El poema describe a una mujer que apareció como un espejismo o duende mágico. Su presencia transportó a los demás a un lugar idílico sin envidia, rencores o insinceridad, sino bondad, perdón y paz. Su mirada infinita y alma seductora la hacen parecer un ángel o musa que trae magia.
1. A veces Ángel
Le llaman musa, a veces ángel,
Yo le llamo duende, a veces magia,
Así te apareciste en negro,
Espejismo exaltado,
Llegaste reina, y todos fueron corte.
Y fuiste esa noche mujer con hadas,
Con alas blancas
Con alma seductora
Con tus ojos eternos de mirada infinita
Nos transportaste
Donde no existe la envidia,
Donde todo es bondad,
Donde no existen rencores,
Donde todo es sinceridad,
Donde existe el perdón,
Dónde existe el sol que no lastima los ojos,
Donde la luna llena nos refresca el alma,
Donde las voces son todas cálidas,
Donde las miradas se pierden,
Donde la dulzura se funde con la miel,
Donde lo etéreo se funde con tu cuerpo…
Le llaman musa, a veces ángel.
Yo le llamo duende, a veces magia.
Sue Jara farfánSue Jara farfán