El Renacimiento apareció en Italia en el siglo XV, influenciado por las obras de la Antigüedad griega y romana, descubriendo la tercera dimensión y prestando más atención a la observación de la naturaleza. Este periodo marcó la ruptura con el estilo gótico y trajo un nuevo refinamiento a las clases altas, con obras como la Basílica de San Pedro en Roma, que predominarían en el arte y la literatura europeos hasta el siglo XX.