Tras la Segunda Guerra Mundial, Alemania quedó dividida entre la Unión Soviética y los aliados occidentales. Esto llevó a la creación de dos estados alemanes: la República Federal Alemana (RFA) bajo influencia occidental y la República Democrática Alemana (RDA) bajo control soviético. La división se hizo especialmente evidente en Berlín, que fue separada en dos sectores. En 1961, la RDA construyó el Muro de Berlín para detener la fuga de ciudadanos hacia Occidente.