El documento describe cómo los vehículos eléctricos fueron introducidos en los años 90 pero luego fueron destruidos por las compañías automotrices a pesar de su popularidad. También describe vehículos como el RAV4 eléctrico de Toyota y el Genepax que funciona con agua, pero que no se han promocionado a gran escala. Esto se debe a la influencia de los grandes capitales y compañías petroleras que se benefician del petróleo y no quieren ver alternativas exitosas.