Corea, y anexó la Isla de Formosa, las islas Pescadores y la estratégica
península Liaodong.
6.
7. TRATADO DE VERSALLES
DESARROLLO
El Tratado de Versalles fue un tratado firmado en Versalles, Francia, en junio de 1919, con
el objetivo de poner fin a una guerra que había arrasado con todo el mundo y nunca
antes vista en la historia de la humanidad. Su propósito era establecer las pautas de la
paz mundial y evitar futuros conflictos que derivaran en una catástrofe similar a la
recientemente vivida.
En la siguiente monografía se intentará explicar lo que fue este tratado firmado por
algunas de las mayores potencias mundiales y, una vez explicado el mismo, se intentará
demostrar en qué nivel puede ser considerado una de las causas de la Segunda Guerra
Mundial, haciendo hincapié en los puntos considerados más conflictivos y cuyas
consecuencias pudieran dar razón a futuros conflictos internacionales.
Para concretar este trabajo me basaré especialmente en el Tratado de Versalles y su
relación, directa e indirecta, con Alemania, ya que a mi parecer, éste fue el país más
afectado y fue la nación donde más repercutieron los términos del tratado dando lugar a
posteriores reacciones de suma importancia a la hora de establecer un por qué de la
Segunda Guerra Mundial. Además, es a mi parecer adecuado hacer un intento por
representar los principales intereses de cada una de las naciones intervinientes, al
finalizar la Primer Guerra Mundial, que se vieron reflejados en la confección del tratado.
Para realizar este trabajo es necesario juntar la bibliografía correspondiente e intentar
interpretarla de la mejor manera posible.
8. TRATADO DE VERSALLES
DESARROLLO
La Derrota de las Potencias Centrales.La ofensiva germana de primavera de 1918 fue
lanzada por Ludendorff en un último y desesperado intento de ganar la guerra antes de
que llegasen demasiadas tropas estadounidenses y antes de que el descontento en
Alemania desencadenara una revolución. La tentativa estuvo a punto de tener éxito:
echando mano de todas las tropas adicionales desocupadas en el este, los alemanes se
abrieron paso en el Somme (marzo) y hacia finales de mayo se encontraban a sólo 65
kilómetros de París; los aliados parecían desmoronarse. Con todo, bajo el comando
general del mariscal francés Marshal Foch consiguieron sostenerse, en tanto el avance
germano perdía ímpetu y creaba un estorboso congestionamiento.
Los Aliados lanzaron una contraofensiva (agosto 8) cerca de Amiens, con cientos de
tanques que atacaban a base de rápidas embestidas a muchos puntos diferentes en vez
de arremeter contra un frente estrecho, lo que forzó a los alemanes a replegarse en todos
los frentes. Lenta pero firmemente, éstos fueron obligados a retroceder hasta que al
finalizar septiembre los Aliados habían atravesado la línea Hindenburg. A pesar de que
Alemania no había sido invadida aún, Ludendorff estaba convencido de que serían
derrotados en la primavera de 1919. Insistió en que el gobierno germano pidiera un
armisticio al presidente Wilson (Estados Unidos) (3 de octubre), con la esperanza de
obtener condiciones menos severas de acuerdo con los Catorce Puntos de Wilson (ver
más adelante). Al pedir la paz en 1918, Alemania se salvaría de ser ocupada y preservaría
la reputación del ejército. Cuando los Aliados empezaron a avanzar en el verano de
1918, la contienda prosiguió otras 5 semanas, pero a la postre se firmó un armisticio el 11
de noviembre. Las Potencias Centrales no sólo admitieron la derrota, sino que se
derrumbaron y las revoluciones se distribuyeron, para el otoño de 1918, alrededor de
toda Europa central y suroriental, como antes había sucedido en Rusia (1917).
9. TRATADO DE VERSALLES
CONCLUSIÓN
El Tratado de Versalles fue, en realidad, un tratado que intentó poner fin a la Guerra y establecer la
paz mundial, pero que no lo logró, ya sea por los intereses opuestos y erróneos de las potencias
intervinientes como por el ingenio de Alemania y de las demás potencias afectadas para resucitar y
aprovecharse de la más mínima coyuntura del tratado.
A lo largo de la monografía quedó demostrado cómo los principales términos del tratado daban
lugar a futuros conflictos y situaciones que hacían previsible una Segunda Guerra Mundial.
A pesar de que hay autores como Alan Sharp, que no ven la Segunda Guerra Mundial como una
consecuencia del Tratado: "... the outbreak of a second mayor European war ... was neither
inevitable nor entirely the responsibility of the peacemakers of 1919. In the first place the problems
which had caused Europe to explode in 1914 persisted, secondly the exigencies of total war had
created new complications and exacerbated old ones." En general, el Tratado de Versalles es visto
como la gran causa de la Segunda Guerra Mundial, ya que como escribió una vez más el célebre
Norman Lowe: "...De todas maneras, económicamente Alemania era aún la nación europea más
poderosa, de modo que el desacierto del Tratado de Versalles fue que disgustó a los alemanes sin
debilitarlos demasiado para vengarse"
"El Tratado de Versalles, en particular, fue uno de los acuerdos más controvertidos que jamás se
firmaran, e incluso fue criticado en los países Aliados por su extrema dureza para con los alemanes,
quienes sin duda protestarían tan violentamente que sería imposible evitar, tarde o temprano, otra
guerra."
"No es necesario realizar la crónica detallada de la historia del período de entreguerras para
comprender que el Tratado de Versalles no podía ser la base de una paz estable. Estaba condenado
al fracaso desde el principio y, por lo tanto, el estallido de una nueva guerra era prácticamente
seguro."
10.
11. PACTO DE MUNICH
Los Acuerdos de Múnich fueron aprobados y firmados durante la noche del 30 de
septiembre de 1938 por los jefes de gobierno deReino
Unido, Francia, Italia y Alemania, con el objeto de solucionar la crisis de los Sudetes. El
acuerdo es considerado actualmente por los gobiernos de Alemania y República Checa
como nichtig ex tunc (no válidos desde el principio), porque los Estados firmantes
actuaron en perjuicio de un tercer Estado no presente: Checoslovaquia.
Por mediación del dictador italiano Benito Mussolini (y a iniciativa de Herman Göring),
el primer ministro británico (Arthur Neville Chamberlain) y su homólogo francés
(Édouard Daladier) aprobaron la incorporación de los Sudetes (pertenecientes a
Checoslovaquia) a Alemania,1 debido a que la mayor parte de sus habitantes eran de
habla alemana. Ningún representante de Checoslovaquia estuvo presente. El Reino
Unido y Francia se mostraron complacientes con los deseos de la población alemana
de los Sudetes y consideraban este acuerdo como una revisión parcial del Tratado de
Versalles. Especialmente se pretendía evitar una nueva guerra, a pesar de poner en
gran peligro la existencia de Checoslovaquia.
12. PACTO DE MUNICH
LA POSTURA DE CHECOSLOVAQUIA
Los representantes de Checoslovaquia, a los que no permitieron tomar parte en la
conferencia - a la cabeza de los cuales se hallaba el entonces presidente
checoslovaco Edvard Beneš – se sintieron traicionados. Por este motivo, los checos
llamaron a los acuerdos La traición de Múnich y censuraron las decisiones allí tomadas
llamándolas «acerca de nosotros, sin nosotros y contra nosotros». Los Acuerdos de
Múnich se consideraron desde el primer momento como una fecha negra en la historia
de los checos, al advertir ellos que Gran Bretaña y Francia cedían fácilmente a las
presiones de Alemania y negaban todo apoyo a su aliada Checoslovaquia, cuestión que
el gobierno comunista checoslovaco utilizaría años después para defender su alianza
con los soviéticos.
13. PACTO DE MUNICH
CONSECUENCIAS INMEDIATAS DEL ACUERDO
El pacto reconocía las aspiraciones del Tercer Reich para anexarse la región checa de
los Sudetes, siendo que los gobiernos de Francia, Gran Bretaña e Italia aceptaban el
reclamo de Hitler para revisar las fronteras de Checoslovaquia y adaptarlas a las
exigencias alemanas, sin formular siquiera al gobierno checoslovaco una consulta
sobre semejante acuerdo. La anexión alemana supuso la ocupación de los Sudetes
por parte de Alemania hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes
residentes en los Sudetes se convirtieron automáticamente en ciudadanos del Tercer
Reich (y por ello fueron considerados extranjeros por los checos a partir de 1945, lo
que supuso que las propiedades de los alemanes fueran confiscadas y repartidas
entre los checos durante la era comunista).
Funcionarios checos que trabajaban en los Sudetes, al igual que muchas familias
checas, fueron expulsados de esta región. El presidente checoslovaco Edvard Beneš
renunció y partió al exilio. Como muchos checos, estaba profundamente
desilusionado por las potencias occidentales, que en virtud del Tratado de Versalles
se habían comprometido a defenderla integridad territorial checoslovaca. Esta
decepción llevó a muchos políticos checos a colaborar tras 1945 preferentemente
con la Unión Soviética, antes que con los países firmantes del acuerdo.
14. PACTO DE MUNICH
INVASIÓN DEL RESTO DE CHECOSLOVAQUIA 1939
Adolf Hitler había prometido sólo anexionarse los Sudetes (territorio poblado por
checos de origen alemán), pero no cumplió su palabra y empezó a presionar a los
gobernantes de Checoslovaquia para que aceptaran el control alemán sobre el país. El
12 de marzo convocó al presidente checolsovaco, Emil Hácha, a una conferencia en
Salzburgo y le exigió que ordenase a las tropas checas no oponer resistencia a la
ocupación germana, bajo la amenaza de lanzar una invasión militar en toda
regla, facilitada además por el control nazi que ya existía sobre los Sudetes. Al ser
evidente que Francia y Gran Bretaña habían aceptado las exigencias alemanas en la
Conferencia de Múnich, Hacha debió aceptar. Así, el 15 de marzo de 1939 la
Wehrmacht invadió el resto de Chequia, en tanto que convirtió a Eslovaquia en un
Estado títere de. El control absoluto de la antigua Checoslovaquia era
estratégicamente importante Alemania para Hitler, puesto que este país se extendía
hasta el interior de Alemania, además de poseer una industria pesada muy útil para
los fines bélicos del nazismo. La facilidad de esta anexión y la falta de respuesta de las
potencias occidentales animó a otros países vecinos a actuar de forma parecida.
Así, Hungría se hizo con territorios habitados por húngaros y rutenos, mientras que
Polonia ocupó territorios en Checoslovaquia
15. PACTO DE MUNICH
EL PAPEL DE LA UNIÓN SOVIÉTICA
La Unión Soviética manifestó su rechazo a los Acuerdos de Múnich, así como a sus
consecuencias, principalmente por no haber estado presente durante las
negociaciones y por haber percibido en esta exclusión un gesto de Gran Bretaña y
Francia donde estos países mostraban más voluntad de colaboración con Alemania
que con la Unión Soviética. En la propaganda soviética se consideró los Acuerdos de
Múnich como un complot de los occidentales con el nacionalsocialismo, con el
objetivo de aislar a la Unión Soviética. Asimismo en Checoslovaquia tras la Segund
Guerra Mundial, los propios Acuerdos de Múnich fueron mostrados por el gobierno
comunista como una prueba de que la seguridad externa de checos y eslovacos estaría
siempre mejor defendida por la Unión Soviética que por naciones de la Europ
Occidental. El fracaso de la diplomacia de la URSS con las potencias occidentales, así
como la visible negativa de éstas a enfrentarse directamente con Hitler o
Mussolini, supuso que Stalin iniciara el progresivo acercamiento soviético a Alemania
para así evitar que el renovado poderío bélico alemán se lanzara contra la URSS, este
acercamiento finalizaría con la firma del Pacto Molotov-Ribbentrop de agosto de 1939.
16.
17. POLITICA
En Alemania los nazis tenían preparado un ejército, que a pesar de lo dicho era relativamente
pequeño y desde luego no preparado para una campaña larga. Cuando afrontaron la campaña de
Rusia creyeron, por motivos ideológicos, que el régimen comunista se desharía como un azucarillo
una vez vencido el Ejército Rojo. Efectivamente, los nazis hicieron trizas el Ejército Rojo de seis
millones de soldados, en seis meses. Sin embargo, la dictadura soviética demostró una capacidad
terrible para levantar un nuevo Ejército de diez millones en el mismo tiempo.
Los británicos se equivocaron, hasta la llegada del preclaro Churchill, en casi todo. No valoraron
correctamente al régimen nazi y Baldwin primero y Chamberlain después creyeron que los discursos
de Hitler eran palabrería. Su mentalidad de políticos decimonónicos les impedía ver lo que estaba
ocurriendo en el continente. Intentaron apaciguar a Hitler cuando podían haberle hecho frente
fácilmente y le enfrentaron cuando era demasiado poderoso.
Francia erró en un sentido similar. Inventaron una doctrina, tan nueva como inútil, sobre la guerra
defensiva. Durante la invasión de Polonia el Ejército alemán tenía apenas 50.000 hombres en la
frontera francesa, frente al millón largo de franceses. Con una proporción de 20 a 1 hasta un niño de
cinco años hubiera podido ganar. Doscientos mil franceses abriéndose camino hacia Munich hubiese
cambiado el curso de la guerra. Pero no lo hicieron porque creían que tenían que hacer una guerra
"defensiva". El desastre de la anterior guerra impidió a los políticos franceses tomar la decisión
correcta.
El único país que creo que sí tomo sus decisiones políticas correctas pero falló en la táctica fue Japón.
Los japoneses atacaron Pearl Harbour con la intención de invadir las islas Hawaii. En la época de los
barcos de petróleo tomar Hawaii significaba dejar a los Estados Unidos sin ninguna base en el Pacífico
y sin la capacidad virtual de contraatacar. Sin embargo, el fallo de no encontrar los portaaviones
Enterprise y Lexington y hundirlos durante esa batalla y la posterior derrota en la segunda intentona
de la Batalla de Midway les dejó sin posibilidades. Puesta en marcha la casi inagotable capacidad
industrial de los Estados Unidos, les bastaba un punto de apoyo en el Pacífico para ganar aquella
guerra.
18. ALIANZAS
En el periodo previo al estallido de la guerra, es decir, desde 1870 hasta 1914, el
mundo estaba dividido en bloques de alianzas que el canciller alemán BismarcK se
había cuidado de tramar para cubrirse las espaldas y dejar aislada a su eterna enemiga
(Francia). De esta manera, hasta 1890 (momento de su caída por el acceso al trono
imperial del káiser Guillermo II) traza diversos pactos, estructurados en tres sistemas,
que le aseguran aliados.
El primer sistema es la Entente de los Tres Emperadores (1873), por la que se unían
los llamados imperios centrales de la Europa decimonónica: Alemania, Austria-
Hungría y Rusia.
En el segundo sistema incluye la Doble Alianza (1879), entre Alemania y Austria-
Hungría, y le suma la Triple Alinza (Alemania con Austria-Hungría e Italia) en 1882, y
en 1881 renueva la Entente de los Tres Emperadores.
El tercer sistema data de 1887 y comprende dos pactos. El primero de ellos es el Pacto
Mediterráneo por el cual, a instancias de Bismarck se unen Austria- Hungría con Gran
Bretaña, Italia y España. El segundo pacto es el Tratado de Reaseguro por el que
fortifica la unión entre Rusia y Alemania. Sin embargo, ser a la vez aliado de Austtria y
de Rusia requería una gran habilidad política, pues estaban enfrentadas por las
cuestiones de los Balcanes (Rusia apoyaba a Serbia que pretendía anexionarse
territorios del Imperio Austro-húngaro para formar “La gran Serbia”). Por ello, cuando
desaparece Bismarck del panorama político, se abandona este acuerdo ruso-alemán.
19. ALIANZAS>Los franceses no desaprovecharon la oportunidad y en 1894 forman la alianza franco-
rusa. Parecía políticamente imposible que la república Francesa, considerada radical en su
época y el imperio zarista, autocrático y reaccionario, encontraran puntos en común. Así el
continente europeo quedaba dividido en dos bloques: alemán-austríaco-italiano y franco-
ruso; y todos ellos compartían su recelo ante los británicos, pues no olvidemos que era la
mayor potencia colonial y el mayor poder naval, y durante mucho tiempo se habían
vanagloriado de su aislamiento.
La relaciones de Inglaterra con Francia y Rusia eran pésimas, especialmente por los
conflictos coloniales (en FashodA -Sudán- con Francia; y en Asia con Rusia). Todo parecía
favorable a que, en caso de unión, se decantara por las potencias centrales. Sin embargo,
Alemania comenzó a construir una marina de guerra y su importante desarrollo industrial
sumado a su interés tardío por el expansionismo imperialista (recordemos que mientras el
resto de las potencias se repartían África y Asia, Alemania estaba en pleno proceso de
unificación), le hizo chocar, en primer lugar con Gran Bretaña, pero seguida de su
archienemiga Francia.
En 1902 el gobierno inglés decide salir de su ailamiento político y firma un acuerdo con otra
potencia en expansión, el Japón meiji, para poner freno a Rusia en Asia. Pero el viraje
definitivo se da en 1904 cuando Francia y Gran Bretaña deciden olvidar los acontecimientos
de Fashoda y los franceses reconocen la ocupación de Gran Bretaña en Egipto y los ingleses
la de sus colegas en Marruecos. No hubo un acuerdo esplícito, sino un buen
entendimiento, que es lo que se ha llamado la Entente Cordiale.
Tras esto, los franceses, inmediatamente, intentaron reconciliar a sus aliados y aprovechó la
coyuntura. Los rusos tras su derrota ante los nipones (guera ruso-japonesa 1904-05), se
mostraron dóciles y los inlgeses estaban cada vez más recelosos de los alemanes, así que
en 1907 resolvieron sus diferencias en un convenio anglo-ruso.
20. ALIANZAS
Así la Triple Alianza (1882, Alemania, Austria-Hungría e Italia) se encontraba ante sí
una Triple Entente (1907, Francia, Rusia, Gran Bretaña) más nueva, aunque era más
imprecisa ya que Gran Bretaña se negaba a adquirir compromiso militar formal.
Así, tras una serie de crisis internacionales (Marruecos, Bosnia Herzegovina y las dos
guerras balcánicas) se llega al detonante de la guerra: el atentado de Sarajevo, a partir
del cual se ponen en marcha estas alianzas militares, aunque Italia, no cumplirá su
parte, y tras mantenerse un año como neutral, en 1915 se unirá a los aliados para
luchar en la frontera alpina contra Austria-Hungría. Pero eso, os lo contaré en otro
momento.