2. Hace 40 años más de 100.000 jóvenes se reunían en San Francisco para celebrar el nacimiento de una contracultura opuesta a la sociedad de consumo, basada en la paz, el amor, la ecología y la expansión de la conciencia. El acontecimiento se conoció como Verano del Amor, representó el nacimiento del hippismo y tuvo un impacto mundial. A pesar de lo efímero del movimiento su huella todavía se percibe en la cultura global, en elementos como la incorporación de disciplinas orientales, del ideal de la vida sana o del interés por la ecología a la vida cotidiana.
3. En 1969 llegaron a El Bolsón los primeros “hippies”, inspirados por los originales hippies que pelearon contra la guerra de Vietnam en EEUU. En El Bolsón, se trató de un grupo de personas que deseaba practicar la convivencia con la naturaleza planteándolo como un rechazo a la progresiva industrialización, guerras y capitalismo extremo que se observaba en el mundo y se observa hoy.
4. Paradójicamente, los primeros hippies de El Bolsón, pertenecían casi en su totalidad al staff de la Opera "Hair" cuya versión se puso en escena exitosamente en Buenos Aires y algunos lugares sudamericanos. Un espectáculo comercial que venia de países guerreros y generó consumismo.
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6. El Bolsón, paraíso natural, representó para estos viajeros la energía que los motivaba. Llenos de entusiasmo y con sentimientos puros, descubrieron cada mañana los rayos del sol que coronan las montañas, los bosques, los senderos, los lagos y los ríos. Intentaron establecer una comunidad con mucho empeño. Según el escritor local Matamala: “La idea original que los movía era la convivencia en grupo y llevar adelante el amor a la naturaleza, la comunidad de intereses y volver a la tierra, el autoabastecimiento y la paz interior” Al principio, se asentaron en las cercanías del “Puente del Cementerio” alquilando un espacio en la chacra de Chatruk
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8. Los pilares fundamentales verían la luz durante ese mismo 1967. Desde el disco Seargent Pepper, de Los Beatles a The Pipper at The Gates Of Down, de Pink Floyd o Surrealistic Pillow, de Jefferson Airplane, convertidos a partir de entonces en clásicos insoslayables de la música pop. Todo en el marco de una movida que reivindicaba al mismo tiempo las consignas “paz y amor” y “sexo, droga y rock and roll” y la expansión de la conciencia a través del uso de drogas psicodélicas (de psique y delos: ampliación de la mente) como el LSD, que había sido legal hasta el año 1966.
9. Si vas a San Francisco/Asegurate de llevar flores en tu cabello”, proclamaba un himno del grupo The Mamas And The Papas que se popularizó en el Verano del Amor y se transformó en la banda sonora de una movida que tomó por sorpresa a buena parte de la sociedad mundial “Poder de las flores” (Flower Power).
10. Como contrapartida, el impacto inicial del hippismo en la Argentina sería minoritario, según recuerdan quienes fueron sus protagonistas. Bajo la dictadura militar de Juan Carlos Onganía, que hasta prohibía a las parejas besarse en las plazas, se vio reducido a mínimas expresiones hasta que en septiembre de 1967 la aparición del simple Ayer Nomás/La Balsa, de Los Gatos, le dio cierta repercusión. A partir de entonces se expresaría primero a través de la obra de grupos musicales -como la mayoría de los fundadores del rock nacional- y más adelante mediante el intento de instalar comunas en el interior del país, en localidades como San Marcos Sierra y El Bolsón. Pero, en una época políticamente convulsionada, la postura hippie no sólo encontró la oposición del poder, sino también la de los jóvenes enrolados en las organizaciones políticas del campo popular, que consideraban al hippismo una expresión más de la colonización cultural.
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12. Era tan difícil querer ser hippie en la Argentina de 1967 que el pelo largo se llevaba atado debajo de las camperas y las camisas floreadas (tan flower power) se disimulaban debajo de los sacos. La anécdota la cuenta Pipo Lernoud, uno de los primeros hippies argentinos junto a Miguel Abuelo, Moris y Tanguito. Claro que ellos, embarcados en la idea de construir un hippismo de cuño nacional, adaptado a una realidad argentina tan distinta a la de las sociedades opulentas donde el hippismo nacía, preferían no llamarse hippies. Y se llamaron a sí mismos náufragos. De allí el popular verso del himno fundacional del rock nacional, La Balsa. Ese que dice “con mi balsa yo me iré a naufragar”.
13. Los primeros hippies argentinos se reunían en La Cueva -el bar fundado por Sandro-, La Perla del Once -también famoso porque en su baño se compuso La Balsa- y en Plaza Francia. Y su existencia fue casi desconocida hasta que en 1967 se publicó el simple de Los Gatos que contiene los temas Ayer Nomás y La Balsa.
14. En un mar mundial de revoluciones culturales y artísticas marcadas por el rechazo a la violencia de la guerra de Vietnam y por las influencias de la generación Beat, la segunda mitad de los sesenta marcó a un grupo de jóvenes platenses que decidieron avocarse a una vida comunitaria, inspirada en los movimientos pacifistas norteamericanos y marcada por las producciones artísticas, germen entre otras expresiones, de la banda musical “Los Redonditos de Ricota”
15. La Cofradía de la Flor Solar (comunidad hippie) surge en el verano de 1967, cuando el golpe del General Juan Carlos Onganía desarrolló la cruenta “noche de los bastones largos” e impuso la intervención de las universidades nacionales, a la que siguió el éxodo obligado de cientos de profesores: “Ahí fue cuando nos fuimos de Bellas Artes con un proyecto de hacer una escuela paralela a la intervenida Escuela Superior, con todos los profesores que habían echado por el Golpe. Hasta formamos un comedor universitario… Ese fue el origen de la Cofradía”, reitera en cada entrevista periodística Ricardo, “Mono” Cohen, más conocido como Rocambole, quien fuera miembro del grupo.
16. Con todo, aún así nunca hubo un desarrollo del hippismo como movimiento en la Argentina.La existencia como hippies fue casi testimonial. Tenían contacto con otros como Caetano Veloso y Gilberto Gil que mantenían una postura parecida en Brasil, pero mientras acá se reunían en Plaza Francia, en Estados Unidos los Diggers tenían suficiente estructura como para montar una clínica gratuita para asistir a los hippies que estaban en la calle.
17. Es en ese momento en el que estos jóvenes artistas, fuertemente influenciados por el movimiento hippie que se venía dando en Estados Unidos, deciden instalarse en una casona en las afueras de la Ciudad y conformar una comunidad, en la que compartían no solo la convivencia, sino innumerables producciones artísticas y artesanales, un novedoso proyecto musical, que devino en el primer experimento argentino de esas características, totalmente trasgresor para la época.
18. En los comienzos de esta experiencia comunitaria, hasta principio de los años 70 estaba todo bien, porque la gente todavía no se había difundido en el imaginario el hecho del hippie drogadicto. Sin embargo, pronto vino la represión y el aspecto hippie, acompañado solo de unas pocas prácticas vinculadas con ese estilo de vida se fueron convirtiendo en el modelo a perseguir por las Fuerzas de Seguridad.
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20. En este contexto de violencia y transformaciones es en el que finaliza la Cofradía. En el verano de 1972, todos se trasladaron hacia Mar del Plata, en esa época estaba en la localidad balnearia un comisario al que le decían “Lobo” y un día hubo una denuncia de vecinos y cayeron patrulleros al lugar donde estaban parando. No encontraron droga. Y Lobo dijo: ‘Yo no voy a movilizar cinco patrulleros para nada’ y enseguida hizo aparecer droga. Llevaron a todos a un centro de detención ilegal y estuvieron 5 días desaparecidos, incluso mujeres y hasta un bebé. Salieron porque hubo unos familiares y movilizaron abogados. Se salvaron, pero descubrieron que en La Plata había habido un operativo similar y se llevaron todos los instrumentos y rompieron todo el taller.Se quedaron sin la estructura y hasta se negaron a seguir alquilándoles el lugar; así que decidieron “desensillar” hasta que se aclare el asunto.