6. a) Respira profundamente. Imagina como la tensión y las preocupaciones se van disolviendo en el momento de exhalar. Presta atención al ritmo de tu corazón. Pregúntale que es lo que mas desea en este momento. Escucha lo que dice. b) Busca un lugar tranquilo, donde nadie te interrumpa. Escucha música suave, relajante. Si es posible, música especial para meditación o aquella que contenga sonidos naturales. Déjate llevar por los sonidos e imagina que te deslizas hacia un mundo imaginario. Regálate este viaje. AMARNOS A NOSOTROS MISMOS
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13. Cuando sientas debilidad o no estés muy seguro de algo, recuerda que en todos los momentos de la vida está Dios para que consigas alivio a través de la fe.