La Revolución Francesa marcó el paso de una sociedad estamental heredera de la Edad Media a una sociedad capitalista basada en la economía de mercado, obligando a la monarquía absoluta y la aristocracia a ceder poder a la burguesía. Las ideas de la Ilustración reflejaron las tensiones de una sociedad cambiante y los excesivos impuestos, el empobrecimiento y la efervescencia intelectual llevaron al estallido de la Revolución en 1789.
2. La Revolución Francesa, en la historia del mundo
contemporáneo, significó el paso de una sociedad
estamental, heredera de la sociedad feudal, a una sociedad
capitalista, basada en la economía de mercado. La
monarquía absoluta y la aristocracia se vieron obligadas a
dar paso a la burguesía.
A fines del siglo XVIII, se hizo sentir, de forma directa o
indirecta, el efecto de las ideas conocidas bajo el nombre de
la Ilustración. Estas ideas fueron el reflejo de las
necesidades y de las tensiones de una sociedad cambiante,
y estaban basadas en el nuevo conocimiento científico del
siglo XVII, que dio origen a una nueva fe en la razón y en el
progreso.
3.
4. Los monarcas, a fines del siglo XVII, comenzaron a
concentrar el poder en sus manos, encontrando
resistencia en las iglesias, en los gremios, en las
corporaciones y, sobre todo, en la aristocracia.
La Revolución Francesa se da en el contexto de una
serie de transformaciones políticas y económicas que
marcaron el fin de la Edad Moderna y el comienzo de
la Edad Contemporánea. Estas transformaciones
fueron la Independencia de EE.UU. y la Revolución
Industrial.
5. Como todos los fenómenos históricos,
las causas que produjeron esta
revolución son múltiples, pero en
general hay un cierto acuerdo en que
los principales motivos que provocaron
la Revolución Francesa fueron:
La incapacidad de las clases
gobernantes (nobleza, clero y
burguesía) para resolver los problemas
del Estado.
La actitud indecisa de la monarquía.
Los excesivos impuestos que debían
pagar los campesinos.
El empobrecimiento de los
trabajadores.
La efervescencia intelectual generada
por el Siglo de las Luces.
El ejemplo de la Independencia de los
Estados Unidos.
6. Las transformaciones que
la Revolución Francesa dejó
al mundo contemporáneo
Una de las consecuencias
inmediatas de la Revolución
Francesa, fue la abolición de la
monarquía absoluta en
Francia. De esta manera, se
puso fin a los privilegios de la
aristocracia y del clero. La
servidumbre, los derechos
feudales y los diezmos fueron
eliminados y se introdujo el
principio de distribución
equitativa en el pago de
impuestos.
7. Luego de los primeros años de la
revolución y de una serie de
revueltas internas, donde se
enfrentaron los distintos sectores
que componían la asamblea
nacional, en 1799, Napoleón
Bonaparte dio un golpe de Estado
que terminó con el llamado
Directorio y se convirtió en
Cónsul, dando un discurso en
que dio por terminada la
revolución. Se iniciaba así un
período en que los franceses
ampliarían su área de acción,
expandiendo los principios
revolucionarios por varios países
del continente europeo.
8. Napoleón, durante el Consulado, introdujo una serie
de reformas que ya habían comenzado a aplicarse en el
periodo revolucionario. Dentro de ellas se destacan
algunas como que todos los ciudadanos,
independientemente de su origen o riqueza, podían
acceder por medio de exámenes de concurso, a un
puesto en la enseñanza.
9. La reforma y codificación de las diversas legislaciones
provinciales y locales, que quedó plasmada en el
Código Napoleónico, evidenciaba muchos de los
principios y cambios que había aportado la
Revolución: la igualdad ante la ley, el derecho de
habeas corpus y disposiciones para la celebración de
juicios justos. El procedimiento judicial establecía la
existencia de un tribunal de jueces y un jurado en las
causas penales y se respetaba la presunción de
inocencia del acusado, que podía recibir asistencia
jurídica.
10. En el ámbito religioso también se
produjeron cambios: se estableció la
libertad de culto y la libertad de expresión
tal y como fueron enunciados en la
Declaración de Derechos del Hombre y
del Ciudadano, lo que marcó el principio
del camino hacia la separación de la
Iglesia y el Estado.
Los ideales de la revolución fueron
elementos constitutivos de las reformas
liberales de Francia y Europa en el siglo
XIX, y sirvieron también como fuente de
inspiración ideológica de los jóvenes
revolucionarios latinoamericanos, que
más tarde tuvieron un rol protagónico en
la independencia de sus respectivos
países en ese mismo siglo.