El documento compara las condiciones en las prisiones de México y Estados Unidos, señalando que las prisiones mexicanas tienen problemas como sobrepoblación, mala alimentación y atención médica, e inseguridad, mientras que las prisiones estadounidenses no tienen sobrepoblación y ofrecen una mejor alimentación y atención médica, aunque también tienen problemas de inseguridad, pero ayudan a los reclusos a mejorarse a sí mismos a través de la educación.