1. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA
FACULTAD DE ARQUITECTURA/INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES
DOCTORADO EN PLANEACIÓN Y DESARROLLO SUSTENTABLE
TEORIAS DE PLANEACIÓN Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Elsa de Jesús Hernández Fuentes
Carlos Ignacio Rodríguez Ramos
Mexicali, Baja California a 9 de mayo de 2012
Entre desierto, mar y fauna. Un juego de contrates.
Dibujar un escrito ajeno a teorías, conceptos o definiciones que fundamentan el
conocimiento de la realidad que intentamos estudiar, representa un esfuerzo de conciencia que
implica evocar aquellos aspectos más importantes que a nuestro juicio sean los más pertinentes
para este trabajo. Dicho arrojo aunque simula la higiene mental no lo es del todo así, debido a
que el punto de partida consiste en el contacto directo con el ambiente, o por lo menos la
apreciación visual del entorno estudiado. Ante estas prerrogativas, que aluden aparentemente al
vacío epistémico sólo nos resta confiar en las vivencias y experiencias de un viaje realizado el
día 2 de mayo de 2012 por los caminos áridos pero paradójicamente convertidos en morada
paradisiaca entre el mar y la tierra cálida y que resguarda las especies características de un
desierto ubicado en el noroeste de México, el desierto del colorado. La idea central de estas
líneas es precisamente realizar una descripción de la fauna característica del desierto del
colorado a fin de identificar cuales serian las especies más importantes que tendrían mayor
importancia para la realización de un ordenamiento ecológico en general y que potencialmente
puedan convertirse en áreas sujetas a la protección y conservación. El camino elegido para
llevar a cabo lo anterior consiste en la narrativa cualitativa como recurso metodológico.
La ruta del recorrido inicio en la carretera a San Felipe la temperatura de las primeras
horas del día, se prestaron relativamente cálidas, sin llegar a los puntos álgidos acostumbrados en
esta región, haciendo un calculo impreciso nos atrevemos a señalar que la temperatura máxima
registrada ese día no rebasó los 40 grados centígrado, nada que no pudiera mitigarse con una
buena dosis del tan añorado liquido que en las zonas desérticas y en situaciones limite, se
convierte en mas preciado que el brillante mas costoso. En este momento se estarán preguntando
¿que relación tiene el clima con la fauna? En realidad, no solo el clima tiene que ver con la
fauna, sino en su conjunto, tanto geología, edafología, flora, agua, es decir, el sistema ecológico
1

2. en general esta interrelacionado para el tipo de especies que se podrían encontrar en este
territorio.
Históricamente el hombre se convierte en sedentario cuando logra cultivar y domesticar
animales para consumo propio, claro que para realizar dicha tarea tuvo que escoger un lugar
idóneo para ello. Tradicionalmente se asume que donde hay agua hay vegetación y donde hay
vegetación hay animales. Nuevamente se plantea la relación entre ecosistemas, el territorio
donde se realizó el recorrido presenta unos contrastes muy característicos que lo hacen peculiar
como desierto. Hablar del desierto por definición nos permite pensar en una zona árida alejada lo
mas posibles de sitios donde hay agua como ríos, lagos, mares; la sorpresa (que irónicamente no
sorprende casi a nadie) es que en este desierto se puede disfrutar del oleaje generoso y amigable
del mar de cortes. Precisamente las tres especies que logramos observar se ubicaron entre el valle
de gigantes y la playa del mar de Cortes.
La llegada al valle de los gigantes se prestaba de por si interesante, pero casualmente
nuestra visita no fue eminentemente turística sino la finalidad era identificar ciertos elementos
de la naturaleza asignados previamente a cada uno de nosotros. Caminando unos cuantos metros
de la parada donde no se permite la
entrada a vehículos desprovistos para
todo terreno comenzaron los gatillos de
las cámaras fotográficas y celulares a ser
disparados a diestra y siniestra tratando
de capturar aquellos gigantescos
cardones que más bien parecían
guardianes silenciosos cual eunucos que
resguardan las doncellas del imperio.
FIGURA 1. Imagen de una lagartija de la región del desierto del colorado,
en San Felipe, Baja California (foto de Carlos Rodríguez, 2 de mayo de Nuestras cámaras no fueron la
2012)
excepción, y comenzamos con la
orquesta de imágenes que capturaban por instantes la realidad para convertirse en parte de la
biografía e historia. Nos abrumaba cierta incertidumbre e inquietud por la preocupación de
encontrar una especie primeramente y después lograr una foto, uno de los compañeros que se
encontraba a unos cuantos metros realizo el primer descubrimiento para nuestra tarea.
2

3. Escuchamos su voz entusiasta que
exclamo ¡una lagartija!
Inmediatamente pusimos en alerta
nuestros sentidos y sigilosamente
comenzamos a caminar hacia el
lugar, ¡era cierto! ¡Ahí estaba! Se
trataba de una magistral lagartija
(ver figura 1) con mirada orgullosa.
Sinceramente desconocemos las
FIGURA 2. Imagen de una gaviota volando sobre la playa del Mar de Cortés, características temperamentales de
en San Felipe, Baja California (foto de Carlos Rodríguez, 2 de mayo de 2012)
dicha especie, pero sin ser expertos
alcanzamos a percibir era consiente
de que estábamos ahí, su postura era casi perfecta, se fundía con los débiles rayos del solo que
lograban traspasar el arbusto en el cual cavilaba sin cesar, su mirada inerte, su color intenso, su
postura refulgente, su rostro macilento, expresaban una tranquilidad indescriptible, parecía estar
presenciando un concierto en las orillas del Danubio.
La siguiente experiencia se situó en la playa, a solo unos metros del valle de gigantes
llegamos en pocos minutos, en esta ocasión observamos unas aves, que ingeniosas emprendían
un vuelo envidiable, demostrando sus habilidades y capacidades de orientación y reconocimiento
del aire. Nuevamente comenzamos a
disparar nuestras cámaras intentando
lograr una buena toma, que después de
varios intentos fallidos, finalmente se
lograron algunas fotos que por la
dificultad del objetivo, no todas
representan con claridad la imagen. Es
de reconocer que existe mayor grado
de dificultad para tomar fotografías
FIGURA 3. Imagen de un buitre posando entre el Mar de Cortés y el Valle de aéreas, o por lo menos nuestros
Gigantes, en San Felipe, Baja California (foto de Carlos Rodríguez, 2 de mayo
de 2012) conocimientos sobre técnicas
3

4. fotográficas son muy limitados y en consecuencia la dificultad. A diferencia de la lagartija estas
aves conviven en coelctivo, algunas volaban en grupo, otras pescaban en el mar, otras paseaban
por la playa. A decir de lo que alcanzamos a vislumbrar las aves tienden a ser más activas, tiene
más movimiento, energía, vitalidad y requieren también de un territorio específico que en este
caso fue la playa. Esporádicamente se veían algunas aves (ver figura 2) que volaban solitarias,
aunque dicha soledad era fugaz porque el vuelo colectivo continuaba con brío al ritmo interno de
los participantes, demostrando que la cadencia, sincronía y precisión de movimientos de cada
ave hacia parecer que se trataba de un bricolaje acrobático.
Volvimos a subirnos de nuevo a la camioneta para tomar nuevamente la carretera y mientras
avanzábamos unos cuantos metros después
de la playa en la transición desértica
encontramos finalmente la última especia
observada que consistió en un buitre (ver
figura 3) postrado en un poste del camino
como límite de una ranchería. Dicha ave, a
diferencia de las otras, se veía sombría,
despojaba un aliento de pocos amigos,
aunque serena demostraba su carácter
perverso. Su soledad era distinta a la
FIGURA 4. Imagen de gaviotas volando en la playa El dorado, en lagartija, se veía previsora, atenta a
San Felipe, Baja California (foto de Miguel Ángel Quirarte, 2 de mayo
de 2012) cualquier disturbio.
Nuestros rostros colisionaban con la brisa del mar, el semblante de nuestra mirada se cruzaba con
la expresión majestuoso del Mar de Cortés, sus aguas en movimiento parecían indicar el vigor, la
potencia y energía que reclaman el ser examinado como el componente de la naturaleza más
preciado para la vida. Pero el trabajo continuaba y aún faltaba explorar otros lugares, subimos
nuevamente a la camioneta en dirección a una playa ubicada unos kilómetros antes de llegar a
San Felipe, la playa El Dorado.
Desde la carretera se distingue un oasis perfecto para el descanso y recreación, el diseño de los
trazos se prestan pensados para el disfrute de la naturaleza, sin lugar a dudas se aprecia la
4

5. distinción cultural de un espacio recreativo con fines turísticos, desde la entrada se pueden ver
los departamentos de grandes dimensiones con diseño sencillo pero preciso, igualmente llama la
atención una alberca de agua impecable, lista para ser disfrutada, el fondo del camino está
adornado por la presencia del mar, su playa impoluta de personalidad abierta, dispuesta a ser
apreciada. Sobre la playa se alcanza a distinguir nuestro objetivo: un conjunto de gaviotas que
revolotean disfrutando de un lugar que lo sienten propio, dirigen sus vuelos, se reordenan, bajan
a la playa caminan, nuevamente emprenden el vuelo pero nunca pierden la cadencia, el
entusiasmo y brillantez de sus movimientos, parece un espectáculo gratuito donde los actores
silenciosos planean sus propios actos sin pensar, aunque no conocen la geometría con sus
cuerpos realizan trazos que se estiman interesantes. Nuevamente vemos como el orden y simetría
del vuelo rebasa la imagen particular entre una y otra gaviota (ver imagen 4), más bien parecen
uno solo, es un trabajo colectivo que realizan sin mucho esfuerzo, de manera natural, espontanea.
Después de disfrutar la playa por unos momentos nos despedimos del lugar para
dirigirnos hacia otro punto más distante, la Laguna Salada, en ella sólo alcanzamos a mirar un
terreno arenoso digno de un desierto que coloca su nombre (Laguna) para los comentarios
donosos característico del ingenio mexicano. Este lugar sólo fue objeto de observación desde la
carretera, no llegamos a realizar una observación detenida y por lo tanto no reportamos
constancia de fauna alguna.
Finalmente cabe señalar que el resultado de este trabajo aunque exiguo debido al
reducido número de especies faunísticas detectadas, pero generoso como parte de un ejercicio
descriptivo de la fauna en el contexto del ecosistema en general nos permitió hacer un
reconocimiento del área geográfica de estudio. Sin ánimo de emitir un calificativo contundente
podemos concluir que es importante el desarrollo faunístico de la región para identificar las áreas
de conservación del lugar, sería muy pretensioso llegar a una conclusión que permita localizar el
cinturón protector para el área de conservación con respecto a fauna, sin embargo podemos decir
que la fauna es parte importante del ecosistema y su conservación es vital para el desarrollo de
proyectos.
5