1. La Puerta de las Ovejas (v.1)
Representa el nuevo nacimiento. Somos ovejas de su prado:
Salmos 100:3:
Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y OVEJAS
DE SU PRADO
Representa también, a Cristo, que nuestro Señor Jesús, cuando vino por primera vez, vino como oveja, y
entró por esa puerta, montado en un pollino hijo de asna, y fue ovacionado aun por los niños.
La puerta de las Ovejas nos habla de la entrada a la vida de la iglesia. Nadie puede entrar sino por Cristo. El
Señor ha dicho: «Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo».
La Puerta del Pescado (v.3)
Luego vemos la puerta del Pescado.
Después que una persona ha sido salva, el primer deseo que tiene es pescar hombres.
Mateo 4:19:
Y les dijo: Venid en pos de mí, y os HARÉ PESCADORES DE HOMBRES
Isaías 52:7: ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la
paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
La Puerta Vieja (v.6)
Después que una persona es oveja, después que ha pasado por la puerta del Pescado, y se convierte en
pescador de hombres, es necesario que no sólo como persona sino como iglesia, sea restaurada la puerta
Vieja. La puerta Vieja se refiere a volvernos a las sendas antiguas.
Jeremías 6:16 dice: «Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas,
cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma».
La puerta Vieja se refiere a volver al principio. Eso es lo que el Señor quiere. Volver al modelo original de
Dios, a la iglesia tal como está en el libro de los Hechos.
La Biblia dice claramente en Hechos 2:42: «Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión
unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones». Estos son los caminos antiguos, estas son las
sendas antiguas.
La Puerta del Valle (v13)
Esta puerta del Valle nos habla acerca de la humildad. Cuando nosotros llegamos a la vida de la iglesia,
venimos conprotagonismo, altivez, buscando influencias, hacemos cosas para ser visto por los otros o
porque nos gustan pero que muchas veces no son el propósito de Dios.
Traemos muchas cosas, que debemos dejar en esta puerta del Valle habla de eso.
Isaías 40:4: «Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se
allane»,
y Lucas 14:11
«Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido».
Cada uno de nosotros tenemos que pasar por la puerta del valle y que el seños lime las asperezas y alise lo
que sobresale y no debe hacerlo.
2. La Puerta del Muladar (v.14)
Era el valle donde se tiraba la basura de Jerusalén. Era la puerta también tiene otra función que es para
expulsar o sacar. La puerta del Muladar era esa puerta por donde sacaban la basura. Se refiere en el
aspecto individual tanto como en el colectivo, a nuestra vida interior. En nuestra vida interior hay muchas
cosas. Cada uno de nosotros tiene una vida secreta, bien escondida. No es pública, sólo Dios la conoce, y
allí el Señor está tratando con nosotros.
La arrogancia, el hacer todo como nosotros queremos, nuestras ideas, eso tiene que ser tirado fuera.
Entonces, esto de la puerta del Muladar significa dejarnos tratar por el Señor. Es nuestra responsabilidad
como creyentes el desocuparnos, y es la responsabilidad de Dios el llenar vasijas vacías. Es vaciar la vasija
para que Dios la pueda llenar.
La Puerta de la Fuente (v15)
La puerta de la Fuente se refiere a ser llenos del Espíritu Santo después que hemos sido desocupados de
toda la basura. Entonces somos vasijas limpias, y necesitamos ser llenos del Espíritu Santo, necesitamos
que la fuente, el fluir del Espíritu, sea en cada uno de nosotros.
Jeremías 2:13:
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, Y CAVARON para sí cisternas,
cisternas rotas que no retienen agua.
La Puerta de las Aguas (v26)
Esta puerta se refiere al beber la Palabra. La Palabra es santificadora. Al sólo leer la Palabra por el Espíritu,
produce limpieza de los pies. Porque ya nosotros hemos sido lavados por la sangre del Señor. Los que ya
están bañados no necesitan sino lavarse los pies. Eso le dijo el Señor a Pedro. Esto se refiere a que la
Palabra nos redarguye, la Palabra nos limpia del polvo del camino, de toda impureza que en la vida
cotidiana tenemos.
La Palabra, la Palabra nos muestra nuestra condición espiritual. Nosotros podemos engañar a los
hermanos, pero no podemos engañar a nuestra conciencia. La Palabra nos habla, nos muestra nuestra
condición, ya sea pecaminosa o no. Allí somos liberados, somos expuestos por la Palabra del Señor.
Salmos 119:105: Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
La Puerta de los Caballos (v28)
Esta puerta se refiere a la batalla espiritual. Vamos entonces a Proverbios 21:31: «El caballo se alista para el
día de batalla; mas Jehová es el que da la victoria». Nosotros somos el caballo; no pensemos que somos el
jinete. El Señor es el jinete. Recuerden que el Señor entró a Jerusalén en un pollino. Él era el que iba
montado; la gloria era para el Señor, no para el pollino. El caballo somos nosotros, que necesitamos ser
refrenados, ser dirigidos con freno.
2ª a Timoteo 4:7.
4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Efesios 6:11
«Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo». Aquí
3. nos habla la palabra de que si nosotros participamos de la buena batalla y la peleamos, nuestro galardón es
guardado, o sea, entramos al reino.
La Puerta Oriental (v26)
Más adelante se menciona la puerta Oriental, que habla de la venida del Señor.
Cuando el Señor venga por segunda vez, entrará por la puerta Oriental. Veamos Ezequiel 43:4. «Y la gloria
de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente». Aquí está hablando de algo que
todavía no ha acontecido, de algo futuro; es una profecía.
«Me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario, la cual mira hacia el oriente; y estaba cerrada. Y me
dijo Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá ni entrará por ella hombre, porque Jehová Dios de
Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada» (Ezequiel 44:1-2). Esto es profético. El Señor viene por
segunda vez. La puerta Oriental se llama también «la puerta del Rey» en otras partes de la Biblia.
Construir la puerta Oriental significa amar la segunda venida del Señor. Todo el que ama la Segunda Venida
del Señor, tiene la corona. El que ama la Segunda Venida del Señor, por ende, ama la cruz, y participa de la
batalla como decía nuestro amado hermano Pablo: «He peleado la buena batalla, por lo tanto me es
guardada la corona de justicia, no solamente a mí, sino a los que aman la puerta Oriental, los que aman la
venida del Señor».
Digo esto porque muchas veces nosotros no amamos la venida del Señor.
Pensamos: ‘Ojalá venga el Señor, pero ya después que yo haya terminado mi carrera, que me haya casado,
que haya prosperado, que me haya realizado como profesional; entonces sí, que venga el Señor’.
La Puerta del Juicio (v.31)
Inmediatamente después de la venida del Señor Jesús, el Señor juzgará.
Miren cómo estas puertas fueron restauradas. No fueron restauradas en cualquier orden. Esto fue designio
de Dios, tal como nosotros vamos por etapas en la vida de la iglesia.