4. 4
4 S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
El siguiente manual pretende ser un insumo en la
asistencia técnica a empresarios exportadores y/o con
potencial exportador de maracuyá, como parte de los
esfuerzos de PROCOMER para fomentar la competitividad
a través del reforzamiento de la agro-cadena de productos
con potencial de exportación. El desarrollo este manual
se realiza en el marco de la ejecución del Programa de
Crecimiento Verde, el cual busca ser una plataforma
y sistema de asistencia financiera para proyectos de
transformación productiva enfocados en mejorar la oferta
exportable verde de Costa Rica.
INTRODUCCIÓN
(Passiflora edulis f. Flavicarpa)
PREPARACIÓN DEL
SEMILLERO
El maracuyá se puede propagar
de forma sexual (semilla) y asexual
(esquejes e injerto). La propagación
por semilla es el método más
simple y de uso más frecuente, pero
trae como consecuencia una gran
variabilidad en el orden genético
MANUAL
DE SIEMBRA
MARACUYÁ
5. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ 5
del material obtenido, debido a la
polinización cruzada, por lo tanto, las
plantas obtenidas no serán idénticas
a la planta madre. No obstante,
es el método tradicionalmente
recomendado porque existe menor
riesgo de incompatibilidad debido
a precisamente a dicha variabilidad.
Las plantas producidas por este
sistema tienden a ser más vigorosas
y presentan una vida más larga
que las reproducidas por métodos
asexuales (Rojas, 2017).
Las plantas escogidas como
material parental deben estar sanas,
vigorosas, libres de enfermedades,
ser de alta productividad y
haber mostrado precocidad en la
producción (CENTA 2010). Para la
obtención de semillas, se buscan
los frutos maduros más grandes,
de buena calidad y con mayor
cantidad de jugo (más 33% del
peso). Idealmente frutos que tengan
un peso superior a 130 g, de forma
ovalada (redondos tienen menos
jugo), cáscara delgada y amarilla
(las de color naranja tienen un
sabor a madera que resta atractivo),
pulpa color amarillo intenso fuerte
aroma, contenido de al menos
15% de azúcares solubles y demás
propiedades sensoriales de interés
(Gerencia Regional Agraria La
Libertad, 2010).
Seleccionados los frutos, las
semillas pueden secarse en su
interior o ser colocadas en un
recipiente de loza o vidrio, para la
fermentación sin adición de agua,
por dos a seis días, con la finalidad
de separarlas del mucílago que las
envuelve. En seguida son lavadas
y colocadas en un papel para ser
secadas a la sombra. Las semillas
deben ser usadas luego después
de secarse, pues a lo largo del
tiempo van perdiendo su capacidad
de germinación. Es importante
usar las semillas de varios frutos,
seleccionados de varias plantas y no
de muchos frutos cogidos de una
misma planta o de pocas plantas,
debido a que esta especie presenta
autoincompatibilidad (Cleves et al,
2012).
Para el vivero se pueden usar bolsas
plásticas negras de 6x 9“, macetas
de 7x 7 cm o cualquier recipiente
con espacio suficiente para el
6. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
6
desarrollo de raíces. El substrato
que se utilice de facilitar la aireación
y debe ser liviano para facilitar
el transporte a campo. Algunos
substratos pueden ser mezcla de
granza de arroz quemada con
tierra 1:1, estiércol descompuesto
más tierra 3:1; arena más tierra
1:3. A cualquiera de estas mezclas
que se use, se debe agregar 1 kg
de fertilizante 0-20-0 y 0,5 kg de
0-0-60 por cada metro cúbico de
mezclas. Se siembran 3 semillas por
bolsa/recipiente, colocándolas a 1 cm
de profundidad, luego se cubren con
granza de arroz para preservar la
humedad e impedir que el golpe de
agua descubra las semillas. 70 g de
semillas producirán cerca de 1000
plantas. El ataque de hongos del
suelo se previene evitando el exceso
de agua y procurando una adecuada
iluminación y ventilación; además
se recomienda hacer aplicaciones
de antifúngicos a base de cobre o
en su defecto aplicar micorrizas. Las
semillas germinarán 15 días después
de la siembra. Antes de la emisión
de la segunda hoja verdadera se
debe hacer un raleo, dejando la
mejor planta por recipiente; para
realizar esta labor el substrato debe
estar húmedo a fin de no dañar las
raíces de las plantas que quedan
cuando se retiren las otras (CENTA,
2010).
La fertilización en la etapa de vivero
requiere de la aplicación de un foliar
completo siguiendo las indicaciones
del fabricante del producto. Si
se observa clorosis al emerger el
7. 7
S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
La selección adecuada del sitio del establecimiento de
cultivo es esencial para el éxito del proyecto de siembra
P. edulis. Se requiere conocer y evaluar, entre otros
aspectos, las condiciones agroecológicas específicas
del lugar, el uso anterior del suelo considerando eventos
anteriores de ataques de plagas y enfermedades,
problemas de erosión, calidad y disponibilidad de agua
para riego, actividades agrícolas adyacentes (Melgarejo,
2012)
Idealmente, las plantaciones se deben establecer en
sitios que estén dentro de los siguientes rangos de
condiciones agroecológicas:
segundo par de hojas, se puede
aplicar sulfato de amonio diluido
en agua en concentración de 0.2-
0.3%. Se recomienda también una
fertilización granular con 15-15-15 o
12-12-17-2 (Cleves et al 2012).
Durante el primer mes se puede
implementar poli-sombra de
forma tal que se limite en un 50%
la incidencia de los rayos solares,
pero esta se debe ir retirando
paulatinamente. Los criterios para
determinar el momento en que la
planta está lista son el cronológico
(60 días después de la siembra, la
altura de las plántulas (40 cm) y
el fenológico (emisión del primer
zarcillo foliar) (Gerencia Regional
Agraria La Libertad 2010).
PREPARACIÓN
DEL SUELO
8. 8
8 S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
Cuadro 1. Condiciones recomendadas para establecimiento de cultivos de maracuyá
Factor Rango óptimo
Altura 0-1300 msnm
Brillo solar
Mayor 10 horas/día. La alta radiación solar aumenta el
potencial de rendimiento, la coloración y los grados Brix
del fruto, pero induce el riesgo de “golpe de sol *”.
Humedad
Relativa
70-80%. Niveles extremadamente bajos reducen polinización y tamaño
de fruto. Niveles muy altos favorecen plagas y enfermedades.
pH
5,5-8. La producción en suelos a valores de pH altos
se explica, por su tolerancia a la salinidad.
* Los golpes de sol son quemaduras en los frutos por exposición directa a los rayos. Se manifiestan como manchas de color
marrón oscuro, ubicadas en la parte expuesta, que a su vez se constituyen en fuentes de entrada a patógenos al fruto.
Da origen a una cáscara quebradiza que provoca daños innecesarios en el procesamiento de los frutos.
9. 9
S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
Factor Rango óptimo
Precipitación
1000-2000 mm/año. A menor altura, mayor precipitación
requerida. Durante floración, la lluvia debe ser mínima, dado que
el polen humedecido se revienta y pierde su funcionalidad.
Suelos
Francos. Se adapta a muchas texturas mientras sean ricos en materia orgánica,
fértiles, profundos y con drenaje suficiente que impida el anegamiento.
Temperatura
24-28 °C. Temperaturas altas favorecen crecimiento vegetativo en detrimento
de productivo, temperatura baja reduce cantidad y calidad de fruto.
Vientos
Menor a 50 km/h. Vientos fuertes dañan los frutos y desecan
los órganos reproductivos prematuramente.
Elaboración propia basado en Miranda et al 2009. Melgarejo 2012; Ocampo y Wzckhuys, 2012.
10. 1 0
1 0 S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
Las condiciones previas de la
textura y estructura del suelo se
deben conocer de antemano, ya
que, si está muy compactado, hay
que intervenir con arados de cincel
(fijo o vibratorio) y posteriormente
con una rastrillada cruzada en caso
de ser necesario. En terrenos con
deficiencias en drenaje interno
o superficial se debe utilizar un
subsolador. Sea cual sea el sistema
que se escoja, se debe procurar
no voltear ni pulverizar el suelo.
Se recomienda la construcción
de camas de siembra con un
ancho de 2-3 m dependiendo de
los distanciamientos de siembra
seleccionados, la parte central de
la cama debe quedar más alta que
el resto para que el agua no se
acumule en esa zona. Entre cama y
cama quedará un canal que servirá
para drenar los excesos de agua,
pudiéndose también sembrar en
camellones. Para el trazado de
los surcos se deben considerar la
pendiente del terreno, la dirección
de los vientos dominantes (los
surcos deben orientarse en el mismo
sentido de los vientos para minimizar
el daño por estos), además se
orientan Este a Oeste para lograr
un mejor aprovechamiento de la luz
(CENTA 2010).
11. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ 1 1
SOMBRA/
BARRERAS VIVAS
El uso de barreras vivas (árboles
y arbustos) es una práctica
altamente recomendada para
el establecimiento exitoso del
cultivo. En primer lugar, regulan el
factor viento; el cual maltrata a los
tejidos vegetales en desarrollo y
posteriormente daña los órganos
reproductivos, reduciendo
significativamente la producción.
Adicionalmente, el uso de barreras
favorece la conservación de suelos,
previenen la erosión y regula
escorrentía en periodos de altas
precipitaciones (CYTED, 2014).
La sombra no es común en el
cultivo del maracuyá, ya que
la radiación solar fomenta la
fotosíntesis y con esto, el llenado
y la calidad sensorial del producto.
De allí que el monocultivo sea la
práctica más frecuente observada
en diferentes plantaciones. No
obstante, la siembra en asocio
con otros cultivos de interés
comercial ha mostrado resultados
satisfactorios desde el punto
de vista de flujo de caja y de
control de malezas. Por ejemplo,
el maracuyá se puede asociar
con cultivos de ciclo corto, como
melón, sandía y zapallo; de
ciclo intermedio como papaya;
de ciclo largo como aguacate,
cítricos y guanábana; o inclusive
con perennes como cacao y
maderables (Miranda et al; 2009).
12. 1 2
1 2
Una vez que terreno está preparado
en términos de estructura y trazado
no se requiere equipo especializado
para la siembra más que herramientas
para hacer perforaciones y transportar
tierra.
EQUIPO PARA
SIEMBRA
S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
13. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ 1 3
El material estará listo para siembra
cuando alcance una altura de 15-20
cm, esto ocurre entre 1-2 meses
después de la siembra de las
semillas. Las perforaciones deben
ser de 0,3-0,4 m x 0,3-0,4 x 0,3-
0,4m y se realizan con un mes de
anticipación al trasplante. La tierra
correspondiente a la capa arable del
hoyo se debe separar de la tierra del
fondo. Esta tierra más superficial,
debe ser mezclada con 5 kg de
abono orgánico (compost, Bokashi,
gallinaza; bien descompuesto) y 50
g de fertilizante completo 10-30-
10. Es importante utilizar de forma
preventiva insecticida y fungicida
para desinfectar el suelo. Cada hoyo
albergará una planta trasplantada
desde vivero, de tal forma que la
tierra ya preparada quede abajo
y el resto de la tierra quede en
la superficie. La siembra deberá
coincidir con el periodo de lluvias
o en su defecto contar con riego
inmediato, puesto que el proceso
de establecimiento supone estrés
hídrico fuerte para las plantas
jóvenes. (Cleves et al 2012).
PROFUNDIDAD, DISTANCIA DE SIEMBRA
Y SISTEMAS DE TUTORADO
Los distanciamientos de siembra
cortos (2-2,5m) suponen
rendimientos mayores el primer año,
sin embargo, a partir del segundo
año son similares; ya que el exceso
de masa foliar provoca mucha
sombra y por lo tanto se reduce la
eficiencia fotosintética y vida útil
de la planta. Mayores densidades
de cultivo tienden a producir frutos
menos dulces
En suelos de alta fertilidad se utilizan
mayores distancias de siembra y en
los de baja fertilidad, menores. La
pendiente del terreno, la incidencia
14. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
1 4
del viento, la humedad relativa
temperatura y oferta de luz también
deben ser consideradas para la
definición de la densidad de siembra.
No menos importante es tener claro
el mercado al cual va dirigido el
producto; es decir, si el maracuyá
será para consumo fresco se deben
aumentar las distancias, mientras que
si el producto será industrializado
se pueden manejar distancias más
cortas (Cleves et al, 2012).
El rendimiento por planta es menor
utilizando mayor densidad de
siembra; sin embargo, cuando se
considera el rendimiento por área
este lo supera con creces. Altas
densidades implicarán una mayor
intensidad en el manejo de la poda,
así como aplicación de un paquete
Figura 1. Recomendaciones de distanciamiento y profundidad
de siembra para P.edulis f flavicarpa
Elaboración propia
2,5 m - 5 m
0,3 - 0,4 m
0,3
-
0,4
m
5kg Bokashi
o gallinaza;
50 - 100 g
10-30-10;
correctivos
y micorrizas
15. 1 5
S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
tecnológico sofisticado, tal como el
uso de riego localizado, fertirriego,
polinización manual y reposición de
deficiencias nutricionales (Gerencia
Regional Agraria La Libertad. 2010).
A grandes rasgos, se pueden
considerar distancias de 2,5-
3m entre surcos y de 2,5-5 m
entre plantas, dependiendo de
los objetivos y el análisis de los
criterios anteriormente descritos.
En zonas bajas y de alta intensidad
lumínica se ha logrado densidades
de hasta 2500 plantas/ha, aunado
a un paquete tecnológico intensivo
(Crisol, 2012).
El hábito trepador de la planta de
maracuyá requiere la construcción
de sistemas de tutorado que
potencien su desarrollo y favorezca
una buena distribución de las guías.
Por otro lado, dichos sistemas
deben también facilitar las labores
agrícolas, aspersiones fitosanitarias,
cosecha y riego (CENTA, 2010;
Cleves et al 2012)
Existen algunos principios básicos,
o reglas de oro, que se deben
seguir para establecer los sistemas
tutorado, se sugieren las siguientes:
• Las espalderas deben mantener la
dirección del viento, el maracuyá
es muy sensible a estos
• Las espalderas se deben colocar
de Este a Oeste, así se maximiza
la absorción de luz solar
• Los postes deben estar anclados
al menos a 0,5 m de profundidad
16. 1 6
1 6 S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
• El segmento del poste
que se entierra debe ser
impermeabilizado con aceite
quemado de motor, por ejemplo.
• Los extremos de las espalderas
(principio y final de cada surco)
requieren la colocación de
tensores
• Las distancias entre postes,
deben ser el doble de la distancia
entre plantas
• El largo de las espalderas debe
ser el equivalente al de 10 plantas
consecutivas; por ejemplo, si la
distancia entre plantas es de 3 m,
la distancia entre postes será 6 m
y el largo de las espalderas 30 m
La espaldera en T es el sistema
que más se recomienda cuando
se pretende favorecer altos
rendimientos, del orden de 35 t/ha
(Cleves et al 2012).
Para la construcción del sistema de
espaldera en T (Figura 2) se colocan
dos postes robustos de al menos 2,5
m al inicio y al final de cada surco.
Entre esos dos postes, se colocan
varas también de 2,5 m que pueden
ser de bambú, guadua o alguna
madera liviana pero resistente. En
el ápice de cada poste y vara se
coloca una cruceta de madera de
0,9 m de longitud sobre la cual
irán 2 líneas paralelas de alambre
galvanizado Calibre 12 separados
0,6-0,7 m entre sí. Mientras la
planta alcanza los alambres debe
17. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ 1 7
colocarse un tutor, puntal o pita,
entre la planta y los alambres, de
esta forma la planta irá creciendo
hacia arriba. Finalmente, cuando el
cultivo se desarrolle, se formará una
especie de túnel, lo que aumenta
significativamente el área foliar
expuesta al sol (CENTA, 2010).
0,5 m
2 m
Suelo
x
2x
10x
Tensores
0,6 - 0,7 m
Figura 2.
Diagrama de sistema de
tutorado en forma espaldera T
recomendado para maracuyá.
Elaboración propia
18. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
1 8
Muchos de los desórdenes
fisiológicos observados en el
maracuyá tienen su origen en un
bajo nivel de disponibilidad de
nutrientes. Si bien es cierto, el
programa de fertilización debe
hacerse según el resultado del
análisis de suelo y requerimientos
del cultivo, existen algunas
generalidades que se deben tener
en mente en el manejo nutricional.
Por ejemplo, el maracuyá responde
muy bien a las aplicaciones de
fertilizantes tanto edáficas como
foliares; sin embargo, en la etapa de
almácigo es recomendable efectuar
únicamente aplicaciones foliares
mensuales o bimensuales a base
de nitrógeno y elementos menores.
Se puede aplicar Urea (46% N)
diluyendo 10g/L, Nitrato de Potasio
diluyendo 10g/L y elementos
menores 10 cc/L. (CENTA, 2010)
Es común que las plantas muestren
un crecimiento continuo y vigoroso,
cuya absorción de nutrientes se
intensifica a partir de los de 250
días después de la germinación,
cuando se prepara para la
producción del fruto. No obstante,
la fertilización edáfica se debe
hacer cada 30-60 días en dosis
moderadas, en un radio máximo
de 0,2-0,3 m a partir del tallo y
sin hacer zanjas en el suelo que
puedan causar heridas a las raíces.
Se debe tomar en cuenta que la
fertilización nitrogenada excesiva
conlleva a que los tejidos se vuelvan
más susceptibles al ataque de
Phytophtora sp. (Cleves et al, 2012)
En suelos arenosos con deficiencia
de materia orgánica, es usual que
existan problemas de elementos
menores, particularmente Boro y
Zinc. Si se identifican en el suelo
niveles de Boro y Zinc inferiores a
0,20 mg/dm3 y 0,5 0,20 mg/dm3,
respectivamente, es recomendable
hacer al menos tres aplicaciones
anuales de Ácido Bórico al 0,1% y
FERTILIZACIÓN
19. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ 1 9
tres aplicaciones anuales de Sulfato
de Zinc al 0,3%. (CENTA, 2010).
Como guía para el diseño del
programa de fertilización, se debe
contrastar el análisis de suelo con
los siguientes datos de extracción
de nutrientes. Nótese que la planta
realiza una alta extracción de
Potasio del suelo.
De esta manera, es posible diseñar
el plan de fertilización de forma
fraccionada, mensual o bimensual,
de tal manera que después de un
año se hayan aplicado al suelo las
cantidades mostradas en el cuadro,
para compensar así la extracción
hecha por la planta.
Cuadro 2. Rangos de extracción de elementos mayores y menores en plantaciones
de P. edulis de 370 días de edad con una densidad de 1500 plantas por hectárea
Elemento Extracción Unidad
Nitrógeno 200-210 kg/ha
Fósforo 15-20 kg/ha
Potasio 180-190 kg/ha
Calcio 150-160 kg/ha
Magnesio 14-18 kg/ha
Azufre 20-30 kg/ha
Boro 290-300 g/ha
Cobre 190-200 g/ha
Hierro 750-800 g/ha
Manganeso 2800-3000 g/ha
Zinc 300-350 g/ha
Elaboración propia con base en CENTA (2010), Cleves et al 2012 y Ruggiero (1980)
20. 2 0
2 0 S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
Como planta tropical por excelencia,
el maracuyá requiere un suministro
de agua de 800-1500 mm/año. Si
este requerimiento no se cumple,
resulta necesario implementar
un sistema de riego localizado
para asegurar la producción,
particularmente en las épocas
secas, las que usualmente coinciden
con el periodo reproductivo del
cultivo. Un déficit hídrico afectará
el llenado del fruto, en detrimento
del peso y porcentaje de jugo. En
contraste, periodos muy lluviosos
durante la floración se asocian
también con una baja en producción
ya que la actividad de los agentes
polinizadores es prácticamente nula
y el exceso de humedad daña los
granos de polen (Miranda, 2009).
En el contexto actual, donde los
efectos del cambio climático se
hacen cada vez más intensos
y los patrones de lluvia no son
predecibles o estables, es altamente
recomendado emplear el uso de
riego por goteo. Se ha determinado
que cada planta requiere desde el
trasplante hasta 2 meses después
aproximadamente 4L/día. Luego,
a partir de ahí, se debe estimar
15-20 L/día, según sea necesario
(CORMACARENA 2018).
RIEGO
21. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ 2 1
La ejecución de la poda provee
arquitectura a la planta, mejora
el tamaño de los frutos, favorece
precocidad en la cosecha, facilita
la aireación, la iluminación y el
manejo de plagas y enfermedades.
Es esencial utilizar siempre
herramientas debidamente
desinfectadas a la hora de
eliminar tejidos. Además, se debe
colocar los residuos de la poda
en fosas o composteras para
evitar la propagación de plagas o
enfermedades (Miranda et al 2009).
Al menos 3 tipos de poda
necesarias para el manejo óptimo
de plantaciones de maracuyá,
ordenadas fenológicamente según
se describe a continuación (Cleves
et al 2012).
La poda de formación es la que
se empieza a realizar después del
trasplante y básicamente consiste
en eliminar brotes laterales hasta
la altura de los alambres, dejando
sólo un eje central (T1). Paralela a
esta poda suele ser importante el
uso de fungicidas y foliares. A esta
práctica se le conoce también como
deschuponado y se recomienda
realizarla al menos cada 10 días.
Cuando la planta sobrepasa unos
0,2 m los alambres, se realiza el
despunte. Básicamente consiste en
eliminar los ápices o puntas para
estimular la aparición de ramas
secundarias (T2) y terciarias (T3) las
cuales eventualmente se deberán
disponer a la izquierda y derecha
de los alambres, buscando un
equilibrio de masas. Se recomienda
seleccionar 2 (T2) que se conviertan
en las guías secundarias y distribuir
una para cada alambre. Cuando
estas guías alcancen las guías de
la planta vecina se les debe cortar
la yema apical para estimular las
ramas terciarias (T3), las cuales son
las ramas productivas. A las ramas
terciarias se le deben eliminar los
zarcillos de los primeros 0,3 m para
que no haya entrelazamiento entre
ellas y permitir que caigan como
cortinas. Las plantas nunca deben
estar más cerca de 0,3 m del suelo
PODAS Y
POLINIZACIÓN
22. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
2 2
para evitar ataques de hongos y
favorecer la aireación (CENTA 2010).
Por último, la poda de saneo o
mantenimiento es la tiene como
objetivo prevenir focos de infección
mediante la eliminación de hojas,
ramas secas o frutos que no fueron
cosechados.
Un aspecto de suma relevancia para
el manejo óptimo del maracuyá
es la polinización, ya que la planta
presenta auto-esterilidad, y, por
ende, requiere de la polinización
cruzada para la fecundación. El
aporte del viento es usualmente
mínimo debido a que los granos de
polen son grandes y pesados, por
lo que en la mayoría de los casos
la polinización es realizada por
insectos. En particular abejorros
T1
T2
T3
Figura 3.
Diagrama de poda para maracuyá
Elaboración propia.
23. 2 3
S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
del género (Xilocopa sp.) son los
que han mostrado mayor eficiencia
debido a su gran tamaño. Las
abejas (Apis mellifera sp.) también
contribuyen a la polinización, no
obstante, de forma poco significativa
debido a su reducido tamaño con
respecto a la flor (CENTA, 2010).
La polinización asistida es una
práctica altamente recomendable
para alcanzar cuajamientos
superiores al 80%, lo cual,
evidentemente se traducirá en
mayores rendimientos y mejor
calidad de frutos. La operación
consiste en pasar tres dedos sobre
las anteras (donde se ubica el
polen) de varias flores y llevarlos a
las flores de otras plantas haciendo
movimientos circulatorios de los
dedos sobre el estigma de la flor
receptora. Se debe tomar en cuenta
que la flor se abre una sola vez,
inicia su apertura a partir de las
11 de la mañana y se mantiene así
hasta las 8 de la noche. Si la flor no
es fecundada, al día siguiente se
cierra y se cae. Cuando el ovario es
fecundado, adquiere un color verde
brillante y alcanza al día siguiente
un tamaño de 0,75 a 1,2 cm hasta
llegar a su máximo tamaño el día
18. Finalmente, 42 días después
alcanzará su madurez fisiológica
(Cleves et al 2012).
El manejo de plagas implica
mantener un equilibrio con la
fauna benéfica, ya que el manejo
de los insectos tiene implícito
la destrucción de los insectos
plaga y simultáneamente
la conservación de los
polinizadores. Se debe prestar
mucha atención a la dosificación
y tipo de insecticidas, pero
más bien favorecer el uso
de controladores biológicos,
feromonas o trampas de color.
MANEJO DE
PLAGAS Y
ENFERMEDADES
24. 2 4
2 4 S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
Cuadro 3. Principales plagas asociadas al cultivo de maracuyá
Plaga Daño Control Ilustración
Gusano desfoliador,
gusano negro del
maracuyá, gusano
cachón (Dione june)
Las larvas se alimentan
de las hojas y brotes
tiernos. Son gregarios y,
por ende, un gran riesgo
Recolección manual, insecticidas
sistémicos o de contacto con baja
residualidad. Control biológico
con Bacillus thuringienses
Mosca de la fruta
(Anastrepha sp.)
Ovoposita en frutos tiernos
provocando amarillamiento
y caída prematura
Enterrar frutos caídos y
aplicar insecticidas en los
mismos. Se aconseja usar
trampas atrayentes a base de
melaza y proteína hidrolizada
mezclados con insecticidas.
Abeja conga
(Arragre trona
spp.; Trigona sp)
Cortan las flores y el follaje Sembrar frijol gandul como cultivo
trampa para minimizar migración
del insecto hacia el maracuyá
25. 2 5
S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
Plaga Daño Control Ilustración
Pulgones
(Myzus persicae,
Aphis gossypi)
Causan deformaciones
foliares, son vectores de
virosis como el virus del
endurecimiento de los frutos.
El control se realiza con productos
sistémicos como Imidacloprid
Trozador, cortador
(Agrotis ipsilon)
Corta las plantas a nivel
del suelo, se alimenta de
raíces y tejidos jóvenes
Productos a base de
Clorpirifos. Feromonas
Gusano cosechero
(Agralius sp)
Causa defoliación total,
incluso botones florales.
Ataques son localizados.
Bacillus thuringiensis
26. 2 6
2 6 S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
Plaga Daño Control Ilustración
Trips (Thysanoptera,
familia Thripidae)
Daños y deformaciones en
hojas y frutos jóvenes.
Uso regular de piretroides a
partir de la formación del fruto
Ácaros (Tetranichus sp
y Polyphagotarsonemus
sp)
Se desarrolla en colonias,
en el envés de las hojas
en donde dejan una tela.
Inicialmente provoca
manchas oscuras y luego
se tornan bronceadas,
se secan y caen
Se recomienda Abamectina,
Azufre y/o Dimetoato
Elaboración propia con base en Cleves et al (2012), CENTA (2010) y Melgarejo (2012)
Los agentes patógenos son los responsables de al menos un 25% en la pudrición
de los frutos, 70% de daños en ramos y hojas y un 35% de los daños vasculares.
A la larga, este tipo de daños convergen en pérdidas de calidad y cantidad
cuantiosas en las etapas de cosecha y postcosecha (ICA, 2011).
27. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ 2 7
Cuadro 4. Principales enfermedades asociadas al cultivo del maracuyá
Enfermedad
Síntomas/
consecuencias
Control Ilustración
Mancha parda.
Hongo. (Alternaria
passiflorae)
En hojas manchas concéntricas
marrón oscuro y rojizas,
defoliaciones severas. En frutos
áreas necróticas hundidas
Tutorado a favor de viento
para favorecer aireación.
Fungicidas a base de cobre
Antracnosis. Hongo
(Colletotrichum sp.)
Primeros síntomas aparecen
en márgenes de hojas.
Ataca frutos, tallos y hojas.
Manchas oscuras que se
necrosan. Corteza del fruto
se vuelve quebradiza.
Rotación de fungicidas de
contacto como sistémicos.
Maneb, Zineb, Captan, Benomil.
Roña/Verrugosis.
Hongo. (Cladosporium
herbarum)
Infecta tejidos tiernos
típicamente. En hojas y
guías provoca lesiones
longitudinales. Causa
verrugas en el fruto, el mismo
no sufre daño interno.
Fungicidas sistémicos
a base de cobre
28. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
2 8
Enfermedad
Síntomas/
consecuencias
Control Ilustración
Virus del Mosaico
Pepino. Varios virus.
Crecimiento anormal de
la planta, hojas y ramas
no alcanzan su tamaño
normal, malformación
de flores, clorosis clásica
de virus de mosaico.
Eliminar plantas afectadas,
control de áfidos y mosca
blanca que son los vectores.
Nemátodo
de las agallas
(Meloidogyne sp.)
Ataca raíces Nematicidas
Pudrición cuello de
la raíz /Marchitez
por fusarium. Hongo.
(Fusarium sp)
Ataca raíces y provoca
muerte rápida de plantas.
la base o cuello del tallo
también es atacada y en
la parte interna de esta se
nota una coloración rojiza.
Marchitamiento generalizado.
Suelos bien drenados.
Herramientas limpias. Si se
aplica riego por gravedad
procurar que el agua no toque
el cuello de la raíz. Aspersiones
preventivas con sulfato de
cobre y cal cada dos meses.
29. S I E M B R A D E M A R A C U YÁ 2 9
Enfermedad
Síntomas/
consecuencias
Control Ilustración
Pudrición cuello
tallo/mal del talluelo.
Complejo de varios
hongos (Phytophtora,
Phytium, Rhizoctonia)
Se inicia desde el vivero.
Estrangula el cuello del tallo y
seguidamente produce clorosis
en hojas y doblamientos
de planta. Avance violento,
mata a la planta.
Evitar encharcamiento, ventilar
viveros y reducir sombra para
que penetre el sol. Control
químico con Propamocarb,
Carbedazim, Ridomil.
Lesiones
acuosas. Bacteria
(Xanthomonas
campestris)
Lesiones irregulares acuosas
de color verde oliva en
órganos aéreos. Puede afectar
de forma sistémica a través
de las nervaduras de las hojas,
provocar encrespamiento
y luego defoliación
Usar herramientas desinfectadas
a la hora de podar. Control
preventivo desde los
viveros usando individuos
sanos. Hidróxido de cobre y
Streptomicina se recomiendan
para el control químico.
Elaboración propia con base en ICA (2011), Cleves et al (2012) y CENTA (2010)
30. 3 0
3 0 S I E M B R A D E M A R A C U YÁ
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