1. ¿Por qué tengo que hacer las tareas domésticas?
Las tareas domésticas son una oportunidad de ayudar a tu familia. Las tareas domésticas no
siempre parecen divertidas, pero tus padres saben que Dios quiere que te enseñen a ser
responsable para cuando seas adulto. Las tareas domésticas te ayudan a ser responsable y a
trabajar junto con tu familia. También nos ayudan a aprender a cuidarnos a nosotros mismos.
Algunos niños crecen sin hacer tareas domésticas, así que después se les hace difícil ser
responsables cuando son adultos. Tienen una casa desordenada, ropa sin lavar, cuentas no
pagadas, comida no saludable, o tienen problemas para mantener su trabajo.
Tus padres tratan de ayudarte en tu crecimiento asignándote tareas domésticas. Ellos también te
están mostrando que confían en ti, que vas a hacer los trabajos que te asignan. Todos los niños
deben obedecer a sus papás y hacer las tareas domésticas lo mejor que puedan, porque esto
agrada a Dios.
Versículos Clave:
“Pero si alguien no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es
peor que un incrédulo” (1 Timoteo 5:8).
”Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y
amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción
de gracias en sus corazones” (Colosenses 3:16).
“Hagan todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, para que sean irreprensibles y sencillos,
hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual ustedes
resplandecen como luminares en el mundo“ (Filipenses 2:14-15).