El documento habla sobre el centenario de las apariciones de la Virgen María en Fátima en 1917. La Virgen dio un mensaje a tres niños pastores sobre la necesidad de oración, penitencia y conversión para evitar guerras y persecuciones a la Iglesia. A cien años de las apariciones, el mensaje de Fátima sigue siendo relevante para un mundo que enfrenta nuevas formas de conflicto y persecución, y requiere que los cristianos vivan en conversión constante y oren para que Dios traiga paz.
1. Arzobispado de Arequipa
Domingo
28 de
mayo de
2017
LA COLUMNA
De Mons. Javier Del Río Alba
EL SECRETO DE FÁTIMA
El 13 de mayo se han cumplido cien años de la
primera aparición de la Virgen María, a tres
niños pastores, en Cova de Iría (Portugal).
Como ella les anticipó, la Virgen siguió
apareciendo durante seis meses, el 13 de cada
mes, hasta octubre del mismo año 1917. En la
última de las apariciones, ante una multitud de
varias decenas de miles de personas, la Virgen
dio una señal: la lluvia torrencial cesó, el sol
giró varias veces sobre sí mismo lanzando fajas
de luz de diversos colores y de pronto pareció
desprenderse del firmamento y caer sobre la
muchedumbre para, después de diez minutos,
volver a su estado normal. Este fenómeno
atmosférico y el así llamado tercer secreto de
Fátima, que con motivo del Jubileo del Año
2000 se reveló que está vinculado al intento de
asesinato del Papa Juan Pablo II por Alí Agca,
ocurrido el año 1981, han sido durante años lo
más comentado de esas apariciones. Sin
embargo, el mensaje de Fátima es mucho más
amplio y sigue siendo de actualidad, por lo que
conviene que nos refiramos a él aunque sea
brevemente.
En primer lugar, hemos de tener en cuenta que
las apariciones de la Virgen se dieron en el año
1917, cuando las naciones estaban envueltas en
la primera guerra mundial. María anuncia que la
guerra terminaría en breve, pero que si los
hombres no dejaban de ofender a Dios, en el
pontificado de Pío XI comenzaría otra peor, lo
que efectivamente sucedió con la segunda
guerra mundial. Anuncia también grandes
persecuciones a la Iglesia, que posteriormente
se dieron por el régimen comunista y el
nazismo, pero que al final su Inmaculado
Corazón triunfará. Finalmente, y de modo
insistente, la Virgen de Fátima pide a los
pastorcitos que se rece el rosario y se haga
penitencia por la conversión de los pecadores,
para que se den cuenta de la importancia de lo
cualleshizoverelinfierno.
No parece casual que para transmitirnos ese
mensaje la Virgen no eligiera a personas
importantes o famosas, sino a tres niños
desconocidos. Como dijo el Papa Benedicto
XVI en su visita a Fátima en el año 2010, la
elección de los tres pastorcitos nos indica que
precisamente de los pequeños nace una nueva
fuerza de la fe. Y tampoco parece casual que,
justamente en un momento en que el mundo
estaba dividido por la guerra, la Virgen viniera
del Cielo a recordarnos que la respuesta
fundamental de los cristianos ante el mal es la
conversión, la penitencia y la oración, que
brotan y alimentan la fe, la esperanza y la
caridad.
Cien años después de las apariciones de la
Virgen de Fátima, cuando el mundo se
encuentra en una “tercera guerra mundial por
partes”, como dice el Papa Francisco, y la
Iglesia es cada vez más perseguida por los
propios pecados que hay en ella y por nuevas y
nefastas ideologías, resulta fundamental
recordar que la misión esencial de la Iglesia es
la salvación del mundo y eso requiere que los
cristianos vivamos en conversión permanente y
ofrezcamos nuestra vida y nuestra oración, día a
día, para que la bondad de Dios se haga visible a
todos loshombres.
+ Javier Del Río Alba
Arzobispo de Arequipa