2. Es de noche, y Peter pan y su fiel amiga, el hada Campanilla, han ido volando a Londres en busca de la sombra de Peter. ¡Es tan traviesa! La otra noche, cuando Peter visitaba a sus niños favoritos, Miguel, Juan y Wendy, la sombra engañó a Peter y se escondió entre los muebles. Cuando empezaba a amanecer, para no ser descubierto, Peter tubo que irse sin ella. Pero no debe hacer ruido, porque Wendy está deseando conocer al famoso Peter pan y volar con él al país de Nunca Jamás.
3. ¡Oh! Peter a tropezado y el ruido a despertado a Wendy y los niños. -¡Al país de Nunca Jamás! ¡Queremos ir al país de Nunca Jamás! – gritan los pequeños. Y…, ¡cómo no complacer a unos niños tan encantadores…! Un pensamiento hermoso, una pizca de polvo de hada…, no hace falta nada más para emprender el vuelo.
4. ¡El país de Nunca Jamás a la vista! Es como lo habían imaginado. Abajo pueden ver el lago de las Sirenas, el campamento indio…, y el barco del capitán Garfio, el enemigo de Peter Pan. El pirata a jurado acabar con él. Sólo entonces su venganza se habrá cumplido. Pero…, ¡CUIDADO!, los piratas han visto a los intrusos voladores y disparan cañonazos. Peter da instrucciones a Campanilla para que lleve a Wendy y sus hermanos con los Niños Perdidos. Mientras, él despistará a los piratas.
5. Campanilla está celosa y no cumple las instrucciones de Peter al pie de la letra. Al contrario, dice a los Niños Perdidos que Peter a ordenador atacar a un pájaro llamado Wendy. Y los niños, fieles a Peter, así lo hacen. Cuando Wendy y sus hermanos aparecen en el cielo, empiezan a tirarles palos y piedras. ¡Pobrecitos! El susto les hace perder la concentración y caen al suelo en picado.
6. Peter llega justo a tiempo de salvarles. Está enfadado con Campanilla. ¿Cómo ha podido hacerle eso? La castiga al destierro para siempre del país de Nunca Jamás. Pero a Wendy le parece exagerado, interviene y logra que Peter reduzca el destierro a una semana. Pero…, a Campanilla no le importo la ayuda de Wendy.
7. Mientras, los niños habían ido a explorar el país, pero se han llevado una pequeña sorpresa: han caído en una emboscada india. Ahora están en el campamento indio, atados al palo de las ceremonias. El Gran Jefe piel roja se niega a liberarlos. Su hija, Tigrilla, ha sido secuestrada, y cree que ellos son los culpables. -¡Si Tigrilla no volver al anochecer, vosotros arder en hoguera! – son sus últimas palabras.
8. Pero era el capitán Garfio quién había secuestrado a Tigrilla. La tenía prisionera en la Roca de la Calavera y planeaba dejarla a merced de la marea si no le decía el escondite de Peter Pan. Peter descubre al malvado capitán mientras enseña el país a Wendy, y actúa rápidamente. Le da una tremenda paliza y le arroja al mar, donde le espera el hambriento cocodrilo
9. Campanilla está muy enfadada por el castigo. ¿Qué se a creído esa tonta de Wendy? Está furiosa, y dice al capitán el escondite de Peter Pan. -Así Peter aprenderá a no tontear con las visitas – dice. ¡Pobre Campanilla! No sabe los terribles planes de Garfio.
10. Inmediatamente, Garfio y sus piratas acuden al escondite del Árbol del Ahorcado y capturan a los niños. Ahora están prisioneros a bordo del barco pirata. Garfio les hace una oferta nada tentadora: o se hacen piratas o les echa a los tiburones. Los niños, animados por Wendy, resisten, confiando en que Peter Pan irá a salvarlos.
11. Pero Garfio lo ha previsto todo. Al salir del Árbol del Ahorcado, dejó un regalo para Peter Pan, con una nota: <<Para Peter, con cariño, de Wendy>>. El paquete era una trampa mortal: una bomba estallaría cuando Peter lo abriera. Pero Campanilla conoce los planes del capitán Garfio y, después de mucho pensar y llorar, se arrepiente de su comportamiento y echa a volar para intentar impedir que su amigo abra el regalo.
12. ¡BUUUUM! La explosión se oye en todo el país de nunca jamás. Los niños ven el humo elevarse y creen perdidas todas sus esperanzas. Pero no es así. Campanilla logra arrancar el regalo de las manos de Peter y lo lanza lejos. Y, como los niños habían imaginado…, allí está Peter para salvarlos. Se enfrenta a Garfio como un valiente, hasta que le vence y le tira al mar. ¡Ya no volverá a molestarles!
13. Después, llegó a la despedida. Peter llevó a los niños a casa. Juan y Miguel se fueron a la cama, pero Wendy permaneció con sus padres ante la ventana. -¡Es curioso! – dice el papá de Wendy -. Tengo la sensación de haber visto ese barco antes, hace mucho tiempo, cuando era niño… Fin.