Este documento contiene varios fragmentos de un relato autobiográfico sobre la vida en un barrio de Montevideo en la década de 1940 y principios de 1950. Describe recuerdos de la infancia como jugar con una pelota de trapo o de cuero, los primeros equipos de fútbol y zapatos para jugar. También menciona comercios y lugares del barrio como una panadería, almacén, ferretería, lechería y cine.
1. Es decir, qué se yo si
era así !
Pero yo, me lo
acuerdo así…
producción : Luis Scarpa Brusco - 2014
“Tiempo de vidas, historias de barrio”
Municipio “B”
Coordinación: Lic. Marta Huertas Prego
“A mi, dejame en mi
barrio”
(fragmentos)
Edmundo Rivero
Clic para avanzar diapositivas
Parte 4
Clic AUDIO
2. “Andá que te cure Hortensia
que Lola está con licenci
De izquierda a derecha los componentes :
Jorge Rossi, “Cacho” Bemposta, Jorge Leal, el
Bebe” con el estandarte, y yo arrodillado.
Allá por el 49, parafraseando
a un conjunto de reciente
aparición en el Carnaval
Montevideano; “Andá k te
kure Lola”, se creaba la
murguita del barrio.
Con los versos escritos por
algún padre, salimos a la
cancha para disfrute del
vecindario. Seguramente en
aras de parar de sufrir y no por
el disfrute, fue el sacrificio
monetario. Con lo recaudado
compramos en Carlos Sanz, el
primer equipo; rojo y negro
como Newells Old Boys, bajo la
influencia de la revista
argentina El Gráfico, lectura
obligada para todo futbolero
de la época y a la cual
accedíamos a través de Carlos ,
el hermano mayor de Jorge.
¿Y la pelota? ? ?.....
MURGA :
3. LA PELOTA !!!
Nuestra primeras gambetas las aprendimos con la pelotas de trapo que prolijamente mi
abuelo hacía con medias femeninas de seda. Luego pasamos a las pelotas de goma , rojas
y de diferentes tamaños.
Como transitamos hacia nuestra primer pelota de fútbol, no lo sabré nunca. Lo cierto es
que muy pocos sobrevivientes habrá que puedan decir que jugaron con una pelota de
tiento, como la que se ve en la imagen.
¡YO JUGUÉ CON UNA PELOTA DE TIENTO!
Con ellas se jugó el mundial de 1930 y también nuestro debut en un “potrero”,
estrenando camisetas y pelota de verdad!
El gran baldío quedaba más o menos por Obligado y 21 de setiembre. Nunca
abandonamos la calle, ni la pelota de goma, que era algo así como nuestro “complejo
deportivo” donde nos preparábamos para el fin de semana.
Otro recuerdos casi prehistóricos son los relacionados con lo primeros zapatos de fútbol.
Eso ya fue entrada la adolescencia. Muy similares a los que muestran las fotos.
Mejoramos con los tapones clavados sobre el listón de fibra, pero más temprano que
tarde se hundían y cada clavo se convertiría en una dolorosa ampolla.
Lo que no cabe duda que debíamos estar bien puchereados para jugar con esa pelota y
esos zapatos mojados y en el barro.
Después la cosa fue cambiando, aparecieron los primeros Parabiagos y los Goleadores de
goma de FUNSA, y eso ya es otra historia.
Y algo más
4. Los 50
Con los últimos suspiros de la década del 40 y
aunque seguíamos usando pantalones cortos con
tiradores y medias sport, estábamos ingresando a
la pubertad. También el barrio se preparaba para
los cambios que lentamente vendrían, el 157 por
un tiempo aún interrumpiría nuestros juegos
callejeros en Duvimioso Terra, y los tranvías 31 y 36
seguirían orgullosos con sus 9 puntos por
Canelones. El Erwy School dejaría su vieja
mansión de Br. Artigas y Canelones para inaugurar
su flamante residencia en la recientemente abierta
Avda. Ing. Luis Ponce. También en el 48 se abre la
nueva sede de la Facultad de Arquitectura en Br.
Artigas.
El cine Artigas se preparaba para su remodelación
y la Cantina Ciccillo consolidaba su reinado en
Acevedo Díaz.
Entretanto nosotros alternábamos nuestros juegos
infantiles con los primeros “dragoneos” con las
“doncellas” de la cuadra. La noche abría paso al
inevitable Titiriya, que ahora nos ofrecía un nuevo
escondite con los encantos de la obra y sus
andamios donde estuviera el viejo Erwy.
Edificio construido en el predio del
viejo Erwy School. En Planta baja a
la derecha la Confitería El Ombú.
Hoy se puede ver
en su ventana este
afiche que nos
remite al año de su
nacimiento.
5. Comercios, casas y vidas que forjaron
la identidad de los vecinos con su barrio
En este edificio, hasta fines de los 60 o principio de los 70, funcionó
el viejo Cine Artigas, quizás el último en desaparecer de los cines del
barrio y su cercanías.
El Roxy en Br. España y Pablo de María, el Ópera en Jackson y
Charrúa, donde hoy está la sede del PIT-CNT, el Defensa en Pablo de
María y Lavalleja (hoy Rodó) y el Princess en Rivera y J. de Requena.
Muy cerca también el Savoy, Rivera y Obligado y el Novelty en la
calle Libertad.
Sábados y domingos concurríamos a las matinée que comenzaban
pasado el mediodía con 3 o 4 películas , completadas con la
Vermouth, previo a comenzar la función de la noche. El Artigas,
entre otros, en algunas oportunidades funcionó como fono platea de
programas radiales tales como; “Doble o Nada” auspiciado por
Mejoral y conducido por Crhistia, o “Diga Bi o diga Lo” conducido
por Mañan , y otros.
Cuando el Artigas se reinauguró, todo a nuevo, lo hizo en una
matinée con cuatro películas de Tarzán. Entre cinta y cinta, que así
solíamos llamar a las películas, al salir el portero nos entregaba una
tarjeta que oficiaba de contraseña para volver a entrar. La salida
infaltable era para cruzar a comprar bizcochos en la Panadería de
“Don Oscar”.
Esquina frente al cine, hoy una Farmacia. Durante muchísimos años. estuvo la
Panadería de Don Oscar y su Sra. quienes vivían en los altos del edificio.
6. Y en la esquina de esa
misma cuadra, el viejo
gran Almacén de Costa
Hoy sigue en el ramo,
pero como SuperMarket.
En esta esquina, enfrente a lo de “Don Oscar” se encontraba la
Ferretería de Giacca, quien vivía en la siguiente cuadra, en el 2280.
Canelones 228o
_______________________________________________
Cruzamos, y en el 2287 de Canelones una casa
remozada.
En ese garaje , Don Gregorio Weinberg atendía su
“Lechería”.
Su hijo Saúl, nuestro amigo de la barra le ayudaba.
Saúl siendo muy joven emigró al flamante Estado de
Israel. No recuerdo que hayamos tenido noticias de
él, luego de su partida.
7. A mitad de cuadra, Canelones 2283 vivía con sus
abuelos “Cacho” Bemposta. Al frente, su abuelo
trabajaba, como dice el tango, de “zapatero
remendón”. Todas las familias del barrio acudían a
los servicios del eficiente abuelo.
Al lado en el bis, otros apartamentos de corredor
abierto al fondo . Allí residían Don Gregorio, Rosa
su última Sra., y Saúl.
Si la memoria no me juega una mala pasada, en estos apartamentos también vivía el “Bebe”, que
como Cacho integraba la murguita. Su padre tenía un salón o algo parecido. Más adelante en el
tiempo, él y su padre abrieron un gran salón, -“El Bebe”- frente a la Estación Artigas de tranvías en
Maldonado y Eduardo Acevedo y al lado del viejo bar ubicado en la esquina, hoy desaparecido.
Llegando a Acevedo Díaz, en donde hoy hay un RestoBar, el padre de
Salomón tenía una gran Tienda y Mercería como para abastecer toda la
zona. Salomón otro gurí del barrio. Vivía en la cuadra en otro apto.
de corredor, que ya no existe. Posteriormente la tienda se mudó a la
esquina de enfrente.
No tengo presente que destino tuvieron
luego ambas esquinas hasta el presente.
En la foto se puede apreciar por Acevedo
Díaz un edificio de dos plantas al que
haremos referencia en la próxima
diapositiva.
8. Acevedo Díaz 1161, en aquellos años era un construcción
grande y antigua, donde funcionó un muy prestigioso
negocio: la “Cantina Ciccillo”, concurrida por las noches por
la también “prestigiosa” clientela con auto y todo.
Ala salida de la dictadura, ya modernizada fue sede de la
Unión de Juventudes Comunistas.
Volvamos a Canelones y crucemos. Hoy deshabitada, hasta hace
poco Lavadero, fue muchos años Carnicería. Uno de sus últimos
dueños, sino el último, Oscar González. Vecino y amigo muy
querido, muy solidario en tiempos muy difíciles. La última vez que
lo vi, vendía libros en 18. Falleció hace poco tiempo.
La cuarta esquina en donde ahora se venden alimentos congelados,
supo ser un viejo boliche de piso de tablas y grappa con limón, que
alguna vez levantó un tablado. Un muy lejano recuerdo me dice que
allí vi por primera vez a Roberto Barry y también a “Juan Cruz
Tranquera y los suyos”, conjunto folclórico que llegaba a los escenarios
carnavaleros -tablados- en carreta.
Vamos cerrando Canelones. Esquina Juan Paullier. Café y Bar
Alcántara”. Durante años destino final de nuestras noches, que
alternábamos con el Bar de l “gallego” Bazoa en Br .España y
Paullier, hoy Venecia. Donde se ve el cartel de Lavadero,
estaba el horno y el despacho de pizza y fainá.
9. hasta la próxima entrega
Fondo Musical: Tango Recuerdo de Osvaldo Pugliese (1924)
interpretado por la orquesta COLOR TANGO fundada en 1989 por
Roberto Álvarez ,quien fuera 1er. Bandoneón de Osvaldo Pugliese.
“Recuerdo” es otro punto de inflexión en el desarrollo de la creación
tanguera.
Para muchos, el mejor tango que hubo, no sólo por sus atractivos
estéticos si no también, porque abrió nuevas perspectivas en la
composición.
Notas del editor
De izq. A der. : Jorge Rossi, “Cacho” Bemposta, Jorge Leal, el “Bebe” y yo arrodillado.