La cancelería se refiere a cualquier instalación de ventanas, puertas y muros, pero también puede aplicarse a techos, escaleras e incluso pisos. Se construye con materiales metálicos como aluminio, lámina galvanizada, PVC o acero inoxidable, o con madera. Los espacios vacíos se pueden rellenar con acrílico, vidrio, cristal o madera sintética.