El documento afirma que las elecciones de México en 1988 fueron fraudulentas y manipuladas por el gobierno y el partido en el poder (PRI). Argumenta que el organismo electoral se plegó completamente al gobierno y manipuló el sistema de cómputo electrónico para cambiar los resultados. Pide un recuento de votos de acuerdo a la ley mexicana cuando la revisión puede determinar el resultado final y unirse a los millones de mexicanos que quieren un verdadero cambio en el país.