El documento describe la experiencia de acoso escolar de Jordi. Un día en la escuela, otro estudiante le escupió en la cara y le amenazó con matarlo si volvía a la escuela. El acoso hizo que Jordi dejara de pensar y razonar, viendo la escuela como un "campo de exterminio". El acoso continuó hasta que cumplió los quince años, cuando finalmente dejó de ser intimidado.