La Magia de Pensar en Grande -- David J_ Schwartz.pdf
Constelaciones Familiares - Echi Dacak Behrens
1. D
esde sus orígenes,
el ser humano
siempre vivió en
grupos. Su desen-
volvimiento se da
en un colectivo, a
diferencia de otros
animales que vi-
ven en solitario. De esos vínculos que
se forman en la vida existe uno, el de
la familia, que deja profundas huellas
en la personalidad, para bien o para
mal. El pasado nos moldea, pero lo que
hagamos en el futuro depende de ca-
da uno. Una mirada a la historia fami-
liar puede arrojar muchas luces para
entender la conducta de un individuo,
aunque las pistas no son determinan-
tes, porque el comportamiento huma-
no se caracteriza por ser impredecible
y contradictorio.
Dos personas sometidas a estímulos
idénticos pueden tener reacciones to-
talmente diferentes; por ejemplo, am-
bas pueden criarse con una madre po-
co afectuosa y demostrativa, y en el
futuro una de ellas se empeña en ser
diferente para no repetir su historia y
la otra imita el modelo inconsciente-
mente. Tomar consciencia de esta si-
tuación para revertirla no es fácil, ya
que el porqué se esconde bajo varias
capas. Y si se tiene el deseo de romper
con el paradigma, no hay un solo ca-
mino válido y correcto, existen varias
maneras de encontrar un poco de paz.
Algunos hacen yoga, meditación, ma-
ratones y terapia, mientras que otros
optan por lo que se conoce como cons-
telaciones familiares.
ADENTRÁNDOSE
La mujer que imparte los talleres en
el país se llama Echi Dacak-Behrens.
Los años tiñeron su pelo de plata, lleva
una túnica estilo hindú color pastel y
escoge un sofá de la sala en donde se
echa para la entrevista. No es alguien
que se preocupe por las formalidades,
eso relaja el ambiente. Se reconoce a
sí misma como una “mujer primeria”,
que no necesita de mucho para estar
bien. Antes de empezar a describir en
qué consiste la constelación familiar,
indica que trata de vivir sin estereo-
tipos ni repeticiones. Habla sobre los
clanes y sobre cómo ella se topó con la
técnica en un momento de su vida en
que se encontraba fuera del país y con
un delicado estado de salud.
“Si tuviera que definir constelacio-
nes familiares, no diría que es un méto-
do alternativo, sino más bien una técni-
ca para resolver conflictos que se pre-
sentan en la vida de todo individuo y
que no han encontrado respuestas con
métodos comunes como la siquiatría o
la sicoterapia… Bert Hellinger —quien
fuera su tutor y además mundialmen-
te conocido como promotor de la técni-
ca— habla sobre ordenamientos fami-
liares que sostienen que existe la nece-
sidad de pertenencia más fuerte que el
individuo y hay una consciencia fami-
liar, que se coloca por encima de cual-
quier otra, tiende a la preservación de
la familia y no permite la exclusión de
ningún miembro”, afirma Echi, quien
trabaja en asesoría, coaching y reali-
zando talleres de constelaciones fami-
liares en Che Renda.
De buenas a primeras, parece difí-
cil entender de qué se trata realizar
una constelación familiar y los térmi-
nos relacionados suenan muy místi-
cos. No obstante, su base no parece ser
tan complicada (aunque podría pecarse
de caer en lo simplista). Lo que no se
dice o hace queda flotando en el am-
biente, asumir roles en la familia que
no corresponden también atrae proble-
mas y el déficit en la educación para
las emociones trae como resultado un
grupo de conflictos en la vida adulta.
De este tipo de situaciones es que la
técnica trata de sacar a la luz lo que
no se ve a simple vista.
¿CÓMO ES?
En la constelación familiar, la terapia
es grupal y no es necesariamente una
familia entera la que participa, sino
los interesados, quienes manifiestan
el conflicto. “Viene la persona que tie-
ne un problema, es la que más se pre-
ocupa porque su mamá está pasando
por algo, por ejemplo. Pero no es su
madre la que tiene que constelar, si-
no quien acude, se trabaja con su pre-
ocupación y tiene que hacerse cargo
de eso. Las constelaciones familiares
no califican como método, porque no
es posible aplicar unas leyes constan-
tes y decir que esto rige para todos, ya
que cada persona es diferente”, explica
Dacak-Behrens.
En los talleres (son cuatro) se ha-
bla del problema que lleva a cada uno
a asistir y se indaga sobre la historia
familiar, la relación con los padres y
de estos otra vez con sus progenitores.
Muchos de los que participan ya proba-
ron otras terapias, y cuando se detecta
lo que angustia a la persona, se trabaja
sobre ello. Lo que básicamente se rea-
liza es una representación del conflic-
to, pero no es el afectado el que lo ha-
ce, sino que otros se meten en la piel
del padre, de la madre o hermano del
interesado y es allí donde se expresa
aquello guardado y se van soltando las
ataduras. Pero quienes protagonizan
el conflicto ajeno también aprenden del
otro y van dando sus aportes. Enton-
ces, quien tiene el conflicto se pone en
el papel de observador y así puede ver
el conflicto desde otra perspectiva.
Como se decía al principio, no hay
una sola manera de alcanzar el bienes-
tar, otros quizás necesiten más tiempo
para entenderse mejor, por lo que Echi
los deriva con sicólogos clínicos. Ade-
más, la técnica de constelaciones fami-
liares tiene detractores que dudan de
su eficacia. Pero de lo que no se puede
dudar es cómo el entorno familiar con-
figura a la persona e incide en ella. Ca-
da uno puede sacar sus conclusiones.
Texto: Natalia Ferreira Barbosa
Ilustración: Fernando Franceschelli.
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