16. “La matemática debe entrar en el mundo
fantástico de los niños
y recuperar la fantasía perdida de los adultos
para motivarlos
y sorprenderlos mediante una serie de
actividades lúdicas,
de ingenio, con juegos mágicos, adivinanzas,
anécdotas,
estimulando en unos y otros su aprendizaje y
comprensión.”
G. Torres R.