1. Desde el centro al noreste y al suroeste. Caminos opuestos que se vuelven a cruzar.
2. Ardilla y Pantera juegan a crear sus mundos, hacen casitas en el fondo de sus casas, trepan árboles, andan en bici, remontan barriletes. Están ahí, apenas a unos pocos metros.
4. Ardilla hace este recorrido hacia el suroeste para ir a la escuela en la que luego funcionará la comunidad Scout-Guía que muchos años después los reunirá.
5. Pantera hace otro recorrido, el viaja hacia el noreste. Paradójicamente con los años, tomaran caminos opuestos.
6. En este punto SEGURMENTE se cruzaron alguna vez. “Carabobo y 30 de Agosto”, esquina de comercios, giro de colectivo en donde todos quedaban haciendo bandera colgados del pasamanos, punto de paso obligado para ambos.
7. Unos años más tarde Ardilla sintió la necesidad de dejar su lugar y buscar un nuevo lugar en el mundo, y ahí se fue con rumbo noreste.
9. Pantera tomó rumbo opuesto, hacia el suroeste, esa tierra a la que tantas veces había ido de campamento y a la que “una vez que se come calafate, siempre se vuelve” como dice la leyenda.
10. Llegó así a Río Turbio, lugar de cóndores y sus cerros, lengas y chorrillos de agua.
11. Hoy pareciera que no hay conexión alguna, que cada uno tomo su destino. Mirando un mapa del país, pocas combinaciones podrían hacer posibles que estuvieran físicamente más alejados.
12. Mirando casi casi a toda la América Latina, la de las venas abiertas como dice Galeano, vemos que el tramo que los separa es lo suficientemente largo como para cubrir un tercio de su longitud y cruzarla de este a oeste en su parte más ancha.
13. Y viendo a todo el mundo en su conjunto, serviría para cruzar mares y océanos, o viajar de cultura en cultura.