2. En el comienzo de los tiempos, las historias se contaban bailando los
cuerpos enfrente de una hoguera o justo al terminar la tormenta. Y si
había necesidad de recordarlas, se pintaban en la piedra eterna. Pero el
tiempo transcurrió y se olvidaron las claves de las danzas tribales y el
significado de las pinturas rupestres. Nuevas formas de crear la mente
común arreglaban el problema, y pieles de animales, láminas vegetales y
hasta impulsos electrónicos fueron tomando el relevo.
* * * * * * * * * *
Un bello planeta allá abajo. Nubes blancas arremolinándose entre océanos
u ocultando continentes, a veces rotos por largas líneas azules y tortuosas.
Grandes vacíos rodeados por amplios núcleos de población, y viceversa.
Alrededor de la nave, artilugios mudos danzan caóticamente. Muchos
caerán en una espiral autodestuctiva muy pronto, otros tardarán más. Pero
los sensores de la nave no detectan ninguna comunicación entre los
núcleos habitados del planeta y aquellas sondas de tecnología prehistórica.
- Contramaestre, ¿alguna comunicación?¿Algún rastro de la civilización
allá abajo? ¿Son suyos estos artefactos o tal vez no somos los primeros en
llegar de visita?
- Capitán, me acaban de comunicar que nuestras sondas han descubierto
una red de comunicaciones subterránea de ámbito global.
-Explíquese.
- Señor, es como si cada continente, cada núcleo de población y
posiblemente cada habitante estuviera conectado con todos los demás. De
hecho, lo que vemos indica un intercambio continuo de información.
- ¿Qué alimenta tanto intercambio de energía?
- Parece que los propios edificios. Nuestros técnicos dicen que están
cubiertos de algún material electrosolar, y por lo visto hay mucha
circuitería en ellos. En el continente central hemos visto grandes centrales
generadoras, pero no están funcionando. Finalmente, me señalan que no
hay transporte.
3. - ¿No hay transporte?¿No se mueven? ¿Qué tipo de seres y de civilización
son esta gente?
- No lo sabemos.
- Que bajen diez equipos, distribúyelos por los principales núcleos de
pobl... de lo que sea. Que vayan con los trajes miméticos. Intentad
averiguar qué se están comunicando, si nos han visto, qué armamento
pueden estar escondiendo. Todo.
- A la orden señor.
Durante un buen tiempo después de la llegada de la nave exploradora a
aquellos cielos, unos cincuenta congéneres bajaron al planeta en diferentes
misiones. Unos fueron a los vacíos que sin embargo escondían aún tupidas
redes hechas de hilos de metal de millones de kilómetros de longitud total.
Inopinadamente, no estaban vigiladas, y aunque enterradas, la señal
eléctrica que conducían era fácilmente detectable. Colocaron los
transductores que emitirían en tiempo real copias de esa señal hasta la nave
donde los ingenieros de comunicaciones verían si era tan sencillo
interpretar la información transmitida. Había centros de información en los
que la señal eléctrica era particularmente intensa y variada. Otros equipos
descubrieron allí aparatos contenedores de información. Regrabaron sus
anticuadas superficies magnéticas en sus propios aparatos y regresaron a la
nave razonablemente seguros de no haber sido descubiertos. La superficie
de aquellas ciudades estaba por completo abandonada. Pero quienes tenían
el encargo de hallar a los habitantes no pudieron regresar con información
más sorpresiva.
- Señor, estaban en suspensión. No se enteraron de nuestra presencia ni
estaban realizando ninguna acción ni tarea. Permanecimos dos días enteros
en la ciudad e inspeccionamos cientos de hogares. En todos ellos un total
de casi mil seres se encontraban... dormidos. Los auscultamos con los
sensores médicos. Tenemos toda la información sobre su metabolismo, y
vimos cómo ciertos viales les entregaban nutrientes básicos. No
detectamos productos artificiales en su sangre, pero sí vimos que sus
centros procesadores estaban conectados a una especie de plataformas
multisensoriales que se adaptan anatómicamente.
4. -¿De dónde procedía la comida? ¿Y esos aparatos? ¿Qué más
averiguasteis?
- No pudimos seguir los viales. Sobre los cascos, comprobamos que una
gran información se intercambiaba con los seres por un gran rango de
frecuencias, y aquéllos tienen una serie de implantes en el interior de la
carcasa ósea de sus centros sensibles. Un aparato en cada hogar recoge
todas las señales inalámbricas que suponemos se transforman en eléctricas
y salen al exterior.
Tras varias conversaciones con grupos que regresaban con los mismos
hallazgos, el capitán no tenía duda: toda aquella civilización estaba
dormida, literalmente.
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La carrera del progreso aceleraba. En pocos milenios, de unos pocos que
sabían cómo, se pasó a que prácticamente todos y cada uno de miles de
millones podían forjar la mente común. Tras apenas un parpadeo del
planeta, las primeras décadas del Despegue, miles de millones se ataron a
aparatos híbridos de creación y consumo que expandían sus cuerpos de
formas inimaginadas, formando todo un ser planetario más allá de Gaia,
a costa de Gaia incluso. Y de forma similar al océano igualando los
desniveles del fondo marino, la consciencia común a punto de despertar
se quedó grabada en un instante con la aparente uniformidad de una
multitud mirando. Catedrales y edificios inteligentes quedaron igualados
a la nada por un océano de moles de bytes.
* * * * * * * * * *
Fueron necesarias varias vueltas completas a aquella estrella para empezar
a entender la historia de aquel planeta azul. Tiempo suficiente para que las
primeras avanzadillas de colonos comenzasen a explorar algunos satélites
prometedores de los gigantes gaseosos de aquel sistema estelar. Pese a la
5. abultada carga de años y misiones del capitán, pocos sistemas le habían
causado tantas sensaciones como aquél, lleno de misterios y belleza
incluso en su rango sensible, muy separado, descubrían los científicos, del
de las criaturas de la Civilización Durmiente. Aunque se encontraban
demasiado cerca de la estrella para su especie, había dos zonas, los polos,
donde se podrían establecer y prosperar, con una longevidad que imponía
una estrategia reproductiva no basada en la cantidad de la progenie. Pero el
capitán no podía permitirse dejar aquel misterio sin resolver antes de
autorizarlo.
Que toda una civilización tecnológica hubiese decidido sumirse en la
suspensión sin intentar colonizar el resto de mundos cercanos era una
cuestión que casi quemaba la mente del capitán. Su especie ya se había
cruzado con otras tan prolíficas como la de aquel planeta, y todas las que
recordaba habían colonizado todos los mundos a su alcance,
transformando los inhabitables. ¿Qué había ocurrido con aquélla? Los
satélites y algunas sondas muy alejadas que habían encontrado las naves
de colonos demostraban que había sido una especie curiosa. Algunos
restos en el satélite natural y el planeta cubierto de óxidos evidenciaban
que conocieron al menos las bases del viaje espacial.
- Contramaestre, un resumen de los hallazgos.
- Señor.
- Se ha descifrado el flujo de información, vemos lo mismo que muchos de
los seres, al mismo tiempo.¿Qué hay de los almacenes físicos?
- Por lo visto hay marcas en ellos que denotan el transcurso del tiempo.
Hemos identificado lo que podrían ser fechas, y descubierto que en su
línea de tiempo hay varias que coinciden con la densidad de cambios en
dichos artilugios.
6. - ¿Saltos o disminuciones?
- Saltos, algunos descomunales. Hay un rango de fechas en que la
información almacenada y distribuida por sus centros de datos,
extrapolando los que copiamos nosotros, subió de manera exponencial,
aunque aún era una minucia en comparación con la que conocemos que se
da en estos momentos.
- ¿Ahora también hay saltos?
- No, yo diría que la cantidad de información transmitida podría llevar
siendo constante varios siglos.
- Que sería el tiempo que llevan dormidos.¿Tan longevos son sus cuerpos?
- Todos los cuerpos vivos en suspensión prolongan de forma lógica sus
vidas por el escaso consumo energético, pero además esta especie
incorporó algunos avances que en otros casos, a otras especies, les
sirvieron en sus despliegues espaciales.
- Tremendo. ¿Es involución o una consecuencia lógica de algún desastre?
-se preguntaba el capitán-. ¿Sabemos de qué naturaleza es la información
que se están transmitiendo?
- No a ciencia cierta, señor, pero el jefe científico, tras estudiar algunas
formas de vida inferiores abundantes en el continente central, tiene una
idea atrevida: cree que se transmiten directamente señales de pensamiento,
no sabe aún si de pensamiento consciente o si de... ejem, sueños.
- ¿Se transmiten sueños y pensamientos de unos a otros?
- No está claro, señor. Aunque el jefe científico pide más tiempo, también
parece que no es una simple distribución de pensamientos por medio de
electrones: en el equipo científico se baraja la idea de que en su fuero
interno los seres piensen que están de forma consciente en algún tipo de
mundo creado en función de sus propios... recuerdos.
- Conscientes e interactuando en un mundo aparte, existente sólo en sus
mentes en suspensión... Es inaudito, pero podría ser la explicación del
7. agotamiento de su curiosidad exploradora. Se dieron a sí mismos el mejor
de los mundos.
- Pero señor, dejaron de evolucionar técnicamente. Ahora mismo estarían a
la merced de cualquiera de las especies espaciales que conocemos.
- ¿Qué hay de los almacenes de información?¿Albergan pensamientos de
esa gente?
- No señor. Al menos no en forma de señales de pensamiento. Aparte de
configuraciones magnéticas que codifican información, también tienen
otras que codifican acciones sobre esa información. Nuestros primeros
avances nos muestran información archivada en el rango sensible más
probable de esos seres.
- ¿Podemos elaborar una cronología?
- Estamos copiando todos sus centros de datos e interpretándolos.
- Manténme informado.
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Tras el Despliegue, el Despegue fue una flecha hacia el cielo en la tasa de
intercambio de información. Las cosas empezaron a tener cosas
interesantes que decir a otras cosas, y las personas se sumergieron en una
nube planetaria de información trivial. La Prohibición llegó tarde. Los
gigantes del consumo de la información sabían desde tiempo atrás que no
volverían a ostentar la cultura, pero se devanaron los sesos para
intentarlo. Pero cuando la gente sintió el asedio cometieron el penúltimo
acto de rebeldía: se quitaron las Gafas que les llevaban el sucedáneo de
alimento anímico hasta la retina y vía implantes hasta el propio córtex, las
echaron al suelo, las pisotearon y dominaron sus implantes para ser de
nuevo sus propios dueños, para ser los creadores de su propio Mundo. La
comunicación se rompió y los dueños de la Cultura se sintieron en el
vacío.