Este documento presenta un resumen histórico del pueblo de Jiguaní en Cuba a través de menciones a figuras y lugares importantes del pasado. Describe personajes como Fela la Empanadillera, Pepe El Mudo y sus negocios de comida, así como lugares de entretenimiento como el cine, el parque y la Terraza junto al río. También destaca que en tiempos precolombinos, Jiguaní significaba "Río de Oro" en lengua Taino, y que fue un pueblo importante culturalmente con log
1. Recuerdos de Jiguaní..…….”un pueblo que nunca vi”
EL FUERTE DE LA LOMA
Al mencionar Jiguaní, sabroso pan con Lechón, el afamado Angostal,
un pueblito placentero, que complacía al ricachón, que “jamaba” sin medida.
tengo que admitir primero, y hasta el que poco tenía.
que yo nunca estuve allí. Y hablando de mucha “jama”,
Beto el Mono había “pegao” ya fuera malo o sabroso,
Hablo lo que nunca vi, con prontitud asombrosa, a “Carmelo el Goloso”
....... como si lo conociera porque brindaba sabrosas cualquier plato le gustaba.
porque yo, si que de veras frituras de Bacalao.
nunca estuve en Jiguaní. A Farallón, mi mención
Pepe El Mudo, te ofrecía, por haber sido un atleta,
Y tengo que comenzar, sin pompa ni desparpajo, gran campeón de bicicleta
con figuras del antaño, sabroso pan con guanajo, y orgullo de la región.
que vivieron hace años que agua la boca te hacía.
y es preciso mencionar. Lico Vázquez renombrado,
Eran Gollito y El Cojo, por la ”cábia” que portaba,
Fela, la Empanadillera, quienes vendían sus helados, todo el pueblo aseguraba
con muy buena mercancía, desde ricos mantecados que estaba muy bien dotado.
llenó con lo que vendía hasta “cuñas” a tu antojo.
las barrigas callejeras. ¿Y recuerdas el calvario,
Pero la que dio mas “tiza”, que una mujer le causó,
Cuchimbe, con golosinas fue Lucila Milanés, cuando el “pito” le cortó,
y batidos muy sabrosos, porque le ponía interés, al pobrecito Olegario?.
siempre llenaba de gozo, al hacer sus longanizas.
a la gente pueblerina. Birichi “mandaba un feo”,
Y si mencionas comida, que la vista te partía,
Y Nené también vendía, no se te puede olvidar, y un carretón el tenía
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2. dedicado al acarreo. “Guataca de Empanadilla” un aplauso merecía.
Y consagrado a su ciencia, Concha Vanega, tenía Si querías impresionar
poco dinero cobraba, una peste “del carajo”, una dama cualquier noche,
Trocone, el que sacaba, porque se mandaba un grajo, buscabas de Pepe, el coche,
muelas sin tener licencia. que las “tripas” revolvía. para llevarla a pasear.
Budué, que siempre tenia Si al parque te encaminabas, Cuco Agulilla, maestro,
en una casa cualquiera, para lucir “figurín”, y también electricista,
una pared que exhibiera, buscarías que Pin-Pín, hay que ponerlo en la lista,
sus buenas fotografías. los zapatos te lustrara. por ser en eso muy diestro.
Si un “macho” querías matar, Cuando hombre ya te hacías, Si algún caño se tupía,,
sin que te costara mucho, y sentías “necesidades”, y buscabas un plomero,
Pedro Mabinga era ducho, recurrías a las” bondades”, Chétere sería el primero,
en poderlo “despachar”. que Berta Mundo ofrecía. que cualquiera llamaría.
Manolo Allegue, un alcalde La Trinchera se llamaba, Paco El Loco, era común,
que llegó de pelotero, un “tumbadero” sencillo, que pronto se “arrebatara”,
y sin ser Jiguanisero, en el que ”Lalo” Castillo si un “vejigo” le gritara :
todos lo querían de balde. a parejas le alquilaba. “Mataron a Guyinsún”.
Picho Pérez, afamado Y todo el que se “hospedaba”, Tirso, aunque lucía maltrecho,
por un vicio que tenía, en ese hotel indiscreto, en nuestro pueblo vivía,
casi siempre se veía, sabia bien, que su secreto, y varias “jevas” tenía,
caminar “trastabillado”. Flora se lo divulgaba. viviendo en un mismo techo.
Y ya estando bien “en nota”, Fígaro, no quedó trunco, Si en Cuba se hace mención,
con su “curda” que arrebata, la historia lo ha consagrado, cuando en “Volibol” se trata,
se levantaba su bata, por telegrama enviado, Jiguaní, si era la mata,
Marina La Barbarota. a Don Rafael del Junco. para hacer la Selección.
Ritmo de Hoy y Renovación, No había que pasar desvelo, Voy a recordar, al fin,
eran muy buenas orquestas, para moverte en un carro, con orgullo y emoción,
para tocar en las fiestas, alquilabas el cacharro de boxeo el gran campeón,
o cualquier celebración. de Fuingui-Fuingui Curvelo. que fue “Gallito del Ring”.
Tengo que hacer mención, Y resaltaba a la vista, En cultura, era pues,
de un “musiquito” famoso; si tu casa te pintaba, un pueblo muy destacado,
Pínpin tocaba sabroso, lo bonita que quedaba, por haberse allí jugado
y hacia hablar su saxofón. si “Guelo” era el artista. buenos torneos de Ajedrez.
Le “parto la siquitrilla”, Tito Marrupe, que hacia, Los dos Reyes, Carbonell,
a un pariente algo cercano; sandalia, zapato o bota, Petronio y Manolo Pérez,
que era un vástago de “Nano”: y hasta a un “Yipi” su capota, a los hombres y mujeres,
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3. sanaban sin dar cuartel. que daban en buena tanda, necesitó de patriotas
en medio de la glorieta?. Jiguaní dio una gran nota
Y ahora voy a mencionar, con sus cinco Generales.
de diversión los lugares, El Toti, que se afamaba,
que eran el cine, los bares, por un gran mural pintado: También guarda Jiguaní,
y el parque para pasear. El Cristo del Corcovado, un recuerdo tenebroso:
frente al parque se ubicaba. que en su suelo tan hermoso,
El cine era un buen nicho, perdió la vida Martí.
en el que te podías “matar”, La Terraza no se olvida,
donde se solía escuchar, que junto al río se encaja, Y si la historia se toma
el grito de “Cuadra Chicho”. donde en su patio de laja, por lo que el pueblo es en sí,
podías disfrutar la vida. quien domina a Jiguaní,
El parque,, donde paseaban es el Fuerte de la Loma.
en opuestas direcciones, Quinto patio, muy bonito,
las hembras y los varones, con historias a montón, Hay que asentir, con decoro,
y muchos se enamoraban. que contrató a La Aragón que en Taíno o Siboney
su gran dueño, “Barrilito”. Jiguaní, en buena ley
significa “Río de Oro”
Se acuerdan de la Retreta,
de Milanes y su Banda, Cuando Cuba, en sus anales
NOTA:
Por datos obtenidos de la Enciclopedia cibernética Wilkipidia, en el idioma Taino, Jiguaní significa
“Arena de Oro”, o “Río de Oro”.
Después de consultar a nuestro buen amigo, Raúl Pérez, (erudito en todo lo concerniente a su pueblo natal) esta
última traducción es la que juzgamos mas lógica, debido que en Jiguaní no había mucha arena que digamos, y sí
un río.
De cualquier forma que se emplee, hay que admitir que desde los tiempos pre-colombinos, Jiguaní ya era un
pueblo donde “brillaba el oro”
Richard F. De La Rosa se adjudica y reserva todos los derechos de autor.
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