El documento clasifica la madera utilizada en la construcción en tres categorías: madera de uso definitivo que queda incorporada permanentemente a la estructura o terminaciones de la vivienda, madera de uso transitorio que apoya la construcción temporalmente sin quedar incorporada, y madera de uso auxiliar que sólo cumple funciones de apoyo al proceso de construcción. La clasificación es importante porque las propiedades y especificaciones de la madera dependen de su uso previsto en la vivienda.