2. “habiendo oído la palabra de verdad, el
evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”
(Efes. 1:13).
3.
4. “Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas
cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis
confirmados en la verdad presente”
(2 pedro 1:12).
5. Cuando una iglesia cesa de enseñar la verdad,
cesa de ser una iglesia de Cristo.
La iglesia es la “columna y baluarte de la verdad”
(1 Tim. 3:15).
Si una iglesia ha dejado “sus primeras obras” y se ha
vuelto indiferente a su misión, el Señor quitará su
candelero de su lugar (Apocalipsis 2:5).
6. Algunos “Profesan conocer a Dios, pero con los
hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes,
reprobados en cuanto a toda buena
obra” “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la
sana doctrina” (Tito 1:16, 2:1).
Pablo rogó a Timoteo que “Retén la forma de las sanas palabras
que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús” (2 Tim.
1:13).
7. Se dice que a Jesús “gran multitud del
pueblo le oía de buena gana”
(Marcos 12:37).
“Y entrando Pablo en la
sinagoga, habló con
denuedo por espacio de
tres meses, discutiendo y
persuadiendo acerca del
reino de Dios”
(Hechos 19:8).
8. “y cómo nada que fuese útil he
rehuido de anunciaros y enseñaros,
públicamente y por las casas”
(Hec. 20:20).
“Id, y puestos en pie en el
templo, anunciad al pueblo
todas las palabras de esta
vida” (Hechos 5:20).
9.
10. “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre
tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”
(Juan 4:23-24).
11. Porque somos mandados a hacerlo
1. “Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos ante el estrado de
sus pies; Él es santo” (Sal. 99:5).
2. “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él,
sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su
nombre” Heb. 13:15).
Dios es digno de adoración
1. “Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y
seré salvo de mis enemigos” (2 Sam. 22:4).
12. Él es el dador de todas las cosas
1. “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del
Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de
variación” (Sant. 1:17).
D. Nos amó y Dios a su Hijo unigénito para que fuéramos redimidos
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados
hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le
conoció a él” (1 Juan 3:1).
13. Somos edificados por adorar
1. “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a
las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos
tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca” (Heb. 10:24-25).