Este documento expresa gratitud por las cosas naturales que están presentes de forma automática y que nunca se pidieron, como aromas, sonidos, colores, la obra del hombre y el poder de Dios, y la armonía de los elementos. Agradece la textura de la vida, el perfume de la noche, la luz sobre el olvido, la música del atardecer, los mensajes ocultos, el llanto de la niebla, la sangre de la tierra, los espíritus del cielo y los contrastes.