A 50 años del comienzo del Concilio Vaticano II (1962), donde Juan XXIII pedía un "aggiornamento" para la Iglesia, vemos que los cambios del mundo son tan profundos, que necesitamos poner al día todo, pero desde dónde?. El Nacimiento de Juan Bautista nos deja alguna pista.
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Aggiornamiento para la iglesia
1. Aggiornamiento para la Iglesia
Homilía de la fiesta del Nacimiento de Juan el
Bautista (24/6/12)
A 50 años del comienzo del Concilio Vaticano II (1962), donde Juan XXIII pedía un "aggiornamento" para la
Iglesia, vemos que los cambios del mundo son tan profundos, que necesitamos poner al día todo, pero desde
dónde?. El Nacimiento de Juan Bautista nos deja alguna pista.
50 años del Concilio Vaticano II
Juan XXIII
Pensaba que hace cincuenta años comenzó, algo que fue muy importante para
la vida de la iglesia, que se llamó el Concilio Vaticano II, en 1962 hace este año
50 años. Y en ese acontecimiento de la Iglesia el Papa de ese momento, que
era Juan XXIII pidió a todos los obispos del mundo ésto: que pensaran en
poner al día la Iglesia: “aggiornarla”, esa era la palabra, ponerla al “giorno”, al
hoy. Y justamente esta renovación de la iglesia no era simplemente mirar al
mundo, (como iba este mundo) y adaptarse al mundo, sino que tenía que tener
un criterio un poco más sólido.
Entonces lo que los teólogos indicaron es un poco esto, “para renovarse
profundamente la Iglesia tiene que mirar a sus orígenes, tiene que mirar el
Evangelio, tiene que mirar a Jesús, tiene que mirar cómo nace la Iglesia, las
primeras comunidades, cómo era la vida allí, y desde allí tomar, entonces, una
renovación en serio”.
2. Nacimiento de Juan Bautista
Y un poco el nacimiento de Juan el Bautista, que hoy celebra la Iglesia,
también nos invita a eso; porque estamos hablando de los orígenes de la
Nueva Alianza. Si ustedes se fijan en la Palabra de Dios, en la Biblia hay dos
partes: una es el Antiguo Testamento y otra el Nuevo testamento; lo que está
en el medio exacto, la “bisagra” entre el Antiguo y el Nuevo Testamento es el
nacimiento de Juan el Bautista. Así que ahí estamos mirando el origen mismo
de este nuevo proceso, de este nuevo tiempo que se inaugura, con el Nuevo
Testamento, la Nueva Alianza.
Qué es lo que ocurre ahí? Eso es lo que tenemos que mirar con claridad hoy.
Qué es lo que pasaba con los padres de Juan el Bautista: Zacarías e Isabel;
Zacarías era sacerdote del templo e Isabel era la prima de María. (Ustedes
vean en los primeros capítulos <I-II> del evangelio de Lucas y lo van a
encontrar todo bien detalladito).
En el comienzo del Nuevo Testamento aparecen estas dos personas, Isabel y
Zacarías, dos ancianos que no tienen hijos. Muy parecido a lo que está en el
comienzo mismo de la historia del Pueblo de Dios con Abraham y Sara: dos
ancianos que no pueden tener hijos y sin embargo Dios les había prometido la
descendencia y que de ellos se bendecirían todos los pueblos.
Entonces, Dios hace un signo. Dios hace y da vida en medio de lo que es la
incredulidad nuestra (de que Dios puede hacer cosas nuevas incluso allí donde
parece que ya no se puede).
Allí nace entonces Juan el bautista; inaugura una nueva etapa. Él va a ser el
último de los profetas y va a ser el primero que va a decir al mundo: “Éste es
el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”; Él va a mostrar dónde
está la Salvación, él va a indicarle al mundo por dónde hay que caminar ahora,
la Nueva Alianza.
3. Nuestro tiempo
Por eso yo decía como, mirando el acontecimiento del Concilio Vaticano II,
mirando la Nueva Salvación que trae Juan el Bautista que nos indica el camino
de Jesús, también miramos nuestro tiempo y nos preguntamos: hacia dónde
iremos? porque si bien hace cincuenta años del Vaticano II, en cincuenta años
pasaron tantas cosas y siguen pasando, y a una velocidad!; los cambios en la
sociedad que estamos viviendo que estamos un poco desconcertados.
La familia ya no es lo mismo que hace cincuenta años. Hoy ya no sabemos
más cómo es la familia; ya no sabemos más qué es lo que está bien y lo que
está mal; estamos en otra cultura, estamos ante nuevos valores, nuevas
formas, no solamente en lo tecnológico y en lo científico, sino hasta en los
mismos valores morales, ya no vemos claramente dónde están las cosas
buenas y las cosas malas.
Para poner un solo ejemplo: ya no sabemos si está bien tener hijos o no
tenerlos, fíjense qué locos estamos!. Es más, si alguien tiene más de dos hijos,
ya lo miramos medio raro, como diciendo: qué le pasa a esta gente?, como que
dar vida ya no es Bendición de Dios. Digo: dónde hemos ido con los
parámetros, no?.
4. Y nosotros?
Bueno, por eso, ante este mundo que está naciendo y todo eso antiguo que
parece que va a dejar de ser, nos encontramos con un signo de pregunta muy
grande: ¿dónde estamos parados nosotros?; ¿dónde tenemos que estar
parados nosotros?; ¿cuál es realmente nuestra identidad como Pueblo de
Dios?
Entonces nuevamente la invitación será a mirar hacia nuestros orígenes, será
mirar a Jesús, mirar al Hombre Nuevo que se nos muestra allí en los
Evangelios.
Por eso hoy la fiesta de Juan el Bautista nos hace poner la mirada en los
comienzos de la Nueva Alianza; Dios quiere hacer un nuevo pacto con
nosotros, quiere hacer una Nueva Alianza, quiere hacer un Nuevo Testamento
con nosotros, quiere entregarnos la Creación Nueva, para que nosotros
mismos también colaboremos en esta obra y nos sumemos al Reino, al
proyecto del Padre.
Y esto entonces, mirando a Juan el bautista, mirando su estilo de vida y
mirando su enseñanzas, que nos llama a preparar el camino; preparemos el
camino, viene el Señor, el Señor viene a nuestra vida, viene a renovarnos
profundamente y viene a renovarnos en serio; no como nosotros pretendemos
a veces, que cambien las cosas de una manera que no son las de Dios.
Por eso miramos allí, cómo es lo de Dios?; ¿cómo es el hombre que Dios
quiere? Y ahí está. Como decía el mismo Poncio Pilatos, el viernes santo: lo
muestra a Jesús y dice: “este es el hombre” . No sabía lo que decía Poncio
Pilatos, pero decía una gran verdad: éste es el modelo del hombre. Así Dios
quiere la humanidad. Por eso no podemos dejar de mirar allí y desde allí
entonces si, renovar nuestro corazón, renovemos también nuestra fe.
Para escuchar: http://www.goear.com/listen/352b450/120624-aggiornamiento-para-la-iglesia-nacbautb-juan-jose-
gravet