2. Cuando digo que soy maestra la gente, en general, responde con un "¡Ah!", tan soso, que me gustaría exclamar: Cuando digo que soy maestra la gente, en general, responde con un "¡Ah!", tan soso, que me gustaría exclamar:
3. ¿Dónde más podría atar lazos al pelo, ajustar cinturones, y ver un desfile de modas a diario?
23. A todas las maestras y maestros que tanto siembran para que otros recojan. ¡Gracias!
24. Y gracias también a ustedes, que trabaján con niños de educación especial, tan especiales y maravillosos. Gracias a los que trabajan en la escuela rural, y saben lo que es enseñar con frío, goteras y en soledad. A todos...