Este poema de Neruda describe la melancolía del silencio y la ausencia de un ser amado. El poeta aprecia la calma y distancia de su amada, comparándola con una mariposa de sueño y la noche estrellada. Aunque su voz no puede alcanzarla, la escucha desde la lejanía, y su silencio es reconfortante como una lámpara o un anillo simple.