Este pasaje bíblico de Mateo 7:1-6 exhorta a no juzgar ni criticar a los demás, ya que seremos juzgados con la misma medida. Aconseja quitar primero la viga de nuestro propio ojo antes de intentar sacar la paja del ojo ajeno. También advierte no dar lo sagrado a los perros ni echar las perlas ante los cerdos, es decir, no malgastar enseñanzas valiosas con quienes no están listos para recibirlas.