La educación es la clave para lograr la igualdad. Aunque se han hecho progresos, todavía queda mucho por hacer para garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades sin importar su género u origen. Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia apoyando a las niñas y mujeres en su educación y desarrollo para construir un futuro más justo e inclusivo.