La presentación digital adjunta plantea bien el problema de la escasez de agua dulce, y como solución incentiva a que la gente tome conciencia del problema, y ahorre.
Ahorre agua se nos dice. También ahorre energía se nos dice.
La recomendación es razonable, y debemos tomarla muy en consideración. Pero a largo plazo la problemática subsistirá en toda su gravedad, por más que las familiar ahorren agua y energía en forma sustantiva.
La población humana del globo no puede continuar creciendo y creciendo. En algún momento tendremos que parar. En algún momento deberán aplicarse convenientes políticas de planificación familiar.
Pero además, los organismos internacionales no parecen estar tratando estos problemas del agua, de la energía, de las guerras, de la contaminación, del cambio climático, etcétera, con la seriedad y eficiencia que se debería.
Piensen, analicen los logros de los programas internacionales y de las grandes conferencias mundiales. Estos avances son mínimos, y así seguiremos si no hay un importante cambio de estrategia a nivel global.
Mi enfoque personal es que el dinero es el gran asignador de recursos, y por tanto los problemas señalados podrían muy posiblemente ser resueltos a través de herramientas financieras.
Claro, para que esto sea posible deberíamos tener una verdadera moneda internacional emitida por un Banco Mundial, y además esa moneda debería ser virtual y nominativa, digital y nominativa y con capacidad de hacer seguimiento a las cadenas de pago.
Cada vez soy más partidario de las ideas y propuestas recomendadas por el Centro de Estudios Joan Bardina de Barcelona.
Interésese en estos asuntos, analícelos en profundidad, y luego me dará la razón