La conquista musulmana de la península ibérica comenzó en el siglo VIII estableciendo un emirato dependiente del califato omeya de Damasco, luego se convirtió en un emirato independiente bajo Abd al-Rahman I, posteriormente se formó el poderoso Califato de Córdoba que gobernó gran parte de la península, el cual eventualmente se fragmentó en pequeños reinos conocidos como reinos de taifas a finales del siglo XI.